El documento argumenta que la fe sin obras está muerta, citando varios versículos de la Biblia como evidencia. Explica que las obras muestran una fe verdadera y son necesarias para justificar la fe, usando el ejemplo de la obediencia de Abraham de sacrificar a su hijo Isaac como evidencia de su fe en Dios. Finalmente, cuestiona qué dicen las obras propias sobre la fe de uno.

1. LA FE SIN OBRAS ESTÁ
MUERTA
SANTIAGO 2:14-26

3. “la fe sin obras está
muerta en sí misma”
Stg- 2:14-26

4. “Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores
de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no
es justificado por las obras de la ley, sino por la fe
de Jesucristo, nosotros también hemos creído en
Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo
y no por las obras de la ley, por cuanto por las
obras de la ley nadie será justificado.”
Gá. 2:15-16

5. “¿Dónde, pues, está la jactancia?
Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la
de las obras? No, sino por la ley de la
fe. Concluimos, pues, que el hombre es
justificado por fe sin las obras de la
ley.”
Ro. 3:27-28

7. “En cuanto a la pasada manera de
vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos
engañosos,​y renovaos en el espíritu de
vuestra mente”
Ef. 4:22-23

9. LA FE DE NADA SIRVE
SIN OBRAS

12. LAS OBRAS MUESTRAN
UNA FE VERDADERA

14. Abraham (Gn. 22)
Gn. 22:5 – “Volveremos a vosotros”.
Gn. 22:8 – “Dios proveerá un sacrificio”.
Gn. 22:10 – No rehúsa a su propio hijo.
Gn. 22:12 – “Ahora conozco que temes a
Jehová”.

15. ¿QUÉ DICEN MIS OBRAS
DE MI FE?