2. hijo de Buzí, de linaje sacerdotal, fue llevado cautivo a
Babilonia junto con el rey Jeconías de Judá (597 a. C.) e
internado en Tel-Abib a orillas del río Cobar. Cinco años
después, a los treinta de su edad (cf. 1, 1), Dios lo llamó al
cargo de profeta, que ejerció entre los desterrados durante
22 años, es decir, hasta el año 570 a. C. hijo de Buzí, de linaje
sacerdotal, fue llevado cautivo a Babilonia junto con el rey
Jeconías de Judá (597 a. C.) e internado en Tel-Abib a orillas
del río Cobar. Cinco años después, a los treinta de su edad
(cf. 1, 1), Dios lo llamó al cargo de profeta, que ejerció entre
los desterrados durante 22 años, es decir, hasta el año 570 a.
C.
3. Recientemente se ha celebrado los 100 años de la muerte
de san Ezequiel Moreno Díaz, un «obispo molesto», como lo
ha titulado don José María Iraburu, un santo polémico por la
claridad y contundencia de sus pastorales.
A orillas del Ebro, en Alfaro, pequeña ciudad agrícola de la
Rioja (España), el modesto sastre Félix Moreno y su mujer,
Josefa Díaz, tuvieron seis hijos, cuatro mujeres y dos varones.
Ezequiel, el segundo varón y cuarto de los hermanos, nació
el 9 de abril de 1848. Era un niño inteligente, sumamente
responsable, sereno y constante. Asistió a la escuela con
regularidad. Le encantaba jugar con sus compañeros al tejo
y a la pelota. Pero en las fiestas del pueblo se privaba de las
vaquillas para acompañar a un niño enfermo, despuntaba
ya su inmensa caridad. Aficionado al canto, tenía una
excelente voz y se acompañaba bien con la guitarra.
4.
Cuentan que siendo Ezequiel muy pequeño le preguntaron
en el convento qué iba a ser de mayor. « i Fraile! », contestó.
« ¡Tú, fraile! ¡Tan calandrijo!». Pero él, sin inmutarse solucionó
el problema. “Me pondré un sombrero de copa para ser más
alto”. El 21 de septiembre de 1864, a sus 16 años, ingresa en
el noviciado para aprender a ser agustino recoleto, como lo
era su hermano Eustaquio, buen violinista, por cierto.
Acababa de morir su padre y la familia había quedado en
situación económica muy precaria; pero la madre lo ofrendó
generosamente. Un año después, Ezequiel profesa y hace
voto de ir como misionero a Filipinas.
5. Te damos gracias, Padre y Señor nuestro, porque has querido
darnos en San Ezequiel Moreno un acabado modelo de
fidelidad al Evangelio, un perfecto y ardiente operario de su
viña y un Pastor según el Corazón de tu Hijo. Te pedimos, por
su intercesión, nos concedas vivir con alegría nuestro
testimonio cristiano e imitar, sobre todo, su ardiente amor a Ti
y su plena disponibilidad al servicio de la Iglesia y de los
hombres. Amén.
6. Carmela Jurado, hallándose en estado casi agónico con
cáncer en la garganta y el paladar, se curó repentinamente
en la noche del 11 de febrero de 1947, por intercesión del
obispo Ezequiel Moreno. Este hecho portentoso sirvió para la
beatificación
Buesaco, Nariño, Colombia: María de Jesús Ñáñez, operada
de cáncer en la pierna derecha y con metástasis en el seno
izquierdo, se curó también milagrosamente en la noche del
18 de julio de 1986, por intercesión de san Ezequiel. La
aprobación de este nuevo milagro dio paso a la
canonización.