El poema habla sobre disfrutar el tiempo con Dios después de dejar atrás el ruido y la responsabilidad del mundo, cumpliendo con amor y obediencia lo que lo ha consagrado al Creador. El autor expresa que irá a estar con Aquel que lo sigue amando y aguardando, para gustar lo que antes no pudo disfrutar totalmente debido a las distracciones.