La investigación examinó los efectos de la contaminación del aire en la salud humana y encontró que los niveles más altos de partículas finas y ozono en el aire se asociaron con mayores tasas de mortalidad y enfermedades respiratorias. Los hallazgos sugieren que reducir la contaminación del aire, especialmente las partículas finas y el ozono, podría mejorar significativamente la salud pública.