Las redes sociales recopilan información personal como el estado civil y lugar de residencia de las personas, especialmente jóvenes. Si no se controla con quién se comparte esta información, puede haber consecuencias como la invasión de la privacidad, adicción a las redes, y casos de pornografía infantil y pedofilia. Se recomienda ser selectivo con la información que se comparte y con quién se acepta como amigo para prevenir estos problemas.