REFLEXIÓN

2. Aquí estoy, Señor, para darte ese tiempo de mi
vida, que es muy poco, comparado con el tiempo
que siempre tengo para trabajar, para distraerme y
pasear. Es muy poco pero quiero que sea tuyo y
que será el mejor de mi tiempo porque es para ti.

3. Dame paz, tranquilidad. Auséntame de todas mis
preocupaciones, quedarme vacía de todos los
problemas y dolores que llevo en mi alma,
muchas veces causados por mi equivocado
proceder, y entregarme de lleno a ti.
Desconéctame, Señor, de las cosas de mi vida
que tanto amo.... quiero que tú me ayudes a
encontrar esa "perla escondida" que es aprender
a vivir en la humildad.

4. A veces pienso, al acercarme a ti, que es el
único momento en que siento mi nada, mi
pequeñez, porque cuando te dejo y me voy a
mis ocupaciones me parece que piso firme, que
hago bien las cosas, muchas de ellas, muy bien
y casi sin darme cuenta reclamo aplausos,
reclamo halagos y me olvido de ser humilde, de
aceptar, aunque me duela, mis limitaciones, mis
errores, mis faltas y defectos de carácter, que
siempre trato de disimular para que no vean mi
pequeñez y cuando llega el momento de pedir
perdón...

5. ¡Cómo cuesta! Qué difícil es reconocer que nos
equivocamos, qué juzgamos mal, que lastimamos
y rogar que nos perdonen.
Ante ti, Señor, buscando alcanzar esa HUMILDAD,
que tanta falta me hace, me atrevo a rezarte la
hermosa:
ORACION POR LA HUMILDAD

6. Señor Jesús, manso y humilde.
Desde el polvo me sube y me domina esta
sed de que todos me estimen, de que todos
me quieran.
Mi corazón es soberbio. Dame la gracia de
la humildad, mi Señor manso y humilde de
corazón.

7. No puedo perdonar, el rencor me quema,
las críticas me lastiman, los fracasos me
hunden, las rivalidades me asustan.
No sé de donde me vienen estos locos
deseos de imponer mi voluntad, no ceder,
sentirme más que otros... Hago lo que no
quiero. Ten piedad, Señor, y dame la gracia
de la humildad.

8. Dame la gracia de perdonar de corazón, la
gracia de aceptar la crítica y aceptar
cuando me corrijan. Dame la gracia, poder,
con tranquilidad, criticarme a mí mismo.
La gracia de mantenerme sereno en los
desprecios, olvidos e indiferencias de
otros. Dame la gracia de sentirme
verdaderamente feliz, cuando no figuro, no
resalto ante los demás, con lo que digo, con
lo que hago.

9. Ayúdame, Señor, a pensar menos en mi y
abrir espacios en mi corazón para que los
puedas ocupar Tú y mis hermanos.
En fin, mi Señor Jesucristo, dame la gracia
de ir adquiriendo, poco a poco un corazón
manso, humilde, paciente y bueno.
Cristo Jesús, manso y humilde de corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo. Así
sea. (P. Ignacio Larrañaga)
FUENTE: INTERNET

10. FUENTE: INTERNET
Dame un alma pura, recta, fiel, un conocimiento
verdadero y práctico, con el amor de tus
mandamientos y la facilidad para cumplirlos, de
tal manera, Señor, que pueda progresar sin cesar
con humildad en el camino de lo mejor y no fallar
jamás.
No me abandones, señor, a mi sola voluntad, ni a
la ignorancia o la debilidad humana, ni a mis
méritos, ni a nada que no sea tu cuidadosa
Providencia.
Que por mí y en mí se cumpla siempre solamente
tu santa voluntad. San Anselmo (siglo XI)

11. FUENTE: INTERNET
La humildad es el camino para llegar al
conocimiento de la verdad. San Agustín
“El don de la oración está en manos del Salvador.
Cuanto más té vacíes de ti mismo, es decir, de tu
amor propio y de toda atadura carnal, entrando en
la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu
corazón.” San Pío de Pieltrecina

12. Y NI SIQUIERA ENTIENDO LO QUE ME PASA, PORQUE NO HAGO EL
BIEN QUE QUISIERA, SINO, POR EL CONTRARIO, EL MAL QUE
DETESTO. ROMANOS 7:15
ESTÁ A MI ALCANCE QUERER EL BIEN, PERO NO REALIZARLO, Y,
DE HECHO, NO HAGO EL BIEN QUE QUIERO, SINO EL MAL QUE NO
QUIERO. ROMANOS 7:18-19
POR LO TANTO, SI HAGO LO QUE NO QUIERO, NO SOY YO QUIEN
ESTÁ HACIENDO EL MAL, SINO EL PECADO QUE HABITA EN MÍ.
ROMANOS 7:20
DESCUBRO ENTONCES EN MÍ MISMO ESTA REALIDAD: QUERIENDO
HACER EL BIEN, ME SALE AL PASO EL MAL. ROMANOS 7:21

13. EL TEMOR DE YAVÉ ES ESCUELA DE SABIDURÍA, Y LA HUMILDAD
PRECEDE A LA ALABANZA. PROVERBIOS 15:33
EL PREMIO DE LA HUMILDAD ES EL TEMOR DE YAVÉ, RIQUEZA,
HONOR Y VIDA. PROVERBIOS 22:4
CUALQUIER COSA QUE HAGAS, HIJO, HAZLA CON DISCRECIÓN, Y
TE AMARÁN LOS AMIGOS DE DIOS. ECLESIÁSTICO 3:17
PORQUE GRANDE ES EL PODER DEL SEÑOR, Y LOS HUMILDES SON
LOS QUE LE DAN GLORIA. ECLESIÁSTICO 3:20

14. ANTES DE SU CAÍDA, EL CORAZÓN HUMANO SE ENSOBERBECE;
POR EL CONTRARIO LA HUMILDAD PRECEDE A LA GLORIA.
PROVERBIOS 18:12
LA ESCRITURA, PUES, NOS DICE: NO SE SIENTAN ORGULLOSOS
MÁS BIEN ESTÉN ORGULLOSOS DEL SEÑOR. 1 CORINTIOS 1:31
¿QUÉ TIENES QUE NO HAYAS RECIBIDO? Y SI LO RECIBISTE, ¿POR
QUÉ TE SIENTES ORGULLOSO COMO SI NO LO HUBIERAS
RECIBIDO. 1 CORINTIOS 4:7
NADIE PUEDE ATRIBUIRSE NADA, SI NO LO QUE LE HAYA SIDO
DADO POR DIOS. JUAN 3:27

15. QUE OTRO TE ALABE, PERO NO TU BOCA; UN EXTRAÑO, PERO NO
TUS PROPIOS LABIOS. PROVERBIOS 27:2
QUIEN QUIERA ALABARSE, QUE BUSQUE SU ALABANZA EN ESTO:
EN TENER INTELIGENCIA Y CONOCERME. JEREMÍAS 9:23
EL QUE SE GLORIÉ, GLORÍESE EN EL SEÑOR. PUES NO QUEDA
PROBADO EL QUE SE ALABA A SÍ MISMO SINO AQUEL A QUIEN
ALABA EL SEÑOR. 2 CORINTIOS 10:17-18
EL QUE ASPIRE A SER MÁS QUE LOS DEMÁS, SE HARÁ SERVIDOR
DE USTEDES. MATEO 20:26

16. A IMITACIÓN DEL HIJO DEL HOMBRE, QUE NO VINO PARA QUE LO
SIRVIERAN, SINO PARA SERVIR. MATEO 20:28
TENGAN UN MISMO AMOR, UN MISMO ESPÍRITU, UN ÚNICO SENTIR,
Y NO HAGAN NADA POR RIVALIDAD O POR ORGULLO. AL
CONTRARIO QUE CADA UNO, HUMILDEMENTE, ESTIME A LOS
OTROS COMO SUPERIORES A SÍ MISMO. FILIPENSES 2:3
TENGAN ENTRE USTEDES LOS MISMOS SENTIMIENTOS QUE TUVO
CRISTO JESÚS. FILIPENSES 2:5
EL, SIENDO DE CONDICIÓN DIVINA, NO REIVINDICÓ, EN LOS
HECHOS, LA IGUALDAD CON DIOS, SINO QUE SE DESPOJÓ,
TOMANDO LA CONDICIÓN DE SERVIDOR, Y LLEGÓ A SER
SEMEJANTE A LOS HOMBRES. FILIPENSES 2:6-7

17. EN SUS RELACIONES MUTUAS, QUE TODOS SEAN HUMILDES,
CONSIDERÁNDOSE SERVIDORES DE LOS DEMÁS, PORQUE DIOS
RESISTE A LOS ORGULLOSOS, PERO DA SU GRACIA A LOS
HUMILDES. 1 PEDRO 5:5
APRENDAN DE MÍ QUE SOY PACIENTE DE CORAZÓN Y HUMILDE, Y
SUS ALMAS ENCONTRARÁN ALIVIO. MATEO 11:29
YO VIVO EN LO ALTO Y ME QUEDO EN MI SANTIDAD, PERO
TAMBIÉN ESTOY CON EL HOMBRE ARREPENTIDO Y HUMILLADO,
PARA REANIMAR EL ESPÍRITU DE LOS HUMILDES Y ALENTAR LOS
CORAZONES ARREPENTIDOS. ISAÍAS 57:15