Para ser porrista se requiere excelente condición física, disciplina, elasticidad, potencia y fuerza para ejecutar rutinas con al menos seis figuras en diferentes posiciones de manera coordinada y precisa. La rutina debe ir acompasada con música que transmita entusiasmo al público. Además de una rutina novedosa y atractivos uniformes, las porristas deben tener liderazgo, jovialidad y facilidad para motivar a otros.