La relación entre Europa y Estados Unidos ha sido históricamente compleja, con momentos de cooperación y competencia. Aunque comparten valores democráticos, a menudo difieren en sus enfoques de política exterior, comercio y defensa. En la actualidad, ambas partes buscan fortalecer sus lazos mientras gestionan desacuerdos en temas como el cambio climático y las relaciones con China e Irán.