Este documento es una respuesta a un periodista sobre los eventos del 11 de abril de 2011 entre el Gobierno y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). El autor argumenta que no hay pruebas de que Martín Esparza, secretario general del SME, ordenara ataques contra periodistas, y que los electricistas estaban justificadamente enojados después de 18 meses sin trabajo o acceso a sus cuentas sindicales. El autor también critica la cobertura negativa y falta de contexto de los medios sobre la protesta del SME.