Las células del tallo del apio se observan mediante el uso de un microscopio. Primero se corta una muestra delgada del tallo de apio y se coloca en un vidrio, luego se aplica violeta de genciana y se deja secar. Al observar la muestra bajo el microscopio en aumentos crecientes, se pueden ver las células del apio. Es importante seguir el procedimiento correctamente para realizar una observación exitosa de las células.