Dédalo construyó un laberinto intrincado en Creta para encerrar al Minotauro, un monstruo mitad hombre y mitad toro. Teseo fue enviado a Creta como sacrificio al Minotauro. Ariadna se enamoró de Teseo y le dio un ovillo de hilo para que pudiera encontrar la salida del laberinto siguiendo el hilo. Teseo siguió el hilo para matar al Minotauro dormido y escapar junto a los demás del laberinto.