El documento habla sobre la presentación de Jesús en el templo según el relato de Lucas. Simeón, un hombre justo guiado por el Espíritu Santo, reconoce a Jesús como el Mesías esperado y lo bendice. Sin embargo, Simeón también predice que Jesús será una "bandera discutida" que causará división, y que una espada atravesará el alma de María. El documento luego incluye sugerencias para la reflexión y oración sobre varios temas relacionados con la familia.

1. 30 Diciembre 2012
PALABRAS DE VIDA
Sagrada Familia
PASTORAL PENITENCIARIA Lc 2,22-40
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a
Jerusalén, para presentado al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito
varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de
tórtolas o dos pichones.» . Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y
piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un orá-
culo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el
Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto
por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: - «Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado
ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su
madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su ma-
dre: - «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera
discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones, y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de
jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del
templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba
gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando
cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El
niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Palabra del Señor.
BANDERA DISCUTIDA
Simeón es un personaje entrañable. Lo ima- dor.
ginamos casi siempre como un sacerdote an- Pero, de pronto, se dirige a María y su ros-
ciano del Templo, pero nada de esto se nos tro cambia. Sus palabras no presagian nada
dice en el texto. Simeón es un hombre bueno tranquilizador: «Una espada te traspasara el
del pueblo que guarda en su corazón la espe- alma». Este niño que tiene en sus brazos
ranza de ver un día «el consuelo» que tanto será una «bandera discutida»: fuente de
necesitan. «Impulsado por el Espíritu de conflictos y enfrentamientos. Jesús hará
Dios», sube al templo en el momento en que que «unos caigan y otros se levanten». Unos
están entrando María, José y su niño Jesús. lo acogerán y su vida adquirirá una dignidad
El encuentro es conmovedor. Simeón recono- nueva: su existencia se llenará de luz y de
ce en el niño que trae consigo aquella pareja esperanza. Otros lo rechazarán y su vida se
pobre de judíos piadosos al Salvador que echará a perder. El rechazo a Jesús será su
lleva tantos años esperando. El hombre se ruina.
siente feliz. En un gesto atrevido y mater- Al tomar postura ante Jesús, «quedará clara
nal, «toma al niño en sus brazos» con amor y la actitud de muchos corazones». El pondrá
cariño grande. Bendice a Dios y bendice a los al descubierto lo que hay en lo más profundo
padres. Sin duda, el evangelista lo presenta de las personas. La acogida de este niño pide
como modelo. Así hemos de acoger al Salva- un cambio profundo. Jesús no viene a traer

2. tranquilidad, sino a generar un proceso dolo- so para todos.
roso y conflictivo de conversión radical. Cuanto más nos acerquemos a Jesús, mejor
Siempre es así. También hoy. Una Iglesia que veremos nuestras incoherencias y desviacio-
tome en serio su conversión a Jesucristo, no nes; lo que hay de verdad o de mentira en
será nunca un espacio de tranquilidad sino de nuestro cristianismo; lo que hay de pecado
conflicto. No es posible una relación más vi- en nuestros corazones y nuestras estructu-
tal con Jesús sin dar pasos hacia mayores ras, en nuestras vidas y nuestras teologías.
niveles de verdad. Y esto es siempre doloro-
José Antonio Pagola
Para la revisión de vida
¿Cómo vivo mi vida familiar? ¿Pueden mis familiares estar sufriendo por mí?
¿Hay algún desajuste entre lo que digo en la sociedad pública y lo que vivo en la familia?
La familia es una realidad estática que pasa por etapas evolutivas muy diferentes… ¿Cuál es la
próxima etapa que vivirá mi familia? ¿Precisa ya de alguna preparación o previsión?
Para la reunión de grupo
El tema de la “defensa de la familia” es un área de conflicto entre la Iglesia y la sociedad ac-
tual. Analizar las posturas de ambos lados. Concretamente: ¿qué actitudes nuevas sería bueno
que tomaramos nosotros y la Iglesia en este tema?
Para Jesús la familia puede ser relativizada. Hay valores a los que debe someterse la familia,
volores que uno debe poner también por encima de la relación con su familia… Comentar la
conducta de Jesús cuando pregunta ¿Quiénes son mi padre, mi madre y mis hermanos?
Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mc 3,33-
35).
Para la oración de los fieles
Por toda la Iglesia, para que los cristianos hagamos de ella una verdadera familia en la que no
haya discriminaciones sino que reinen la justicia, el amor y la fraternidad. Oremos.
Por todos cristianos, para que seamos solidarios en la tarea de hacer de este mundo una única
familia humana llena de paz y fraternidad. Oremos.
Por las familias cristianas, para que estén abiertas a todas las transformaciones positivas que
vive hoy la institución familiar. Oremos.
Por las familias rotas, los hijos que sufren las consecuencias de una separación, los que estén
alejados de sus familias, los que no aciertan a saber convivir con los suyos. Oremos.
Por las familias sin vivienda, sin trabajo, emigrantes. Oremos.
Por nuestras familias, para que vivamos en coherencia con nuestra fe, trabajando por el Reino.
Oremos.
Oración comunitaria
Señor Jesús que quisiste comenzar tu vida como todo ser humano, en el seno de una fami-
lia, necesitado del calor, el alimento y el apoyo de los más cercanos; comenzando a apren-
der a caminar... Danos apreciar las virtudes domésticas y el valor de autenticidad que da el
compromiso en el día-a-día humilde y oculto. Por Jesucristo Nuestro Señor.