Andalucía tiene un clima mediterráneo con inviernos suaves y lluvias entre otoño, invierno y primavera. Su relieve se caracteriza por grandes contrastes de altitud, incluyendo las mayores cotas de la península ibérica. Su gastronomía es típicamente mediterránea y está influenciada por la cocina andalusí, destacando dulces navideños como los mantecados.