1. RELATO 30
Había una vez un niño que vivía cerca del
mar. Su papá tenía lancha y sacaban diariamente mariscos como
ser piures, almejas, caracoles, navajuelas, erizos, picorocos y
jaibas. Él siempre esperaba a que llegara la lancha en las tardes
para ayudar a su papá a fondearla en la caleta del sector.
Resulta que una tarde, su papá llevó un
canasto con una docena de jaibas para cocerlas y comerlas. A su
primo que estaba en su casa, se le ocurrió una idea para
entretenerse: le dijo que suelten las jaibas en el patio, para que
ellos las atrapen y las pongan en el canasto.
Sin darse cuenta, una jaiba enfurecida, le
atrapó con sus pinzas uno de sus dedos del pie izquierdo. Un
enorme grito se escuchó en el patio, pues este crustáceo tiene unas
pinzas muy poderosas, que incluso hasta pueden cortar un dedo.
Su papá, que escuchó el lamento de su hijo, llegó corriendo y al
ver que éste se hallaba en esta incómoda situación, tomó a la jaiba
con rapidez y le arrancó las patas de un solo tirón.. El niño,
llorando por el dolor se fue a su dormitorio, ante la burla de los
demás. Fue la única vez, que no comió jaibas en su corta vida.
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2. RESPONDER:
-¿Qué mariscos extraían desde el mar?
-¿Qué llevó su papá una tarde?
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-¿Qué juego le propuso su primo?
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-¿Qué ocurrió durante el juego?
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-¿Qué hizo su papá para liberarlo de la jaiba?
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