Un polo a tierra desvía las sobrecargas eléctricas como cortocircuitos o choques hacia la tierra para proteger a personas y aparatos. Existen polos a tierra verticales y horizontales, siendo este último usado cuando la capa de tierra no es lo suficientemente profunda. La función principal de un polo a tierra es proteger al usuario de posibles descargas eléctricas ante fallas en equipos como computadoras.