La programación estructurada se basa en tres estructuras de control básicas (secuencial, repetitiva y condicional) que minimizan la complejidad y reducen los errores. Ofrece ventajas como programas más fáciles de entender y mantener, así como una reducción del esfuerzo en pruebas y depuración. Algunos lenguajes que apoyan este paradigma son ALGOL, Pascal, PL/I y Ada.