Un conejo encontró una cosecha de zanahorias que pertenecía a un puerco espín. El puerco espín se negó a compartir sus zanahorias con el conejo, a pesar de que este tenía hambre. Aunque el conejo consideró robar algunas zanahorias, su honestidad pudo más. La historia enseña sobre la importancia de compartir con los demás y de ser una persona honesta.