El documento describe dos opciones más ecológicas para deshacerse de material informático obsoleto o roto: el reciclaje y la donación. El reciclaje implica depositar el equipo en puntos verdes o ecoparques establecidos por los ayuntamientos, quienes se encargan de transportar los residuos a los lugares adecuados. La donación permite dar el equipo a organizaciones que puedan reutilizarlo.