2. El nacimiento
Zeus engendró a los gemelos Artemisa y Apolo con la mortal Leto. Pero la
celosa Hera, esposa de Zeus, envió la serpiente Pitón para que persiguiera a
Leto y no le permitiera dar a luz en ningún lugar donde brillara el sol. Por esta
razón Leto debió huir cerca de la isla Delos y allí ocurrió el nacimiento de
Artemisa. Esta pequeña diosa ayudó luego a atender a su madre el parto de
Apolo que nació a los nueve días de Artemisa. El tormento de los dolores de
parto de su madre impresionaron a Artemisa quien prometió permanecer
siempre virgen para no pasar por el mismo trance. Se dedicó a la cacería y se
convirtió en Diana la cazadora. Junto con Apolo mataron la serpiente Pitón en
venganza por el daño a su madre. Defensora del pudor, mataba a quienes
violaban a las ninfas o a quienes se aprovechaban de su poder para poseer a
las jóvenes antes de su casamiento.
3. Nacimiento de Apolo y Artemisa
● Leto da a luz a Artemisa y a
Apolo en la isla de Delos
(c.A. 1580)
6. Apolo
Se consideraba que Apolo tenía dominio sobre las plagas, la luz, la curación, los
colonos, la medicina, el tiro con arco, la poesía, las profecías, la danza, la
razón, el intelectualismo, y era patrón defensor de rebaños y manadas.
Entre sus atributos se contaban: cisnes, lobos, delfines, arcos y flechas, una
corona de laurel, la cítara (o lira) y el plectro. El trípode sacrificial es otro de sus
atributos, representativo de sus poderes proféticos. Los Juegos Píticos se
celebraban en su honor cada cuatro años en Delfos.
7. Apolo Sauróctonos
Praxíteles 360 a.C.
El griego apoya la figura juvenil en
un árbol por cuyo tronco repta un
lagarto, al que el dios está a punto
de atravesar con un dardo que
debía sostener en su mano
derecha.
8. Apolo tocando la lira
Atribuido al Grupo de PKP,
probablemente el pintor de
Palermo
El Museo Paul Getty J,
Malibu, California, EE.UU
9. Apolo y Dafne
Su primer amor fue la ninfa Dafne, pero ella lo rechazó. La violenta pasión de
Apolo y la resistencia de Dafne se debía a que Cupido, irritado por las bromas
de Apolo, le disparó a él una flecha de oro para que se enamorase de ella,
mientras que a Dafne, le lanzó una de plomo para que le rechazase. Apolo
persiguió a Dafne con todo tipo de súplicas amorosas, todas las cuales rechaza
hasta llegar a orillas del río Peneo. Aquí justo en el momento en que va a darle
alcance, ella pide ayuda a su padre, el dios del río, el cual la transforma en un
laurel. Apolo abraza tristemente el árbol y entre lágrimas declara que ese árbol
será consagrado a su culto.
12. Apolo y el nacimiento de Hermes
Hermes nació en el monte Cileno en Arcadia. Su
madre, Maia, había quedado embarazada de Zeus.
Maia envolvió al infante en mantas pero Hermes
escapó cuando ella dormía. Hermes corrió a Tesalia,
donde Apolo estaba pastoreando su ganado. El
infante Hermes robó varias de sus vacas y las llevó a
una cueva en los bosques cercanos a Pilos,
borrando sus huellas. En la cueva encontró una
tortuga y la mató, vaciando entonces sus entrañas.
Usó los intestinos de una de las vacas y el
caparazón de la tortuga para hacer la primera lira.
Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado
su ganado, pero Hermes ya había vuelto a las
mantas en las que ella le había dejado, por lo que
Maia rehusó creer las afirmaciones de Apolo. Zeus
intervino y dijo haber visto los hechos, y secundó a
Apolo. Entonces Hermes empezó a tocar música en
la lira que había inventado. Apolo, un dios de la
música, se enamoró del instrumento y ofreció
permitir el intercambio del ganado por la lira. Así,
Apolo se convirtió en un maestro de la lira y Hermes
inventó un tipo de instrumento musical con flautas
llamado siringa.
13. Artemisa
Diosa de la caza, señora de las fieras, protectora de los animales
salvajes.Permaneció virgen y eternamente joven, es el prototipo de la doncella
arisca, que se complacía sólo en la caza. Va armada de un arco, del que se
sirve contra los ciervos y también contra los humanos. Ella es quien envía a las
mujeres que mueren de parto el mal que se las lleva. Sus flechas conllevan la
muerte repentina, sobre todo las indoloras.
También suele representarse a veces con una antorcha lunar, según la
asimilación de la diosa como personificación de la Luna.
17. Artemisa y Acteón
En una ocasión estaba Artemisa bañándose desnuda en el bosque
Acteón tropezó con ella. Se detuvo y se quedó mirándola,
fascinado por su belleza arrebatadora. Tan aturdido estaba que
pisó accidentalmente una rama y Artemisa le descubrió. Ésta se
disgustó tanto por haber sido espiada que transformó a Acteón en
un ciervo y envió a sus propios sabuesos a que le mataran. Éstos
le destrozaron sin saber que el ciervo que cazaban era su propio
dueño. Alternativamente, Acteón alardeó de ser mejor cazador que
Artemisa, y ésta le transformó en un venado que fue devorado por
sus sabuesos.
19. La muerte de Acteón
Jarrón Nombre del Pintor de
Pan, 470 aC
20. Artemis y Edimión
Artemis tiene un momento de debilidad con el hermoso pastor Endimión.
Un hermanastro suyo, hijo de Zeus y de Cálice, la ninfa. Tan hermoso
era que Selene sólo tuvo que verlo (dormido en el reino nocturno de la
diosa de la Luna) para enamorarse total y perdidamente de él. Ahora
bien, prudente, como corresponda a su virginidad en cuanto a Artemis-
Selene, la diosa se limitaba a yacer a su lado, inmóvil, besándolo en sus
cerrados ojos, hasta que Endimión quedó suspendido en un sueño del
que jamás iba a despertar.
22. Artemis y Orión
El mito de Orión donde su madre Gea, es la mujer que manda al
escorpión a matarlo se ve mezclado en relación con la historia de
Artemisa. Existe una versión en donde la propia Artemisa es quien
le manda el escorpión debido a su soberbia y presunción de ser el
mejor cazador y confrontarse con las bestias de la tierra. Otra
versión nos cuenta que Artemisa estaba profúndamente
enamorada de Orión, a tal punto que Apolo, por celos o por
protegerla, engañó a Artemisa, retándola a disparar su flecha
sobre un punto aparentemente al azar, que él había elegido y que
no se trataba de otro que de Orión, que se encontraba, o en una
lejana isla o con su cuerpo sumergido en el mar, dejando solo la
cabeza fuera de él, asemejándose a una piedra, matándolo.