El poema habla sobre el dolor de la soledad y la añoranza de un amor ausente. El autor llora en su cuarto solo al no tener cerca a la persona amada y recuerda detalles como sus ojos azules y manos blancas y frías. La brisa le susurra que sin ese amor él moriría y se perdería. Por amarla él haría cualquier cosa e iría a donde fuera sin que nadie lo detuviera e incluso cruzaría mares.