El documento describe al rey como una figura que representa a España de manera justa y democrática, ayudando a los necesitados con actos de corazón. El rey pide a los jóvenes que tengan convivencia, solidaridad, entendimiento, respeto mutuo y tolerancia. Además de ser la cabeza de la familia real, el rey es una persona común con una familia y sentimientos, pero que mantiene las instituciones democráticas y la constitución de España.