El VIH se transmite a través de fluidos corporales como la sangre, el semen y los fluidos vaginales durante el contacto sexual sin protección, de una madre infectada a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia, al compartir agujas para inyectarse drogas, o en raras ocasiones a través de una transfusión de sangre o un trasplante de órganos de un donante infectado.