1. El lado oscuro de la CFE
Al retirar el cobre no podrá brindar telefonía e Internet baratos
A escondidas, CFE remplaza cableado; fuera del negocio de
servicios digitales
Saqueo al cerrar LFC; en el mercado negro se venden desde
postes hasta transformadores
Foto: María Meléndrez
Patricia Muñoz y Gustavo Castillo
Periódico La Jornada
Lunes 16 de enero de 2012, p. 2
2. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) determinó cambiar el cableado de cobre de la
red eléctrica nacional por conductores de aluminio, decisión que debilita y restringe la
infraestuctura de la paraestatal y no le permitirá prestar el servicio del triple
play (transmisión de señal de televisión, telefonía e Internet), por lo que este negocio –que
genera más de 8 mil millones de pesos al año– quedará exclusivamente en manos de
compañías privadas.
Así, la red eléctrica saqueada durante más de dos años por el robo del cableado de cobre
por empresas contratistas y particulares, ahora también se ve afectada por la decisión de la
CFE.
De noche, con lluvia o sin ésta, pretextando mantenimiento a la red, en camionetas con
logos de la CFE o de plano de empresas contratistas, decenas de trabajadores llegan a
diversas zonas del país a retirar cantidades no cuantificadas de cableado de cobre, dejando
sin suministro eléctrico calles y zonas enteras, y después lo sustituyen por cable de
aluminio.
Nada se sabe de los enormes rollos de material de cobre, cuyo precio de compra por kilo en
los negocios de desechos industriales es de 100 pesos.
Ni en la página de la CFE ni en los discursos oficiales se habla de este tema. Sin embargo,
el pasado 10 de octubre, en Veracruz, Lorenzo Piedra, representante de la paraestatal en esa
entidad, informó de la sustitución de cableado en los municipios de Veracruz y Boca del
Río, así como en algunas otras poblaciones, argumentando una alta incidencia de robo del
material de cobre por su alto valor comercial.
Por órdenes de los directivos
En el Distrito Federal, a quienes reportan al 071 que hay trabajadores quitando los cables,
los operadores de la CFE les confirman que es por órdenes de los directivos, y dicen a los
usuarios que pronto les pondrán su nuevo cable.
Videos entregados a este diario muestran cómo son retirados cientos de metros de las líneas
de cobre por parte de contratistas supuestamente al servicio de la CFE. Las imágenes
incluso muestran cómo vigilantes y policías federales que tienen a su cargo el resguardo en
instalaciones eléctricas públicas se llevan los rollos. La Jornada tuvo reportes de retiro del
cableado de cobre en delegaciones como Benito Juárez, Tlalpan, Coyoacán y Cuauhtémoc,
así como en los estados de Chiapas, Tamaulipas, Morelos, México y Puebla, entre otros.
Pero el gran negocio quedará para las empresas privadas que participan en el mercado del
triple play, porque ese conductor permitiría a la CFE o a cualquier otra empresa pública
similar, en un solo cable y a través de la acometida de energía eléctrica, dar los servicios de
telefonía, transmisión de imagen e Internet, lo cual ya no se podrá ofrecer. Al retirar estas
líneas se cancela la posibilidad de que el Estado ofrezca estos servicios baratos a la
población.
En cambio, se abren las puertas para que las empresas privadas desarrollen redes para
comercializar el triple play a través de la instalación de fibra óptica.
3. Las empresas de cable, para ofrecer este servicio triple, utilizan los postes de luz y no pagan
lo que deberían por ese usufructo de la infraestructura pública; meten la fibra óptica, cobran
discrecionalmente los servicios por paquetes y muchas veces dañan la red de energía
eléctrica y se pelean el mercado.
Según información de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), entre las
concesiones recientemente otorgadas para operar triple play está la de WL
Comunicaciones, propiedad de Ernesto Martens, ex secretario de Energía, y Fernando
Canales, ex gobernador de Nuevo León, compañía que de inmediato inundó el Centro
Histórico de la ciudad de México y zonas cercanas de instalaciones de fibra óptica para
vender el servicio.
Asimismo existen solicitudes de grupos empresariales en espera de ser resueltas por la SCT
para entrar al negocio.
Desde una empresa pública, como la CFE, se podría ofrecer el triple play. Por ejemplo: la
empresa eléctrica estatal de Francia brinda este servicio en este momento con un solo cable,
como ocurre en muchos otros países de Europa.
La dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) señaló que “remplazar el
cobre es quitar potencial a un organismo público descentralizado como la CFE o como Luz
y Fuerza del Centro (LFC), para privilegiar a las empresas cableras, como Cablevisión –de
Televisa–, Cablemás, Megacable y otras. Hoy se ven los tendederos que están poniendo de
poste a poste, incluso fuera de norma y evadiendo los pagos que tienen que hacer por el uso
de la infraestructura.
La sustitución tiene una implicación de daño patrimonial al Estado, porque es una
infraestructura que se construyó con los impuestos de todos los mexicanos. Además el
cable de cobre es técnicamente mejor conductor de electricidad. Se determinó su uso, por
ejemplo, en el Distrito Federal, porque es una zona que tiene un alto índice de
contaminación. Además ese metal evita que haya variaciones de voltaje en el suministro y
una mejor calidad de conducción del fluido eléctrico.
Por ello, precisamente, primero se está quitando el cableado de cobre en las zonas
económicamente altas del país, que tienen poder adquisitivo y donde hay más posibilidad
de negocio para las empresas privadas.
La Secretaría de Gobernación recibió una denuncia del SME, acompañada de grabaciones,
fotografías, y documentos, sobre la sustitución de materiales y su impacto en los
consumidores y usuarios.
En el mercado negro, constituido en su su mayoría por pequeños comercios que compran y
venden materiales de desecho, una persona puede vender cobre sin dar explicaciones de su
origen y obtener 100 pesos por cada kilogramo, en tanto el kilo de aluminio es adquirido
entre 17 y 20 pesos.
En las instalaciones que operaba Luz y Fuerza, el saqueo de material no se restringió al
cobre, sino también a herramientas, equipo, vehículos y hasta vestimenta. De todos estos
4. productos se ha creado un mercado paralelo, donde incluso hay tianguis en que se pueden
encontrar escaleras, medidores, portaherramientas, camisolas, guantes y cascos que
pertenecían a LFC.
Venta ilícita a industrias
Otro mercado está en las industrias, donde se comercializan objetos más sofisticados, como
transformadores y hasta postes.
Para muestra de los actos de corrupción en la paraestatal, basta un yate: el ex subdirector de
Operaciones de la CFE, Néstor Moreno Díaz –ahora prófugo de la justicia por
enriquecimiento ilícito y cohecho al haber recibido dinero y una embarcación a cambio de
otorgar contratos de manera indebida a empresas nacionales y extranjeras– fue el encargado
de recibir todo el patrimonio e infraestructura eléctrica de LFC, sin que se hiciera un
inventario o se rindieran cuentas.
El daño patrimonial al país y a la red de distribución es incuantificable, debido a que el
cobre ha sido sacado de los centros de trabajo en morrales o costales; ha sido hurtado de
bajadas de los postes de luz, de instalaciones internas y externas, y ahora, con el programa
de sustitución de la CFE, no existe información de cuántos metros lineales han sido
cambiados ni qué se ha hecho con el material sustraído.
En el fondo de esta trama están los negocios millonarios que han surgido por estos
mercados ilegales de cobre y el hecho de que, según expertos financieros, la industria del
triple play está valuada en 30 mil millones de dólares y genera más de 8 mil millones de
pesos al año en México, al disputarse más de 4 millones estimados de usuarios, de acuerdo
con estimaciones de la SCT.
http://www.jornada.unam.mx/2012/01/16/politica/002n1pol