1. RECICLAJE INFORMATICO
Cuando el material informático con el que trabajamos
deja de funcionar o de ser útil, tenemos varias
opciones para deshacernos de él. La más habitual
(desgraciadamente) es depositarlo discretamente en
el contenedor más cercano, cuando no dejarlo
directamente en la calle. Existen sin embargo dos
alternativas mucho más ecológicas y amigables que
la primera, el reciclaje y la donación.
En esta entrada nos vamos a centrar en el reciclaje
de material informático. Cuando los equipos ya no
funcionan o son tan sumamente viejos que no van a
poder resultar de utilidad a nadie más, la mejor
opción es optar por su reciclado. Muchas de las
partes que los componen contienen materiales lo
suficientemente tóxicos para que sea aconsejable no
deshacerse de ellos de cualquier manera.
Plomo, selenio, cadmio, mercurio y otros, son
elementos perjudiciales para nuestra salud, por no
hablar ya del medio ambiente y del impacto que
supone no sólo el tipo de residuos, sino su cantidad.
Según los datos que figuran en un informe de
Alejandro Castan, ingeniero informático y docente
catalán, en el año 2005 sólo en españa se generaron
20.000 toneladas de basura electrónica, y el 90% de
ella acaba en vertederos inadecuados.
En equipos adquiridos a partir del 1 de enero de
2006, nos podemos acoger a la normativa vigente, el
2. Real Decreto 208/2005, que regula entre otras cosas
la gestión de los residuos electrónicos y eléctricos.
Según éste, son los fabricantes de los aparatos los
que están obligados a hacerse cargo de su reciclado
e incluso de recogerlo en el domicilio de su cliente,
sin posibilidad de repercutir ningún coste a éste
último (con toda probabilidad ya lo han repercutido
en el precio del aparato).
En caso de equipos adquiridos antes de esta fecha u
ordenadores clónicos, sin marca, los usuarios
tenemos la alternativa de depositarlos en puntos
verdes, limpios, ecoparques, como los llamen en
cada lugar. Muchos ayuntamientos tienen
establecidos sistemas de recogida que cubren esta
necesidad, siendo ellos los que se encargan de
transportar los residuos a los puntos adecuados.
Si tenéis material de desecho, no dudéis en poneros
en contacto con el ayuntamiento de vuestro
municipio para preguntar si ofrecen este servicio. Si
no es así, o preferís hacerlo vosotros mismos, al final
de la entrada os dejo un enlace a la página de la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en
la que disponen de una base de datos de puntos
limpios en la que podréis buscar aquellos cercanos a
la ubicación de vuestra empresa.