Carlos Erik Malpica Flores - El Mito del Minotauro | Todo sobre el Laberinto ...
Práctica 8
1. TESEO Y EL MINOTAURO
Entre los laberintos más destacados de la antigüedad destaca el de Creta, una fantasía
derivada, con toda seguridad, de la complicada planta del palacio Cnosos.
Según la mitología griega Dédalo construyó este laberinto para encerrar al Minotauro
una bestia sanguinaria con cuerpo humano y cabeza de toro.
Dédalo: en la mitología griega, el
arquitecto e inventor que diseñó para el
rey Minos de Creta el laberinto en el que
fue aprisionado el Minotauro, un
monstruo comedor de hombres que era
mitad hombre y mitad toro. El laberinto
fue tan hábilmente diseñado que nadie
podía escapar del Minotauro.
Minotauro: en la mitología griega,
monstruo con cabeza de toro y cuerpo
de hombre. El Minotauro era hijo de
Pasífae, reina de Creta, y de un toro
blanco como la nieve que el dios
Poseidón había enviado al marido de
Pasífae, el rey Minos. Cuando Minos
se negó a sacrificar el animal,
Poseidón hizo que Pasífae se
enamorara de él y diera a luz al
Minotauro. Después del nacimiento
del Minotauro, Minos ordenó al
arquitecto e inventor Dédalo que
construyera un laberinto tan intrincado
que fuera imposible salir de él sin
ayuda.
Ariadna: en la mitología
griega, hija de Minos, rey
de Creta, y de Pasífae,
hija de Helios, el dios del
sol. Cuando Ariadna vio a
Teseo, se enamoró de él y
se ofreció a ayudarlo si le
prometía volver a Atenas
y casarse con ella.
Atenas y casarse con
ella. Teseo, cuando
estuvo tan lejos que
no veía la luz del día,
tomó el ovillo, ató el
extremo del hilo al
muro y fue
Cuando Teseo se
desenrollándolo a
encontró con el
medida que avanzaba
Minotauro
por los
dormido, golpeó al
corredores.Para salir
monstruo hasta
del Laberinto, a Teseo
matarlo y salvó
le bastó con seguir el
también a los
hilo de Ariadna, en
demás jóvenes y
sentido inverso .
doncellas
condenados al
sacrificio haciendo
que siguieran el
recorrido del hilo
hasta la entrada.
En cada novilunio
había que
sacrificar un
hombre al
Minotauro, pues
cuando el
monstruo no tenía
con qué satisfacer
su hambre se
precipitaba fuera
para sembrar la
muerte y la
desolación entre
los habitantes de
la comarca.