La energía de activación es la energía mínima necesaria para que una reacción química ocurra. Se requiere que las partículas reactivas colisionen con suficiente energía y orientación para romper enlaces existentes y formar nuevos, pero solo una fracción de las colisiones tienen la energía necesaria para causar la reacción. La cantidad mínima de energía requerida para iniciar una reacción es conocida como la energía de activación.