Este documento resume las enseñanzas de Santiago sobre la relación entre fe y obras. Santiago argumenta que la fe sin obras está muerta, usando como ejemplos la fe de Abraham y Rahab, quienes demostraron su fe a través de sus acciones. También discute la aparente contradicción entre Santiago y Pablo sobre la justificación, explicando que ambos concuerdan en que la fe genuina se demuestra y perfecciona a través de las obras.