Las fundaciones rescatan perros callejeros y maltratados para darlos en adopción, pero la cantidad de rescates supera a las adopciones. Para adoptar, las familias deben asegurar el bienestar del perro proporcionando atención médica, alimento y un espacio seguro acorde con su tamaño, y estar dispuestas a asumir las responsabilidades de un animal de compañía.