Un pequeño niño llamado Sangosan vive felizmente en una isla con su compañero Wilgo. Un día, mientras exploran la isla, encuentran a unos niños que fueron acogidos por las Princesas del Bosque, quienes les brindan comida, refugio y enseñanzas. Sangosan decide quedarse con las Princesas para aprender, mientras Wilgo busca a su madre. Las Princesas tratan a Sangosan con gran amor y cuidado.