Hestia era la diosa griega y romana del hogar, el fuego del hogar, la arquitectura doméstica y la familia. Nunca se casó ni participó en disputas, enfatizando la importancia de la virginidad, la pureza y la limpieza. Como la mayor de los titanes, fue la primera en ser devorada por su padre Cronos. Los romanos adoptaron su culto y las vírgenes vestales protegían el fuego sagrado de Vesta en su templo.