2. SANTA ANNA
El general Antonio López de Santa
Anna, uno de los personajes
mexicanos más importantes del siglo
XIX, fue uno de los caudillos más
admirados por liberales y
conservadores, quienes luchaban
constantemente por ganarse su
apoyo, a tal grado que las primeras
décadas de vida independiente de
México son a veces llamadas época
de Santa Anna. Esto debido a que
Santa Anna fue presidente de la
república once veces.
3. Nacido en el estado de Veracruz, fue oficial del ejército
realista en la provincia de Texas. Luego de varios años
de combatir a los ejércitos insurgentes, Santa Anna se
encontró de pronto en las filas del ejército de Iturbide,
con los que permaneció hasta la consumación de la
independencia. Fue uno de los generales más jóvenes
del mismo y se levantó en armas contra el imperio de
Iturbide. Apoyado por los antiguos independentistas,
ayudó a la instalación de la primera república federal
en 1824
4. CONFLICTOS:
Como la Corona española no reconoció a nuestro país su
independencia cuando se proclamó, generó el temor de la
gente a una nueva invasión, por lo que se intensificaron los
esfuerzos para conseguir que la fortaleza de San Juan de
Ulúa, en Veracruz, se rindiera. Esto sí ocurrió y la fortaleza
cayó en manos de los mexicanos el 18 de noviembre de
1825.
5. Sin embargo, ahí no terminaron los temores de
una invasión, ya que muchos antiguos
peninsulares aún tenían la esperanza de que esto
sucediera. En 1826 se descubrió una supuesta
conspiración de este grupo, lo cual generó un
sentimiento antiespañol en todo México, que
condujo a decretar la expulsión de todos los
españoles del país, aunque esto representó un
gran golpe a la economía nacional.
6. Pese a esto, el gobierno del presidente Victoria no era lo
suficientemente fuerte. El 25 de noviembre de 1825 su propio
vicepresidente, Nicolás Bravo, se levantó en armas en su
contra. Guadalupe Victoria mandó llamar a Vicente
Guerrero, quien aplastó la insurrección de Bravo. Los
federalistas declararon que ningún gobierno podría ser
legítimo si se apoyaba en una rebelión contra el orden
establecido y con esta justificación mandaron a muchos
centralistas al exilio.
7. No pasaría mucho tiempo antes de que los liberales tuvieran
que probar en carne propia esas ideas. Para las elecciones
presidenciales de 1828, los centralistas presentaron la
candidatura de Manuel Gómez Pedraza, mientras que los
federalistas-liberales apoyaron a su héroe del momento,
Vicente Guerrero. Gómez Pedraza fue el vencedor, pero los
liberales no iban a dejar las cosas así. Viendo Santa Anna
que los conservadores no podrían mantener su gobierno por
mucho tiempo ante los militares liberales, hizo lo que sabía
hacer mejor: se adelantó a las circunstancias y desconoció el
resultado de la elección.
8. El 16 de septiembre de 1828, Santa Anna se rebeló en
Jalapa en favor de la presidencia de Vicente Guerrero.
Lorenzo de Zavala y el general José María Lobato
ocuparon la Ciudad de México donde el pueblo, animado
una vez más en contra de los españoles, saqueó el mercado
"El Parián", que ocupaban principalmente comerciantes
peninsulares. Este hecho, conocido como el motín de la
Acordada, propició que el Congreso declarara nula la
elección de Gómez Pedraza; además, se nombró
presidente a Vicente Guerrero y vicepresidente a Anastasio
Bustamante, un militar y político de ideas liberales.
9. Una vez hecho esto, Santa Anna retornó a Veracruz con
el cargo de gobernador y comandante militar de la región,
y ahí esperó una vez más la oportunidad de lanzarse
sobre la presidencia.
10. Esa oportunidad no tardó en
llegar. Con el objetivo de
reconquistar México, un ejército
español dirigido por el general
Isidro Barradas desembarcó en
las costas de Tampico, de julio
a septiembre de 1829. A pesar
de que Santa Anna no contaba
con suficientes hombres y sus
recursos y armamento eran
sumamente limitados, como
ocurría con todos los ejércitos
mexicanos, salió a enfrentar la
invasión.
11. Barradas se mostró poco agresivo y esto, aunado a la
siempre extraña suerte de Santa Anna, llevó a la rendición
del ejército invasor. Al saberse la noticia en todo el país,
Santa Anna fue elevado a la categoría de héroe nacional y
su popularidad no tuvo límites. Ahora tenía tanto poder
como para influir directamente en el presidente de la
república.
12. Durante la invasión de Barradas, el presidente Guerrero
mandó movilizar al ejército y, en previsión de una
invasión, colocó un gran número de fuerzas en la ciudad de
Jalapa, al mando del vicepresidente Bustamante. Éste, que
a pesar de tener ideas liberales estaba de acuerdo con los
conservadores, se rebeló en contra de Guerrero y marchó
hacia la Ciudad de México, donde entró triunfante y fue
declarado presidente.
13. Entre las primeras obras de Bustamante estuvo el
asesinato a traición de Guerrero, así como una serie
de medidas en contra de la Constitución de 1824 que,
aunque no fue derogada, se nulificó por completo. El
campo ahora sería propicio para que centralistas y
federalistas se enfrentaran directamente en una lucha
que muchas veces resultó sangrienta. En medio de
ésta se encontraría la figura del general Antonio
López de Santa Anna.
14. DIFERENCIAS ENTRE CENTRALISTAS
Y FEDERALISTAS
Hasta ese momento la forma de gobierno de México era
una república federal, pero al llegar Anastasio Bustamente
al poder, se adoptó el centralismo, que consistía en que un
gobierno central, en este caso desde la Ciudad de México,
tomara todas las decisiones de interés para los estados,
dejando sólo algunos asuntos para ser decididos en cada
región. Eso ya había sucedido durante la época de la Nueva
España, en que todos en el país debían acatar las órdenes
del virrey, quien representaba a la Corona española.
15. Después de la independencia, muchos pensaban que esa
forma de gobierno debía seguir existiendo en nuestro país,
aunque ya sin la dominación española. Los centralistas
contaban con el apoyo de la Iglesia y de algunos grupos
de personas ricas.
16. También había el intento de regresar a la época de los
fueros y privilegios, donde durante la época de la colonia
algunos grupos, especialmente los militares y los
eclesiásticos, habían gozado de más derechos que la
mayoría de la población.
17. Otra cosa que defendían los centralistas era que, al ser
católicos la gran mayoría de los mexicanos, no debía
permitirse ninguna otra religión
18. Para luchar por todas esas causas y poder organizarse
mejor, tanto centralistas como federalistas formaron una
especie de grupos secretos, conocidos como logias
masónicas. Estos son grupos que nacieron en Europa
durante la Edad Media, compuestos por personas que se
ayudan mutuamente para lograr sus propósitos. Cada uno
reconoce a los otros miembros del grupo como sus
hermanos. Esa unión les daba poder y capacidad
suficiente para influir en muchos asuntos cotidianos.
19. Las logias fueron introducidas por dos representantes extranjeros. Los
conservadores o centralistas se asociaron con el llamado "Rito Escocés",
apoyado por los embajadores de Francia e Inglaterra, países que tenían
gran interés en México para ampliar su influencia y aprovisionarse de
materias primas, a la vez que desde nuestro territorio podrían competir
más directamente con el naciente comercio internacional estadounidense,
que ya controlaba importantes mercados internacionales como el del
algodón.
20. En tanto, los liberales o federalistas se hicieron miembros del
llamado "Rito Yorkino", el cual fue apoyado por el embajador de
Estados Unidos, Joel R. Poinsett, quien llegó a México en 1822.
Poinsett tenía órdenes de su gobierno para conseguir la venta o
cesión de territorio mexicano a Estados Unidos y usó la logia con
ese fin. Los liberales veían en Estados Unidos un modelo a imitar en
muchos sentidos, tanto en su forma de aplicar el federalismo como
en su rápido desarrollo económico, por lo que inmediatamente se
identificaron con el rito Yorkino y se hicieron masones. Esta
relación fue frecuentemente aprovechada por Poinsett, quien intentó
a toda costa cumplir su misión en México. Sus métodos fueron tan
directos, que el gobierno mexicano tuvo que pedir su salida por
interferir en los asuntos internos del país.
21. Anastasio Bustamante llegó a la presidencia de la República
encabezando a los centralistas. Sin embargo, era de un
carácter tan débil que ante el temor de que se desarrollaran
conspiraciones en su contra, prohibió y persiguió a las
logias masónicas de ambos ritos. Esto no le sirvió de
mucho, pues el 2 de enero de 1832 el siempre inquieto
Santa Anna, al ver que el gobierno en manos de los
conservadores no duraría mucho, se levantó otra vez en
armas.
22. La guerra se extendió otra vez por todo el país, hasta San Luis
Potosí y Texas, donde Lorenzo de Zavala desconoció al gobierno
centralista y de hecho declaró la independencia de aquel estado
por vez primera. Bustamante tuvo que firmar los convenios de
Zavaleta, por los cuales se comprometía a restablecer el
federalismo y se proclamó a Manuel Gómez Pedraza como
presidente, para que terminara el periodo presidencial que había
comenzado en 1829 y que Vicente Guerrero interrumpió.
23. Nuevamente los liberales estaban en el poder, más
fuertes que nunca por contar con el apoyo de Santa
Anna y otros militares, así que decidieron llevar hasta
sus últimas consecuencias su programa de reforma
general de México. Tres meses después, al expirar el
periodo presidencial de Gómez Pedraza, Antonio
López de Santa Anna fue declarado presidente. Sería
la primera vez que ocuparía el cargo, pero no la
última.
24. DICTADURA DE SANTA ANNA
Santa Anna acepta “sacrificarse” por la nación
El gobierno conservador le ofrece gobernar el país bajo
los principios conservadores. Santa Anna acepta
“sacrificarse por el país. Alemán ofrecía a Santa Anna
todos los recursos de su partido.
Principios conservadores:
Conservar religión católica, sostener el culto con
esplendor y arreglar lo relativo a la administración
eclesiástica con el papa.
25. Abolición del gobierno federal y elecciones populares.
Nueva división territorial, dejando la forma de estados
vigentes, con el fin de facilitar la administración.
Organización de un ejército competente y de las antiguas
milicias provinciales.
26. El presidente promulga las Bases para la
Administración de la República hasta la
promulgación de la Constitución, las cuales
establecían que entrarían en receso las legislaturas
locales y la federal con el fin de poder ejercer las
amplias facultades que se le habían concebido.
25 de abril el ministerio de Justicia expide la Ley
Lares, por la cual se hace casi imposible la prensa
libre.
27. Santa Anna destierra varios liberales y
encarcela otros.
El 11 y 14 de mayo se promulga la
centralización del poder público y de las
rentas de la nación. El decreto del día 20
promulga la formación de un ejército de 90
mil hombres.
Expedición de la Ley de Conspiradores.
28. En junio se restableció la compañía de Jesús, se obligó a
todos a viajar con pasaporte dentro del país, se derogó la ley
libera de Gómez Farías referente a los votos monásticos y
autorizó el funcionamiento de los conventos.
Finales de 1853. Indemnización de 10 millones de pesos por la
pérdida de la Mesilla.
29. Noviembre de 1853. se declara el Acta de
Guadalajara, la cual permite al presidente
continuar con sus poderes discrecionales
conferidos. En caso de fallecer o de
imposición física o moral, escogería sucesor.
En resumen, su tratamiento sería de Alteza
Serenísima.
30. Disgusto y animadversión de todas las
clases del país hacia el gobierno
santanista: los conservadores lo odiaban
porque la efervescencia popular pondría
en riesgo sus intereses; los moderados
porque consideraban completamente
ilegal su régimen y porque habían sido
heridos sus intereses de propietarios y de
industriales; los radicales por todo, pero
principalmente por sus ataques a las
libertades civiles y políticas, por sus
medidas persecutorias y por sus
proyectos monárquicos.