La imprenta y Internet han sido catalizadores de cambios sociales. La imprenta aceleró la publicación científica y el desarrollo de lenguas vulgares en el siglo XV, mientras que Internet revolucionó la comunicación y democratizó el acceso al conocimiento a partir de 1991. Ambas tecnologías enfrentaron resistencia inicial pero llevaron a cambios profundos como la reestructuración del mercado laboral y el surgimiento de nuevas formas de ejercicio del poder.