La leyenda árabe narra la historia de dos amigos que discuten en el desierto y uno golpea al otro. El agredido escribe en la arena el suceso. Más tarde, uno se ahoga y el otro lo rescata, a lo que el salvado escribe el acto heroico en una piedra. Al preguntarle por qué la diferencia, responde que los actos malos se escriben en la arena para que se borren, mientras los buenos se graban en piedra para recordarlos siempre.