Tener una radio convencional conlleva grandes desafíos económicos como los altos costos de equipos y redes de emisión y la necesidad de obtener una licencia debido al espectro limitado. Otras barreras incluyen un proceso burocrático para obtener una licencia y contar con el respaldo de un grupo de comunicación importante. Incluso si se cuentan con los recursos, solo se podría emitir en una frecuencia y área geográfica determinada, y a mayor cobertura, mayores serían los costos.