12. ¿Cómo explicarte?
Te juro que no eran azules las palabras al salir de mi boca,
cambiaron de color al llegar a tus ojos.
Tal vez fue la distancia, el tiempo,
el espacio que separa mi mano de tu oído.
Pero aunque no me creas, yo puedo asegurarte que eran
letras felices.
Como todo lo azul, imaginaste que estaban a medio
respirar, a medio ahogarse
yo no sé demostrar que mi azul silencioso no es de tierra, es
de cielo,
no se cómo explicarte…
Y si quiero escribirlo, las palabras, rebeldes, mutarán otra
vez de naranjas a grises y esa bola de penas, de vos, de mí,
de todos, empezará de nuevo.
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13. Primera exposición
¡Elegir entre una mecedora o un par alas sin manual de
instrucciones!
Siempre tuve debilidad por lo teñido en sepia…incluso los
recuerdos de lo que todavía no fue.
Sin embargo…
¡Es que la brisa a veces promete ligereza en el vuelo…
promete levedad!…
¡Pero la mecedora…las manos!
Dicen que cuatro manos son más fuertes que dos y que en
las tempestades los corazones fríos se calientan, si logran
sobreponerse al uno solitario.
A pesar de todo, presiento un estar en la cima, un mirar el
paisaje, ese tocar las nubes…
Algún tema musical me lleva a lo alto y me aferro a los
pájaros con empecinamiento de ave.
Por suerte me di cuenta a tiempo de que escuchar buena
música es sumamente peligroso a menos que seas muy
diestro en los aterrizajes.
En realidad me quedaría arriba, planeando todo el día, si
no fuera porque soy tan friolenta en el invierno…y por el
vértigo…
Porque además de todo lo demás, sufro de vértigo.
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14. De caminar la vida, o no
¡Cómo me marean los cuatro puntos cardinales!
Ver correr la vida de Norte a Sur, de Este a Oeste
me provoca cierta náusea.
Yo voy por un sendero semioblicuo, hacia alguna
profundidad.
Camino de espaldas viendo cómo se aleja el porvenir.
Desde lo alto un reflejo tenue me ilumina, me invita a ser
su huésped. Esa luz cálida y silenciosa es extremadamente
tentadora.
Hay más certeza en la intuición de mis ojos que en la
cordura de la gente pero aun así, decidir es aceptar un
ataque de pánico…
¡Aborrezco decidir!
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15. De lo que no debiste....
¡Molesta es la vida y su continua realidad!
Lloraste cuando hurgaron, y no a escondidas
podría haberse callado, ¿por qué no?
Qué inoportuna osadía...pensaste (la de hurgar)
pero ¿romper en llanto? ¿por qué?
Y vos…
no respondías…
14
16. Camino
Lo digo por decir, pero lo digo con certeza.
Un día todo va a teñirse de ese color que ando buscando.
Supe que había otros en el mismo camino. Los más
abandonaron la causa, algunos parecen haberlo encontrado,
pero, aunque quisieran, no es algo fácil de explicar, por eso
no lo dicen.
Es la voz interior, la voz trapecista,
la voz trepadora de altas cimas quien los delata,
descubre aquel acierto, aquella confusión afortunada que
los llevó a destino.
Yo miro, miro a unos, a otros, trato desesperadamente de
adivinar quién es quién y por qué medios llegaron.
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17. Qu'est-ce que c’est?
Me despertaste, de entre el caos, me pediste que te hablara
en francés, te dije qu'est-ce que c’est? (que es lo único que
se decir) y vos lo repetiste hasta el cansancio.
Yo, dentro de tu traje, como en un refugio en medio de un
invierno de desierto mientras bailábamos un lento. Vos,
imaginando finales. “¡Qué difícil se nos hace este amor!”,
dijiste y extrañamente estuvimos de acuerdo; entonces, se
atragantó mi garganta para evitar el desparramo de una ola
atolondrada en la espalda de tu traje gris.
De todos modos, si hubiera sucedido, no habría tenido la
menor importancia.
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18. La orden
Cuando me arden las manos, cuando ordenan
sobre los bastidores celestes, sobre las pieles del cielo;
cuando duele lo que duele hasta el espanto;
cuando me río después del desespero;
cuando falla la receta, cuando la meta se oculta detrás de
mis mares y mis ríos;
cuando el oxígeno muta a mercurio y me mata;
cuando lo mío es tan pobre, tan escaso.
Es entonces cuando escribo, hasta el cansancio escribo,
escribo… escribo… escribo… escribo
todas mis muertes y mis resurrecciones las escribo.
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19. Autoexilio
Algunos elegimos el exilio. Suprimir el mundo de su
mundo, recrearnos.
En vidas paralelas, construir, sin la razón, sin pies sobre la
tierra.
Fue ahí que se nos amigó la Pachamama, le regaló a
nuestros pies raíces voladoras, fructificando en ellos las
esencias de la antiquísima verdad ya olvidada.
Y fue en la espada, herrumbre, en el bolsillo, nada. Galope
de razón a contramano, alado el corazón, sin trabas.
Quedaba atrás el mundo de las cosas, ¡las cosas fueron
mundo de palabras! y la emoción escrita en poesía, de sangre
tinta, de música soñada.
¿Era Waslala? ¡NO!, era un invento nuestro que se llenó de
población hambrienta, ¡hambrienta de utopía y nunca
resignada!
La libertad hizo lo suyo, que tuyo y mío fue, para salvarnos.
Comunidad de locos nos llamaban, y como locos reíamos
por nada.
No era vino ni jugo de amapolas, era felicidad genuina del
NO sistema carcelario, entre los hombres moda a la que
renunciamos, igual que a la cordura.
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22. De ansiedades
Ansiar…mientras se vive.
Ansiar lo innombrable
(por carecer de nombre)
Ansiar con alma y vida,
con vida y ya sin alma,
con restos y a pedazos
(de tanto haber ansiado)
Ansiar lo “a-des-hora”.
Ansiar lo “falta-tanto”.
Ansiar lo “tan-ya-fue”.
Ansiar a lengua viva
lo muy desconocido.
Ansiar sin saber qué.
Ansiar sin saber cómo.
Ansiar sin saber dónde;
pero con todo el alfabeto…eso sí.
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23. El gesto de ayer en el espejo
Si fuera imperceptible el gesto,
la mueca deformada de otro tiempo,
reflejo inocultable que camina
las horas para atrás en el recuerdo.
Regalo del espejo demacrado,
incomoda la imagen que proyecta
de génesis distante, que me observa,
prendida a sus ansias de existencia.
Nostalgias arrugadas en el rostro,
las horas que se marchan, que no vuelven,
se niegan a morir y permanecen
clavadas en el pecho.
Son pájaros migrantes esas horas;
invaden por un rato ,te dejan
sabor a poco o nada , a experiencia
y un tono melancólico que duele.
22
24. La tentación
Imposibles sus pasos de alcanzarla.
Inexperta,
no logra traducirla.
Se hace agua su idioma en el intento,
asustada su mente de pensarla
SE EXTRAVÍA
sus miedos son espesos
y no bastan ni el grito ni el silencio.
Ignorante su cuerpo de sufrirla,
se agitan temblores en el alma.
Desconcierto
Vaguedades
Ironías
y un deseo persistente, curioso,
de mirar detrás del muro.
23
25. El momento
No estrellará los ojos contra el muro
ni lamerá la tierra
por rasguñar las piedras
no quebrará sus uñas.
Al estallar la lluvia, el sonido
no espantará al pueblo
ni romperán en gritos impelidos
por su mueca abrumadora.
Todo será silente, muy tranquilo,
una tristeza apenas,
nadie será cordero, nadie lobo,
se adaptarán los roles al destino.
Queja no habrá ninguna y el vacío
transmutará a rocío en primavera.
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26. Son dedos
Son dedos,
cinco, diez,
hasta hacerse raíces,
húmedos, inmóviles,
en la quietud terrícola,
en la penumbra de la tierra, inquietos
debajo de, profundo,
con ansias de sol,
de recorrer... correr,
mostrar sus huellas
como le corresponde a todo dedo.
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27. Hombre árbol
Los árboles mueren de pie,
los pies mueren de árboles
en la quietud del antes,
en la curiosidad del después.
La copa del árbol se mece con el viento;
las ideas, con el tiempo y los aconteceres.
Ningún otoño es tan caer de hojas,
ningún invierno tan letal.
Es un lugar la vida
donde el adiós se aprende casi a diario,
donde los diarios espantan de tantos adioses,
donde lo único que nos queda es creer en Dios,
además de amar los árboles, de la copa a la raíz,
para quedarse allí por una temporada.
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28. Sin sol
I
Pertenecer no es para todos;
las heridas no duelen con la boca cerrada,
con los ojos cerrados
en la isla más sola.
Abrir la boca es herir la calma.
De diálogos está hecha la culpa,
de manos que no están y corazones fríos.
De pensar y pensar;
porque pensar los mata
y pensando te mueres.
27
29. De soledad y silencio está hecha la calma
de soledad con vos,
con vos y nadie más,
de estar callada, sola.
28
30. II
Animal asustado
que quiere y busca asilo.
Animal que se escapa
y comprende
a deshora
es mejor estar solo,
en silencio,
callado,
no hay manada posible
susurra:
“Soy salvaje”.
29
31. III
Quitar los ojos y mutilar la lengua,
despellejar el tacto,
adormecer la sangre...
30
32. IV
Abruma la abundancia,
tal vez más solos...lejos
sin vos, sin mí. Vacíos
con la boca cerrada.
Dejar que sean las manos las que digan.
31
34. VI
Que todas las palabras fueran sabias
y cada letra diáfana, profunda,
sin lastimar el tímpano del sordo
ni robar el color al ojo ciego,
sin ser la guillotina que destroza
la garganta cerrada
de algún pobre inocente.
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35. Des-creer
En lo que no es de acá y de ahora, creo.
En los ayeres que intuyo, también creo
y creo del ahora lo que veo
sin intentar eternizarlo.
En lo que no logro creer es en la IDEA
y que ella se haga carne o cobre vida.
Será porque creer se me complica
cuando la idea es vida en boca ajena.
¡Tan fácil me es soñar sin creer nada,
dejar que fluya el mundo con sus cosas!
Prefiero la apnea en el día
y no en las noches, lúgubres, obscuras
¡que la mentira al sol es más mentira!
Por eso soy durmiente de ojo abierto
y no cuando se unen las pestañas
que es justo ese momento cuando vivo.
Proclives a pudrirse, carne y huesos
no inspiran confianza duradera,
amor en el instante es mas certero
sin cuestionar imagen ni origen.
¿Creer en el amor? …no me hace falta
¡Me hace falta el amor!… aunque no crea.
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36. Consigna
Madejas de lana sin tejer,
Carbón (es) apagado(s)
¡Inútiles las manos que no tocan!
A través de esa luz (la que no es),
se expanden (murciélagos) errados.
Terror de oscuridades;
la FE es tu linterna.
Muriendo estás
resucitando siempre
no te das por vencida ni vencida,
…(ni venciendo).
¿Esperan ellos alguna cosa deslumbrante?
¿lo majestuoso, atípico, pomposo o inútil?
No existe nada de eso.
¡Magnificas ausencias de tu todo!
Pero estás,
cumplirás la consigna
y estarás todavía
cuando ya te hayas ido.
Eso es nada… y es todo.
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37. Percance
Mordiéndote la lengua con las ganas.
Cerrada está la voz, a toda hora
sinónimo de ansias que desmayan.
Cuando la letra muéstrase imposible
y empáñase la estrofa por tus mañas.
¡Arréglese el desorden y la tinta
que ensucia con torpeza y te desarma,
obstruye la razón, que inútilmente
intenta defender lo que no alcanza!
No empata tu querer con tu palabra,
no es fiel el signo escrito en tu almohada,
registro nocturnal de tu espíritu
enmudecido apenas llega el alba.
¡Quisiera ser osada y persuadirlo!
Quisiera dominar este percance
hallar un gesto más extrovertido
y un símbolo inventar que todo alcance.
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38. Del dulceamargo origen
De un brebaje
mezcla de licores de pantano
y saliva inmaculada
es que nace mi poesía.
Asómase a la vida,
ataviada en ternura,
y sufre muerte segura
por letargo espanta-amores.
En un día,
un solo día,
subo de la tierra al cielo
cabalgando en una letra
o languidezco y soy lluvia.
37
39. Alegorías
De destellos, tu lengua, mil estrellas
dibujan en tu soledad más honda
fronteras que traspasan de lo cierto
a un mundo en desacierto de las cosas.
Acróbatas metáforas componen
las torpes emociones a deshora
¡mesiánicas estrofas que libertan!
¡magnificas figuras salvadoras!
En cerrazón de oídos no comprenden,
locura llaman al tic de tu boca,
desborde, imprudencia, cataclismos,
pero es la confesión en tinta roja.
¡Si no hay más corazón no habrá poeta!
le dicta la razón entre otras cosas
y el ojo de huracán donde gravitas
te hace parir la vida en una hoja.
La vida ya pariste
ahora… ¿mueres?
38
40. Him-nacia
Cantemos lo oscuro,
cantémoslo sin sol y sin estrellas.
Cantemos el desierto,
quitémosle la arena que entorpece.
Sonido estridente crearemos,
desgarro en los oídos,
cantándole al cielo lo terrestre.
Que nuestro himno bravo y colorido
destroce los tendones a la muerte.
Cantémosle con bríos infernales
a todo lo que mata y lo que muere.
Y cuando quede nada
en medio del vacío,
¡cantémosle a la aurora!
¡Llenemos con un himno el universo!
Después,
podremos irnos.
39
41. Con “F” de Mareo
Pudo haber conocido distintas geometrías,
curioseado texturas diferentes,
escuchado ajeno grito ahogado
hasta haber aplaudido a rabiar
con rabia nueva
y repetir la acción hasta el cansancio.
Pero no quiso cruzar esa frontera
de andar de polizón en barco ajeno
y caminó en círculos
y caminó en círculos
y caminó en círculos
hasta morir de naúseas y de vértigo.
40
42. Sin palabras
Vivir de versos no nacidos, vivir de parto.
Vivir de ganas, de tinta seca.
Vivir de más y más y no saber qué más.
Vivir de oxigeno de letras.
Faltarte el aire.
Vivir de ayuno, desayunando ganas.
Vivir pensando en escupir palabras
atravesadas en la garganta.
Vivir de transfusiones, de digestiones, de sangre ajena.
Vivir soñando sumar papeles
irredituables pero valiosos
como la vida misma
que no te alcanza...que nunca alcanza…
41
43. Aromas de libertad
El tornillo de una máquina no quiero
ni el timón autoritario
ni la rueda aplastahormigas del camino.
Quiero ser flor del sendero con fragancia a libertad.
Alas de ave de alto vuelo y sencillito plumaje,
pupila caza-paisajes,
un pasaje en tren del cielo.
Sin grilletes en las manos ni lumbalgia en el cerebro.
Sin veneno en los pulmones.
Quiero ser aroma a menta, bocanada de aire fresco
y en el tímpano, canción.
No engranaje de un sistema del mundo capitalista
ni ser miembro de la lista que ha ennegrecido la tierra.
Quiero, a corazón abierto, dibujar mis pensamientos,
ilustrar mis emociones.
Con verdad, en carne viva y exenta de muchas normas,
efectuar esa reforma, ser yo por dentro y por fuera.
Y ser libre de elegir sin que el castigo me duela;
levantar una vereda para plantar una flor.
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44. Todo me dura apenas
Un “ay” dura el cilicio,
las ganas, un apenas.
Todas las cosas buenas
se me mueren mocosas.
Me deja muda el grito
que se calla a deshora.
Se esfuma la oración,
antes de haberla escrito.
Los antojos no duran
más que algún de reojo
El metejón se muere
de inanición y hastío.
Y en el agotador
cansancio de mudanzas
pierdo la traducción
de todas nuestras horas.
43
45. Principio de incertidumbre
No tan lejos de lo eterno,
ni tan cerca de la vida.
No tan fin ni tan origen,
no tan dentro ni tan fuera.
No tan ciencia la que enseña
lo que es más verdadero.
No tan cierto ni tan sueño,
no tan es ni tan quisiera.
No tan molde ni matriz
ni tan libre lo que veo.
No tan vi ni tan miré,
no tan fue ni tan yo fui.
No tan blanco ni tan negro,
no tan bello ni tan fiero.
No tan odio ni tan amo,
no tan bueno ni tan malo.
Es más gris.
Es más tibio.
Es más simple
lo que creo.
¡Y es cambiante, según veo!
44
46. De la que compra letras
Es abril, Semana Santa,
camina entre los puestos callejeros,
venden letras, ella compra,
las convierte en palabras.
A la “A” la llama “amor”,
la adorna con amapolas,
le cuelga un arco iris en el cuello
y amanece esperando,
¡ansiosa!
¡alegre!
¡amarilla!
La “M” será manjar el miércoles de mañana,
la “M” llega con voces de mamá hasta su vientre,
se convierte en mariposas,
le hace cosquillas.
La “M” también es
muerte,
mutaciones,
mentiras.
De los dedos
y de los ojos
le caen signos de pregunta,
esos no los compró,
ya los tenía,
son la herencia de su padre.
45
47. Reinventarse
Experta en ahorcarse
en un árbol distinto cada tarde
después de haber pintado colores en el aire,
de haber probado risas y mejorado llantos.
Resuelta a no seguir de cerca los naufragios
que todos los océanos se obstinan en mostrarle.
Cansada de tantear a ciegas argumentos,
de extraviar por los ojos viejas filosofías,
de hurgar a su antojo todos los pensamientos.
Dispuesta a reinventarse,
un poco tambaleando,
pintó un nuevo paisaje,
urgente... irremplazable...
Y comenzó de nuevo…
46
48. Algo
Cada uno dejó lo que pudo:
un punto, una coma, un acento,
una mancha de tinta,
un dibujo mediocre.
Un árbol,
un cantero con flores.
Un par de notas en un pentagrama,
una caja con cartas y con fotos,
un diario personal.
Los más lerdos
dejaron una urna
con sus propias cenizas.
Los más pobres, dinero.
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49. Síntesis
Te recorté, ideal,
porque ya no te merezco
y porque perezco pronto.
No puedo esperarte más,
resignada al sacrificio
ni hacer algún artificio
para no llegar al borde.
…Abordé hace mucho el tiempo
¡y anduvo tan uniforme
tan veloz, tan imposible!
Te recorté...ideal,
te deje sencillo, manso,
apenitas perceptible.
48
50. Escribiré aún
Escribiré aún
el día de mi muerte.
Porque el arte es ser
y ser es lo que quiero.
Porque en las letras
mi locura es virtud
y mi virtud es tu entenderme.
Porque te quiero a ti, en mis tintas,
y mis tintas me quieren
en ellas sumergida.
Porque si canto,
canto mi letra
que está esperando en mi garganta.
49
51. Cárcel
Funesto, oscuro espacio el que lo atrapa,
hermético reducto, asesino,
daltónico el cerebro, seco el río
de libertad, de sueño, de ideales.
Muda la voz, vestido el ojo en sepia,
amígdala agrandada, carcelera,
oxigeno rebelde que se escapa
con desesperación sombría y terca.
Pequeño mundo gris,
silencio a muerte
y un sueño que agoniza en la garganta.
50
52. La búsqueda
Desde el amanecer
hasta la puesta del sol
busca afanosamente.
Desvelado y audaz
su espíritu sediento
se lanza, sin descanso.
Escarba en la tierra,
mendiga a los hombres,
le suplica al cielo.
Hurga los secretos
en páginas viejas.
Clama a las nubes,
al sol, a la luna
al mar, a las rocas,
a los viejos árboles,
a las flores nuevas.
Se humilla... se eleva,
confía, y luego,
luego desespera.
Más, nada aun
de todo lo hallado
da luz a sus sombras
y sigue buscando.
51
53. La lengua
Hedor de lenguas sucias,
repugnantes… viscosas.
Su gusano ligero todo infecta,
no dejando retorno a la blancura
y apesta de su boca la espesura
repleta de moribundas letras.
Hedor de lenguas putrefactas,
saliva inflamada de venenos,
ufanas en su oficio de verdugos
se excitan en la muerte
y en las guerras.
¿Será su fin ahogarse,
tartamudas y ancianas,
en sus propias miserias?
¿O ha de ser posible,
raspando sus papilas,
quitar el gusto a sangre?
¡que las tienta … las tienta!
52
54. Fragilidad
Dolor de ojos vendados.
Dolor de artrosis en el pecho.
Dolor que te resiente.
Dolor enfermo… anciano.
Dolor de hipoacusia.
Dolor de no decir,
de decir mal .
Dolor voluminoso
de culpa no admitida.
Dolor de piedra inútil
atada en la muñeca;
De espina, de puñal;
De algún amor marchito;
De falta de lumbrera;
De miedo y desamparo;
De garganta cerrada;
De trabarse la lengua.
Dolor de tu mentira
por no querer decir
cuánto te duele el alma
y admitirte tan frágil,
tan leve, TAN HUMANO.
53
55. Ser yo
Decidí quitar tamices,
poner el rostro,
soportar la bofetada.
La mía, que más duele,
va primero;
la del cielo, después.
Le siguen
las de las otras almas.
Pero ya no más tamiz
No más tamiz... no más.
Que sea como es,
como fue,
como será mañana,
sin lastimar a nadie,
aunque los otros digan que les duele
por la acomodación muy desacomodada
de mi no más tamiz.
¡Pudiera ser quien fui!
Tan oculta,
tan presa,
tan encerrada
que claustrofóbica morí,
costándome resucitar.
Por eso decidí
no tamizarme más.
Cedazos ya no más.
No más tamiz...no más,
54
56. que quiero yo ser hoy
y quiero ser mañana
con mis alas abiertas,
dejándome fluir
hasta las altas cimas de mí ser
queriendo yo volver
de donde no salí jamás.
55
57. Sangrías
Época de sangrías,
de cortar el cuero,
de dejar correr
la sangre envenenada.
Época de rodar en tierra,
de morir un poco,
de embarrarte,
de escribir un testamento.
Época de evaluar,
de reprobar... para aprobar.
Época de coser lo descocido,
de tomar la hilacha,
de deshilachar.
Época de reencarnación,
de resurrección,
de inauguración,
de nacimiento.
Época de aplaudir
a rabiar,
sin razón,
riendo.
Época de sorprenderse,
de asombrarse,
de renovarse,
de cobijarse.
Época de decir "basta",
de decir "ahora",
de decir "te amo".
Época de inhalar,
de exhalar,
de reprimir,
56
58. de libertar.
Época de celebrar
tu amor a ti,
a mí,
a él,
a la poca sangre
que nos está quedando.
57
59. Te invito
Te invito.
Viaja en mí
Véme.
Mi sangre al correr
Recorre.
Donde el espíritu habita
Conoce.
Y al llegar al corazón
Detente.
El ritmo vertiginoso de mí ser
Comprende.
Instálate en mi ojo;
verás cómo te veo
y cómo veo el mundo.
Mientras la sangre fluye.
Allí.....allí,
en un rincón,
habito sin salir.
58
60. Aborto
Constelación de letras escondidas,
que no responden a la búsqueda
ni a la necesidad,
esquivas, tercas,
con la ambición de ser en otros,
nunca en mí,
ocultas en pasiones tan ajenas,
enajenadas ellas
y yo…
esperándolas.
59
61. Mi letra, tu hogar
¡Muerte! Superlativa muerte
en cada estrofa tuya
de enfermo ritmo anárquico.
Muerte, Resurrección
¡y ya no ser la misma!
distinta sangre
¡ajena!
de todos-uno-hermanos
poetas
amadores.
Saber que perdonaste
mis TAN limitaciones
en esa habitación,
espacio del delirio,
allí encontré refugio.
Mi sur dejó de ser,
mi norte fue más norte,
mi casa en tu palabra,
mi letra
tu hogar,
un punto y coma nuestro
¡EL CIELO!
de los dos.
60
62. El verso en el estante
Adornará la página
con viejos asteriscos
y analfabetos signos.
Jugará al ahorcado.
Sentenciará vocales.
Pondrá a las consonantes
millones de precintos.
Llevará a su boca
las señales de asombro.
Clavará en las murallas
los signos de preguntas.
Ultrajará la “P”
operará la “O”;
muchas indiferencias tendrá para la “A”.
Derribará gramáticas.
Expropiará lingüistas.
A tan altiva lengua
le arrancará papilas.
Ensobrará las comas,
las enviará a altamar.
Incendiará comillas
y aplacará las penas.
En una introducción
almorzará oraciones
y dejará finales
sin su resolución.
61
63. Tendrá amoríos bravos
con rimas y con versos.
Será la concubina
de todos los poemas.
Se negará a pisar renglones primorosos.
¡No pisará jamás el perfecto renglón!
Arrancará las hojas
y las hará pedazos.
Se lavará la boca
se lavará los ojos.
Mirará de reojo
buscando perspectivas.
Y en la violenta huida
bordará en un estante
un verso, solo uno
que declare el mensaje
que ella no supo cómo
con su lengua dejar.
62
64. En el principio
En el principio, yo,
un yo culpable
en la miniaturez de mi chiquita vida,
desde la cuna misma, imputable,
indescifrablemente, culpa mía.
De llanto ajeno, ofensa o abandonos,
de largas noches llenas de agonía,
de desprolijas soluciones varias,
culpable yo y la culpa, toda mía.
Había risas, sí,
había juegos,
había hermanas llenas de hermosura,
había creación, había sueños
y había culpa al son de campanitas.
Era un cansancio agudo estar pensando
que resolver la vida era muy simple,
pero mi voz se hacía diminuta
y esos oídos torpes no la oían.
Y fue la pena de ella, tanta pena,
y fue mi voz tan muda y apagada
que aunque intenté con toda mi energía
no hallé jamás la llave de ese tímpano
ni al corazón logré sanarle heridas.
63
65. Entonces yo enmudeceré
Consígueme unas letras,
me verás construir un mundo nuevo.
Que sean ellas intensas.
Yo juro ser atenta oidora.
Oficiaré feliz de mediadora,
seré su infatigable escribiente,
la boca que repita
el susurro sutil
de su apacible lengua.
No será mía la palabra
solo obrare de servidora,
nodriza, nana, amante, esposa, madre.
Seré pincel y óleo.
Me sentaré paciente al sol
con la palabra ya formada
en mi bolsillo.
Florecerá como la rosa.
Entonces… solo entonces enmudeceré……
y no tendrá importancia que enmudezca…
64
66. Muerte por apatía
Maldito meteórologo
el que anunció la niebla,
el ya-no-ver.
No ver adentro,
no ver afuera.
Maldito el que olvidó padecer
y fluir como agua de la fuente,
el que olvidó vibrar con exultante euforia,
la misma que es la gloria de vivir.
Saberse vivo
más allá de las memorias
es escapar de ser maldito,
es esquivar la maldición de muerte
que con la muerte misma
no puede compararse.
Vivir no es respirar,
es asombrarse
hasta el mismísimo momento de partir.
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67. De pie
Inmersa en mis propias olimpiadas
donde no habrá ganador más que yo misma,
desde los obstinados retos del pasado,
sin buscar honor, imagen o alegría.
Con la única mirada en el triunfo
de saber que ¡sí se puede ante los miedos!
en batallas donde soy mi contrincante,
conquistando algún detalle cada día.
Para otros, tan común e intrascendente;
para mí, un mundo entero…¡una vida!
aunque toda compañía sea yo misma
y el aplauso sea solo el de mis manos.
Yo festejo en mi interior cada victoria
y en el ínfimo momento que es la vida
aplastar debilidades es mi gloria
y en la lucha cotidiana, andar erguida.
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68. La letra
Desde tu ombligo, al tun tun,
salto la letra al vacío,
desarreglada, deforme,
con aires de sin sentido.
Dijo de historias, memorias
y cruces en el camino
dijo-lo-todo enredado,
con desafino, sin rima.
No lo entendió el vecino,
no le gustó al letrado
y aunque no subió al estrado
dijo, dijo, dijo y dijo.
Sin paisajes de montañas,
sin mares lagos ni ríos,
sin cielos claros, sin lunas,
sin mieles de amor prohibido.
Con vahídos y agua rancia,
con estancia en el abismo,
con estrabismo en el verso,
con más vino que prestancia.
Dijo y dijo las locuras,
unas y otras todo el día
sin compasión ni lindura,
sin ahuyentar a las moscas.
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69. Incomprensible la forma
se odiaba su asimetría,
letra con tanta osadía
quebraba sistema y norma.
“¡Que no es el camino rosa!”,
gritaba atolondrada
y no es verdad que en las causas
siempre gana el honorable.
Para intentar la reforma
exigía a boca llena
la libraran de los males
de leyes y dictaduras.
Inocente fue la letra
que se escapó de tu ombligo,
atrevida, memoriosa,
transgresora, franca, aguda.
Pero aún en la espesura
de su sombra, gris, obscura
engendraba un sueño amable.
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72. Si nos apeteciera
Que nos apeteciera el mar, amor,
nadar en sus inmensidades.
Que nos apeteciera amar, amor,
quitando ligazones.
Que nos apeteciera izar, amor,
la libertad en el cabello.
Que nos apeteciera dar, amor,
la muerte al síntoma de muerte.
Que nos apeteciera ansiar, amor,
lo muy apetecible.
Que fuera apetecible, amor,
hallar la vida en ello.
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73. Vericuetos
Si digo que no... miento;
si digo que sí... miento.
Si abro la boca,
no desparramo flores;
si lanzo puñales,
me desarmo en pedazos.
Si me voy, me pierdo.
Si te vas, te lloro…
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74. Amarte
Amarte en otro idioma.
Amarte con los ojos.
Amarte con las manos…con la piel.
Amarte en hebras muy delgadas.
Amarte mutilada… (a veces).
...De vez en cuando amarte enamorada
o embobada…(cuando logro no enojarme).
Amarte con los tímpanos desiertos
teniéndote tan cerca.
A través de los muros… amarte.
¡Amarte!
¡Amarte!
¡Amarte!
Aunque de vez en cuando
necesite matarte
y ni siquiera sepa bien por qué.
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75. De soledades
Ya no son mitades, son cuartos,
no llegan hasta el límite y se abrazan,
se caen en abismos,
solitarios,
lo sufren en el cuerpo,
y en el alma.
¿Será la completud una utopía?
Quizás la eternidad tenga respuestas
¡en tierra no!
en tierra es todo solo,
en tierra es solo todo
también triste.
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77. “Sakura”
Sakura será el lema
que regirá mis amores
de ahora en adelante.
… Caerán sin marchitarse.
Mi hombre será un samurai;
yo, la flor del cerezo.
El amor que nos una,
la primavera oriental.
Inviernos solitarios,
flacos, frágiles
ante la tempestad
y el viento.
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78. Poema apacible
Un solcito
obedecía geometrías
a través de tu ventana
…y tu alma
se esfumaba en un solfeo.
Se elevó allí mi espíritu
en el humo del incienso
que en tu cuarto
hallé encendido cuando entré.
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79. A plena luna y con hambre
A plena luna, te espero,
a plena luna, con hambre,
con poca sangre en las venas,
con penas mudas, sin nombre.
Con casi nada, te espero,
con casi nada y con todo,
con lo poco que me queda,
con lo que queda y no quiero.
A plena luna, de noche,
en noche oscura, te espero.
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80. Hoy sembré una amapola
Quizás por miedo
de quedarme a la deriva
con frío en el alma
y vejez entre los dedos.
Tal vez,
porque TE QUIERO
a pesar de tus inviernos.
En este mismo espacio,
donde pinté mis broncas
hoy sembré una amapola
tan sencilla como yo, tan soñadora.
Quizás,
por un destello que te vi
aquella tarde en la mirada.
O porque somos
una larga vida
de contrastes.
Quizás porque presiento
podrías, otra vez,
ser tierra mía ...predilecta
y yo, tu sembradío más perfecto...
Aquí me tienes hoy
amándote de nuevo.
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81. A tu hombro
Ese hombro
es el hombro que adoro
donde hallo sosiego
cuando nada en el mundo
me permite dormir.
Ese hombro,
de mis noches perfectas,
donde invento mi loco
sueño inverosímil
que no te contaría
¡PERO QUE ÉL SÍ CONOCE!
Ese hombro,
aunque no lo comprendas,
es quien me quita el frío,
quien aviva mi fuego.
Ese hombro,
almohada predilecta
donde nada lastima
ni siquiera tu gris.
Ese hombro,
mi escondite secreto
en las noches de angustia.
Es tu hombro… tremendamente mío
donde libero mi alma
sin morirme de miedo.
¡DONDE QUIERO MORIR!
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82. Tacto
De los cinco sentidos
al más callado y ciego,
al menos quieto…quiero.
Aquel que en el final
con un hilo de vida
reviviría en sueños.
Por el cual yo te advierto
presente, suave ,cálido.
El que huye del frío
del dolor… del olvido.
El que me cuenta a gritos
que nuestra piel se eriza.
El que hace que mi carne
violenta, se estremezca
ante el idioma osado
de otra carne que busca
hambrienta y afanada
volverme del exilio.
El que me resucita
para morir de nuevo
una exquisita muerte.
La muerte que busqué
abrigada… caliente
desde que hube nacido.
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86. A Vicente Huidobro
Sobre “exhalar alondras como suspiros*”,
enseñaba Vicente
desde su ingravidez,
desde su tanta altura.
Selectas alas tuvo,
sueltas de ligaduras,
velocidad de vuelo.
Sin áncora en sus letras
y jamás sumergido
en sombras submarinas.
Inventor de claveles
que en la mente se agitan
con brisas mañaneras
o en lecturas nocturnas.
Van marcando caminos
lucernarios de tinta,
universos de estrofas
que desfilan, etéreos
por todo el cuarto mío.
Por emigrar a alondra
suspiré su poesía
volé, volé, volé
sufrí amnesia de tierra.
Ahora soy extranjera
y me duele horriblemente
la planta de lo pies.
*Del poema “Basta Señora Arpa de Las Bellas Imágenes”,
de Vicente Huidobro.
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87. A mi amigo de letras, Carlos del Río López
Adoro tus verdades
vestidas de ironía,
tu viento libertino,
tus letras lanzallamas,
cada uno de los versos
comedores de arañas,
mata-ácaros del tiempo,
des-pa-bi-la-me-mo-rias.
Tu aire de suburbio
y algún mechón de risa
en el rulo del mundo
(cuando estás hecho trizas).
Adoro tu costumbre
de dibujarle alas
a los seres terrestres
que deseen volar.
Adoro que desates
los nudos de tu ombligo
y que uses tu intestino
para escribir tu enojo.
Yo te quiero mi amigo,
por reo y alquimista,
por libre y por poeta.
Por ese sacerdocio
de dar hostias picantes
a bocas pretenciosas
y dar agua de rosas
al pobre condenado.
Amo tu irreverencia
ante la hipocresía
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88. y tu tan cortesía
hacia la transparencia.
Te quiero, amigo mío
con un amor genuino
¡que no busca un camino!
y no conoce tretas
Es que adoro (y es cierto)
tus embrujadas manos.
Las manos destructoras
de garras que atornillan
al hombre en el barro.
Y en todas tus rarezas
y en cada desatino
descubro que tus tintas
exaltan tu belleza.
Por eso, cada tanto
el síntoma aparece,
ansiosa de leerte
¡se me saliva el alma!
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89. El twist de Oliver
Plagirondeanamente
oliverinspirada
contramocionaguda
desdelosmarremotos
detulagrimabunda
y turrisaqueleva
hastamisnohuesitos
enlaminimameba
delaquesoyoriunda.
88
90. A Oliverio
En un estar, ausente
de lo mas Girondeano
acumulé ayeres.
Espantaba la vida
con soplos vibratorios
de mis cuerdas vocales.
Negras cuerdas elásticas
que sin gracia gritaban
las mínimas desgracias.
Eso fue en el invierno
cuando los vendavales
me sabían a muerte.
Inocente y primaria
llegó la primavera
y fuéme despertando.
Hacia el estar, estando,
Arremetí…paciente
en triste desencuentro Oliveriano.
Mas, aún lo sigo amando
de a “soplosorbos*” ebrios
y en sus “hipoteseres*”.
*Neologismos inventados por Oliverio Girondo.
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91. La locura del poeta
(A mi abuelo, Antonio Bermúdez Franco)
Fue tu cabeza más cuerda que ninguna otra cabeza,
más por ser desmesurada tu mirada,
por estar atentos al mas leve sonido, tus oídos
te han titulado
por la extensión y desarrollo en los sentidos
“licenciado en desvaríos”.
El atributo de leer un corazón
en la sutil e imperceptible mueca
de intuir el sentimiento,
que se oculta sin querer ser descubierto,
es la locura que humaniza
y que también te hizo poeta.
Tu sinrazón no fue otra cosa
que la capacidad de percibir
cada matiz y cada sombra
aun en el ultimo rincón
de la naturaleza.
Cuando parado en soledad
fuiste rodeado de tus tintas y tus letras,
te dio sabiduría tu locura
y a tu alma doblegada
presto consuelo
por sus temores y tristezas.
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92. Abrieron tus culpas mil heridas
por carecer de la cordura,
te abrazaron las penas de pobreza.
Te angustió la invisibilidad de tu esmerada siembra
y te fuiste arrastrando la vergüenza.
Luego, alguien que jamás te conoció
disfrutó de la cosecha.
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93. Al hombre de las manos largas y delgadas
Mis ojos aun conservan esa imagen,
la imagen de sus largas
y delgadas manos
sobre la mesa de madera clara.
Eran las manos de un artista
mi artista…
el que yo amaba.
Su mejor profesión
fue ser “don Juan”
y Eterno futuro millonario
sin dinero,
ni alcancía… claro.
De su ánimo recuerdo
solo dos:
el llanto y la risa,
mas, era el llanto,
¡tan llanto!
y la risa,
¡tan risa!
que a mí me enamoraba.
Fue un hombre
de múltiples colores
…nunca tenues:
era naranja, rojo
y algún otro matiz
de los que el nombre no conozco.
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94. Su hablar sonaba a mis oídos
distinto a otros hablares,
su voz era de océanos profundos
de corales.
Desparramaba su ego al andar.
algunos trozos de éste
debieron habérsele caído;
hoy me pregunto
si era por eso
que lo he visto llorar.
Al irse
quedaron los rincones
con montañas de sueños,
herencia inagotable,
llenamos de ellos los bolsillos,
los sentimos amarse,
tener hijos.
Hoy habito aquella casa
sin muros y sin techo,
testimonio
de sus euforias
momentáneas.
Aún conservan mis ojos
la imagen de esas manos,
sus largas y delgadas manos
sobre la mesa de madera clara.
Las manos de mi padre.
Mi artista
el que yo amaba.
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95. Aquella madrugada (a Alfonsina)
Bestias marinas
conocían tu dolor,
dolor hondo y oscuro,
solitario dolor… dolor punzante.
Te invitó, el océano, a pintar de azul las penas.
Con su voz de sirenas, te invitó.
Querubín en concierto era su voz
… y lo escuchaste.
Tus osadías, muertas
como muertos tus pechos
que te hacían mujer.
En un acantilado
frente a la inmensidad, un astro,
(hasta hoy, inimputable)
te enseñó a despedirte.
¡Quizás tembló tu voz
solo un segundo antes!
¡Quizás tu alma tembló!
Tal vez te preguntaste
qué mano masculina
acertaría en rescatarte.
Pero no llegó nadie
para apagar las sombras.
Nadie encendió esperanzas.
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96. Diez estrellas de mar
adornaron tu pelo
mientras los hipocampos
en brazos te arrullaban.
Con la marea,
recitabas tu “dolor”
con la marea cantabas tu querer
de “sábanas terrosas
de edredón de musgos escardados*”.
Una constelación completa te lloraba,
a mares te lloraban, el cielo y la tierra
aquella madrugada, cuando por fin callaste.
*Del poema “Voy a dormir”, de Alfonsina Storni.
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97. Índice
"La duda que precede al dedo" ......................................9
¿Cómo explicarte? ........................................................11
Primera exposición........................................................12
De caminar la vida, o no ..............................................13
De lo que no debiste.... ................................................14
Camino ........................................................................15
Qu'est-ce que c’est? ......................................................16
La orden ......................................................................17
Autoexilio ....................................................................18
De ansiedades ..............................................................21
El gesto de ayer en el espejo ..........................................22
La tentación..................................................................23
El momento..................................................................24
98. Son dedos ....................................................................25
Hombre árbol ..............................................................26
Sin sol ..........................................................................27
Des-creer ......................................................................34
Consigna ......................................................................35
Percance........................................................................36
Del dulceamargo origen ................................................37
Alegorías ......................................................................38
Him-nacia ....................................................................39
Con “F” de Mareo ........................................................40
Sin palabras ..................................................................41
Aromas de libertad........................................................42
Todo me dura apenas....................................................43
Principio de incertidumbre ..........................................44
De la que compra letras ................................................45
Reinventarse..................................................................46
Algo..............................................................................47
Síntesis..........................................................................48
Escribiré aún ................................................................49
Cárcel ..........................................................................50
La búsqueda..................................................................51
La lengua ......................................................................52
Fragilidad......................................................................53
Ser yo............................................................................54
Sangrías ........................................................................56
Te invito ......................................................................58
Aborto ..........................................................................59
Mi letra, tu hogar..........................................................60
El verso en el estante ....................................................61
En el principio ..............................................................63
Entonces yo enmudeceré ..............................................64
Muerte por apatía ........................................................65
De pie ..........................................................................66
La letra..........................................................................67
99. De amor y desamor ......................................................69
Si nos apeteciera............................................................71
Vericuetos ....................................................................72
Amarte..........................................................................73
De soledades ................................................................74
Sentencia ......................................................................75
“Sakura”........................................................................76
Poema apacible ............................................................77
A plena luna y con hambre............................................78
Hoy sembré una amapola..............................................79
A tu hombro ................................................................80
Tacto ............................................................................81
100. A Ellos..........................................................................83
A Vicente Huidobro ....................................................85
A mi amigo de letras, Carlos del Río López ..................86
El twist de Oliver ........................................................88
A Oliverio ....................................................................89
La locura del poeta........................................................90
Al hombre de las manos largas y delgadas......................92
Aquella madrugada (a Alfonsina) ..................................94