Este documento es una carta de Pablo a Timoteo en la que le aconseja que no permita que nadie menosprecie su juventud. Más bien, debe ser un ejemplo para otros creyentes a través de su palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Pablo le dice a Timoteo que sea un modelo en cómo habla y vive, para que otros imiten su carácter amoroso y confianza en Dios.