Este documento presenta un conjunto de poemas escritos por Inmaculada Ortiz Lledó entre 1982 y 1991. Los poemas abordan temas como la ausencia, la nostalgia, la depresión y la marginación. La autora explica que estos poemas habían estado guardados durante años y fueron rescatados gracias a la intervención de Julio Tamayo, quien los ayudó a volver a ser publicados.
Hombre, conciencia y libertad, escucha a tu voz interior y sigue adelante, aún cuando la nada terrible sea tu aliado, no estás solo somos miles, millones de personas que te acompañamos con el pensamiento, con el caminar, con los gritos de protesta, porque sabemos que estás allí y percibimos tu deseo de vernos entonar a tu lado, un Canto de LIBERTAD.
Recopilación de poemas para la concentración convocada por Electra Teatro y el mundo de la cultura salmantina de apoyo a #LibertadTitiriteros (14 de febrero 2016)
Hombre, conciencia y libertad, escucha a tu voz interior y sigue adelante, aún cuando la nada terrible sea tu aliado, no estás solo somos miles, millones de personas que te acompañamos con el pensamiento, con el caminar, con los gritos de protesta, porque sabemos que estás allí y percibimos tu deseo de vernos entonar a tu lado, un Canto de LIBERTAD.
Recopilación de poemas para la concentración convocada por Electra Teatro y el mundo de la cultura salmantina de apoyo a #LibertadTitiriteros (14 de febrero 2016)
Nuevo poemario del poeta chileno Gonzalo Maire. Esta vez, en su tercera publicación, el autor realiza una revisión íntima y sincera a uno de sus cauces poéticos: su reminiscencia amorosa, y cuyo desenlace se traduce en el gesto de la melancolía, el abandono hacia la impresión trizada de las cosas. Así, este libro recoge en sus páginas un conjunto poemas escritos en distintos tiempos, y que evocan la imposibilidad de contacto, la renuncia y la enfermedad del ser que se recoge a sí mismo cuando ha perdido su propio valor, que está consagrado en un otro ausente.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Diseñé este libro de poemas escrito por mi hermana Isabel Escribano. La foto de la portada es de Dichato, exactamente el día después del tsunami del 27 de febrero del 2010. Me encontraba en aquel balneario realizando una serie de murales y el terremoto de 8,8 grados fue más impresionante que cualquier film hollywodense. Mi casa desapareció y también mi deseo de seguir viviendo tan al borde de ese universo acuático.
Los atletas olímpicos de la antigüedad participaban en los juegos movidos por el afán de
gloria, pero sobre todo por las suculentas recompensas que obtendrían si ganaban..
Es una presentación desde el punto de vista histórico, escultórico y pictórico, gracias a la
cual podemos apreciar a través del tiempo como el arte ha contribuido a la historia de
los olímpicos.
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Los muros paramétricos son una herramienta poderosa en el diseño arquitectónico que ofrece diversas ventajas, tanto en el proceso creativo como en la ejecución del proyecto.
3. 3
“Los ángeles son seres celestiales que, con una misión, envían a la
tierra”; pero hay otros que, sin ser conscientes, son mensajeros, guías y
faros, para encontrar ese camino.
A Julio Tamayo, ese “Ángel”
que, debido a su intervención,
hizo posible que estos
poemas volvieran a
ocupar su sitio.
5. 5
INTRODUCCIÓN
A veces las sorpresas, los rayos de luz y los caminos nuevos
e inéditos, que nuestra trayectoria humana va descubriendo, se
tornan en brotes verdes.
Después de un tiempo largo, desde mi primer libro
publicado y presentado en la Agencia Efe en 1982 “El Exilio
de la Palabra”; mis poemas quedaron aparcados, ocultos u
olvidados; y hubieran quedado ahí, entre carpetas, en lo alto de
un armario, donde reposaban objetos que ya, habían dejado de
luchar, esperando un despertar (si no hubiera ocurrido lo que
aconteció…) junto con otros tantos poemas circunstanciales:
héroes anónimos, despuntando al compás de los
acontecimientos: cumpleaños, fechas especiales, y como
consecuencia de mi trabajo de animadora, en una residencia,
regida por los hermanos de S. Juan de Dios.
6. 6
Así los años desfilaron como cuentas de rosario y quedó
recuerdo de que alguna vez en mi juventud: las tertulias
poéticas, los recitales y eventos habían formado parte del tejido
de mi vida. La prosa fue de la mano danzando con gotas de
poesía, que siempre estuvieron ahí; esperando no sé qué
momento y lugar…
Durante el tiempo en que mis hijas estudiaron primaria fui
nombrada en el Colegio de ellas, la Compañía de María,
delegada de Cultura (encargada principalmente de poner en
marcha actos lúdicos). Y de ahí resurgió en mí esa veta
camuflada desde la infancia; las reuniones en Navidad,
primavera y fin de año eran motivo y excusa para que
escribiera esas pequeñas historias humanas, con un sentido: el
de llegar a los niños y de que fluyera en sus corazones, ese
manantial ya inserto en sus corazones. Esa tarea fue un trabajo
de cooperación, donde diferentes familias y colectivos pudieran
participar; tanto como las alumnas y voluntarios de acá y de
allá. Y así se consiguió algún que otro premio, en el Distrito de
Fuencarral, en Madrid, de los colegios circundantes.
Todo esto fue un paréntesis largo y jugoso, donde mi
espíritu inquieto e imaginativo estuvo en lo alto del surtidor.
Concluyendo, cuando mis hijas terminaron la primaria y yo me
puse a trabajar, con los Hnos. S. Juan de Dios. Y fueron
cayendo las hojas del calendario y la jubilación llegó, como
pasan los otoños, inexorablemente. Y cuando ya el círculo se
iba cerrando como los orificios de un colador y mis días
estaban asentados en una pausa, cual flor del momento,
llegó…y llegó desde un correo, de alguien que había
encontrado, en una librería de segunda mano, un ejemplar de
mi libro “El Exilio de la Palabra “Aquellas letras de elogio
volvieron en mí, recuerdos de antaño; fueron un traje nuevo,
para el mío ya gastado…: aliciente y estímulo. A partir de
entonces, como afluentes de mi ser, asomaron aquellos poemas
escritos a máquina, que yo había arrinconado hace años, y
depreciado su contenido ¡fui injusta con ellos!
Rescaté tres libros a punto de publicar y con ellos le di alas
al pasado. Volvió el sabor de haberles dado luz, pero en espera
del reconocimiento ante los demás… Y ahí están, a punto de su
bautizo y de su confirmación.
7. 7
CONCRETANDO… “ENTRE BASTIDORES”
Después de haber organizado y puesto nombre a los poemas
que ya estaban para su publicación, como “Siguiendo tus
huellas”, “Recuerdo Canonizado” y “Pausa en la
Marginación”; una serie de ellos salieron revoloteando, entre
folios como mariposas blancas…unos podían ser de ese
periodo de años (rechazados para su inminente publicación) y
otros que, arrodillados, desde otro estilo y lenguaje,
reclamaban su derecho a existir.
Intentando ponerles en orden, ya no cronológicamente
(porque no sé exactamente de qué año provenían) sino por
temas; he caído en la cuenta de que, como la vida misma, son
de naturaleza distinta y había como una rebeldía… clamaban
su independencia. Así que les he dado la palabra y sólo los
separaré, arbitrariamente, sin tener en cuenta su plena
homogeneidad y origen. Se puede decir de estos poemas “De
entre Bastidores” que se agitan pululando entre los años 1982
al 1990.
Inmaculada Ortiz
9. 9
AQUEL
Aquel que se libró de la muerte,
haciendo celo de la cordura,
en un estar del momento,
en el mañana.
Aquel que como yo
puso sus pies en línea prohibida,
y entendió que hay cielos negros
que se saben proscritos,
que los días son mortaja.
Aquel y yo sabemos que
aunque la altura se alcance
no hay huida posible,
cuando
las moléculas se abren
para recibir magnolias derretidas.
10. 10
¿POR QUÉ NO ACOSTUMBRARSE?
¿Por qué no acostumbrarse
a la forma que adquiere la aurora
y arañar los silencios
que no nacieron del querer?
Yo que me siento cada día
en una grada,
que probé el guiño del destino
bebiendo los segundos estáticos,
y que lloré al no encontrar
gritos infantiles,
sé que no es posible
cuando viene una lluvia nueva,
cuando los números son
de otra escuela…
Ahora, entiendo
que no soy mago de futuros.
Y mi tallo se inclina
a un sol no nacido de la tierra.
11. 11
NO PUEDO OLVIDAR
No puedo olvidar, aunque
me desaté de sus ligaduras,
dejando el fantasma del
cuerpo;
hay lirios en la noche
y una figura perdida.
Suenan los tambores en el límite
y florecen los espinos.
Pero,
no puedo olvidar que fui tu
prisionera, que durante días
no supe de pasos,
y que el agua quedó quieta.
Ahora permanece el calor de mi cuerpo.
Ahora sé
que hay otros mundos,
donde el sufrimiento marca el ritmo.
12. 12
HOY QUISE JUZGAR
Hoy que quise juzgar
introduciéndome en otra grieta,
que inventé teorías,
que medí con mi medida;
quedaron sonidos en el
tímpano de mis moléculas,
y una guía, en la mano, inservible.
Hoy se rompen todas las líneas,
y no hay pesar que no sea mío.
Ahora,
No puedo condenar
el agua en su nacimiento
13. 13
¡ESPECTÁCULO DE LA IMAGEN!
El día balbucea la primera palabra
en el lago dormido;
perennes figuras se agitan
desde el verde de sus venas.
¡Atención!
El color avanza entre hambrientos rincones;
cual estiletes, las montañas hieren,
violan el témpano azul.
Estoy en el eje
queriendo sumergirme en el vademécum de la
vida,
mientras los recuerdos se matriculan
y el agua huye, desnuda en el ribazo,
ajustándose al ritmo que se abre
desde el ala del helecho.
14. 14
DESDE EL COLOR DE TUS OJOS
Déjame pasar,
fíjate en mi insistencia por colarme
entre agujeros que perforan ausencia.
Quiero repetirte en todos los temblores
y plegarme en el color de los ojos.
15. 15
VOSOTROS AMIGOS
Imágenes que rondáis en mi cuarto,
con el sándalo de vuestros nombres,
bien sabéis de mi hora que siembra,
que hincha cuartillas,
y detiene tiempo.
Aprendí de la última cita
-momento puesto en silencio-
desde el llanto os hice un lugar
y os quejáis…
si mi sangre
es sangre de vuestros campos.
16. 16
Y SOY UN PUNTO…
A veces creo que tengo un diamante
de verdades,
y sangro con los cristales
de mi realidad.
A veces, creo que camino entre
las aguas
y me debato en la tormenta
de mi vida.
Encuentro muñecos movidos
por hilos de tibieza
y ella inmoviliza mis alas.
No entiendo la maraña de rostros
que repiten mueca tras mueca;
a veces mi yo se eleva,
y otras quedo pegada.
Pero vivo segura que soy nube,
brizna movida por el viento,
pedazo, hoja
y un punto en el espacio
del tiempo.
17. 17
VIAJE
Prisas, nervios,
risas, llantos.
Equipajes preparados.
El camino se abre…
Corren prados, montes,
ríos y lagos.
Y un despertar de pueblos
al sol que se abre.
Ahora monte;
luego el aprisco.
Prado verde,
y otro con las entrañas al aire.
Un plato, el vino
y la fiesta del poblacho.
Casas con guijarros,
la plaza y el camposanto,
Rostros ennegrecidos,
pergaminos de trabajo y lucha.
Se difuminan los perfiles…
18. 18
Allá por el horizonte
la ciudad asomando.
Bloques y bloques.
Los campanarios quedan lejos
y las casas de barro.
Asfalto, ruidos, humos
y miedo.
Llegó el viajero.
Mira y no ve,
escucha y el ruido le deja sordo.
Vagabundo por las calles
de cemento.
Solitario en el hormiguero.
Rostros tensos,
prisas y un goteo
de impaciencia dentro.
Recoge su maleta,
sale por el camino estrecho.
Y regresa recogiéndose en su sombra.
Vuelve el barro,
la tierra, el verde
y la risa le devuelve el nombre de nuevo.
19. 19
OCASO
La tarde encogida
bajo un sol plomizo
se asfixia.
Unos hombres
dan al pico y a la pala.
Gotas de sudor mojan
su frente.
Alguien, desde una ventana mira.
Y yo sigo sentada,
con mis pensamientos secos,
como está tarde encogida.
20. 20
CAÍSTE EN SIMAS…
Caíste en simas y el sol
se ocultó a tu paso.
Una y mil veces dejaste la senda,
para entre rocas y arbustos pasar;
otras, una campiña
llena de flores secas fueron
su lecho.
Amaste con locura, con pasión
robaste los mejores besos.
Lloraste, siendo tus lágrimas
cristales de cielo.
Tú, abanderado de mil blasones
arrancaste la libertad al viento.
Tu vida fue un ramillete de ilusiones,
y la muerte te encontró
en el último pétalo
21. 21
AUSENCIA
Ahora, que te has ido amigo.
Ahora, que los días están vacíos de ti,
y nubes de ausencia
cubren el cielo de mis pensamientos;
cuando palabras, gestos y rostros
forman un tapiz
y tú, lejos, formando bruma,
te acercas y alejas,
rompiendo cadenas de distancia.
Ahora que el pasado,
renace con fuerza.
Dime, ¿volverás a bañar mi playa?
¿O sé agrietará el sueño?
pero ¡qué más da!
hoy y no el mañana
es el que me ofrece,
el licor de tu amistad blanca.
22. 22
MELANCOLÍA
Nubes de zinc y estaño,
con remolinos de azul puro.
Gotas royendo un aire de vidrio
sudores en los abrigos.
Tarde cargada de suspiros,
de sueños, amores y olvidos.
Me gusta tu aroma
de tierra y frio,
y esa paz de penumbra
que llevas contigo.
23. 23
RECUERDO
Poco a poco,
tu recuerdo, mosaico de ilusiones
crece y crece,
y cual ola en arena
borra cualquier pensamiento
para que sólo seas tú quien impere.
24. 24
DEPRESIÓN
Esta mañana, el sol se ocultó
en la niebla
de nuestros ojos vidriosos.
El aire perdió risas
y el día nos sepultó
en la losa de su monotonía.
Las horas sin ritmo
surgen de la nada
y las palabras se pierden
por el túnel de nuestra apatía.
La esperanza se oculta
entre las rejas de la tristeza.
No queremos ver a nadie
y la Nada
como bola de nieve crece,
en la pendiente de nuestra
sin razón;
en la pendiente de nuestro vegetar.
25. 25
DESDE LA ORILLA…
La orilla de tu recuerdo deposita
caracolas de sentimientos,
y tu imagen
en la foto que contemplo
llena el espacio
hecho de silencios y distancias.
No enlodes la amistad,
deja que el agua siga cubriendo
nuestras piedras,
y que a tu lado pueda
ser cascada de armonía,
que mis horas, tristes,
descansen en el lecho
de tu voz.
Y que, pese a la distancia,
puedas sentir
el vaivén de mi barca,
flotando en el mar agitado
de mi vida.
26. 26
ME AFERRO A TI
Me aferro a ti,
como ola al mar,
y temo perder
ese mar
que inunda mi vida
de peces de hermosos colores,
cuyas escamas son espejos
en donde te veo, me ves
y nos vemos.
27. 27
NOSTALGIA
Nostalgia de un ayer no lejano,
bañado de brumas,
cercano de llanto.
Nostalgia de labios rojos
y ojos velados,
jazmines en el pelo,
y estrellas en el cuello.
Nostalgia de lluvia
mojando mi rostro.
Nostalgia del ayer y del hoy
y de un pasado no lejano,
de cantares en el alma,
y sollozos enhebrados
con la espera del retorno.
28. 28
MARGINACIÓN
Fue un día, lejano
o no lejano. Vacío de palabras
o lleno de sonidos
sin contenido.
Pero;
sufrimos la agonía
de la soledad, entre la gente,
de la humillación,
sin palabras ni injurias;
de una humillación silenciosa,
como los límites de nuestra miseria.
Y sentimos en nuestra carne
el azote y el escarnio,
de una casta de una secta.
De nosotros se apoderó
la indignación y el sordo
resentimiento. Y gritamos:
Es injusto, es, es…
Pasó el tiempo,
y un día,
repetimos nosotros la escena,
y, otro fue el que dijo:
Es injusto, es, es…
29. 29
ENSOÑACIÓN
Quisiera que tus palabras y cariño
vinieran hacia mí,
como el río al mar,
y que el arrullo de tu sonido,
limpio, claro, fuera la verdad
en mis oídos. Pero, no quiero ser para ti,
un grano de arena en la playa
ni una gota en el mar.
Quiero ser yo, sólo yo,
fuera de todo, sacada de
cualquier ovillo, de cualquier colección.
No quiero que me incluyas
en el anonimato de un conjunto.
Porque;
yo soy para ti, igual que tú,
sólo eres tú, para mí.
30. 30
LA VIOLACIÓN
Una tarde en que el sol
casi besaba la tierra;
una tarde de primavera,
con el aire impregnado de esencias florales,
de ruidos de alas,
de cantares en el alma.
Una tarde fueron a por ella.
Eran más que dos:
su sonrisa, los colores,
y la inocencia perdida, arrebatada
salvajemente.
Y las lágrimas se helaron en sus mejillas;
la vergüenza cubrió su alma,
Llenándola de oprobio;
pero, sólo risas,
bocanadas de viles palabras,
de gestos injuriosos, se oían.
Y allí quedó ella,
en medio del espacio verde;
lleno el corazón de odio.
Templando cual pájaro sin nido,
lentamente, sin prisas,
con todo el tiempo del mundo;
caminó con la cabeza baja,
comiéndose la impotencia y su desnudez;
mientras sus catorce años quedaban
inertes, y, el pasado, único testigo,
lloraba su inútil existencia.
31. 31
CEGUERA
Sumida en el sueño
de mi vida,
encogida en la realidad
de los días deshojados
por la monotonía,
camino; unas veces andando,
otras; más aprisa,
y algunas; es veloz carrera la mía.
¿Para qué? Me pregunto.
Y mi razón, contesta.
Infeliz ¿No te das cuenta?
En tu afán,
¡expoliaste de pétalos,
la flor de la primavera!
32. 32
YO MISMA
Ayer,
con el sol bañando mi cara,
y el aire jugando con mi pelo
andaba...
A lo lejos,
una sombra,
segaba la línea del horizonte;
lentamente,
con la mañana y el viento;
yo y la sombra marchábamos,
una yendo, la otra viniendo.
Y así, los minutos desechos,
acordaron el tiempo;
cara a cara,
mi figura y la sombra.
Y ¡Oh sorpresa!
reconocí en la sombra a mi yo,
regresando del sendero.
33. 33
UNA MANO HÚMEDA
Una mano húmeda
roza la piel sexual
de los helechos,
Y en medio una mirada,
más allá de lo que ve,
más allá del universo.
34. 34
TÚ, HOMBRE
Escalaría tu cuerpo
hasta llegar a la copa de tu alma,
para que oyeras, para que entendieras
mis palabras.
Palabras que repetí hasta
la última gota de esperanza
y tú no quisiste entender.
¿Por qué?
Tú, hombre, no dejas aquella
muestra de unas normas empeñadas
en quitarnos la espuma de nuestro mar,
nuestro equipaje,
y se trueca el billete de nuestro destino
dejándonos, en el páramo de los sentimientos,
en la selva de los prejuicios.
¡Hombre!
Ojalá pudiera hacerte comprender
que, midiendo cada paso,
cerrando los ojos a una mirada de ternura,
estas negándote el pan de la vida.
Escapa por la brecha en busca del otro,
y entra en la aventura
de una amistad sin límite.
No dejes las gotas de la vida
prendidas de cualquier rama.
Aprisiona entre tus dedos
cada posibilidad y llena
tu boca de todo el zumo
de las cosas.
35. 35
PUEDEN
Pueden sentarnos
en trono de imposibles,
en piel de
palabras galantes,
florecer las espinas,
los sentidos.
Pueden soltarnos las riendas,
las gotas inventar mares,
llenarnos de blanco;
si no tenemos aquel punto que cubrirá de luz
nuestra tiniebla,
si la flor
no abre sus mejillas,
si la concha se cierra
y la mirada no es,
si el espejo
no devuelve su imagen,
ni el verde es principio,
puede eclosionar el universo
que nosotros; seguiremos
palpando la soledad.
36. 36
EL ALMA
Dime ¿quién eres tú?
Sensación extraña y misteriosa
que anida ahí, dentro de lo más profundo
de mi alegría y tristeza.
Aquello que siento,
pero que no toco,
aquello que se me escapa.
Dime, ¿quién eres tú
que me mueves a tu capricho?
¡Dímelo ya!
Por favor te lo pido.
Eres tú, ¿verdad alma?
Sí, eres tú,
mi fiel compañera,
mi eterna amiga.
¡Qué minutos, alma, me concedes!
tú, que me llenas de ráfagas de amor.
Tú, oh, alma,
que haces de mi soledad
baluarte de ilusiones.
Dime, ¿qué poder tienes
que llenas mi soledad de Presencia?
Dime.
¿Qué haces de mis lágrimas
arroyos de esperanza?
Tú que me haces sentir
el latido de la vida.
¿Por qué alma, tú, que permites
envolverme en tu fragancia,
también me haces sentir
las espinas?
37. 37
A PARTIR DE HOY
A partir de hoy,
voy a querer tranquila,
como todo el mundo quiere,
sin lágrimas que escupan dolores,
sin poesías que canten sentimientos.
A partir de hoy,
será mi querer como cualquier espiga,
como los buenos días,
como los niños cuando comen.
No desbordaré el río convirtiéndole
en cascada, ni levantaré el valle
hasta llegar a la montaña,
ni me montaré en nube alguna
para ver tu cara.
A partir de hoy,
no soñaré en amistades únicas,
ni lirios en agua, ni en imposibles.
No, a partir de hoy,
no dejaré el corazón clavado
en las aristas de cada día,
ni esperaré que curen mis heridas.
A partir de hoy
seré…
Sólo una más entre tus amigos.
38. 38
¡DESPIERTA YA!
Mira, no me cuentes mentiras,
mira, deja ya, las grandezas.
Pero, no te das cuenta, alma,
de que aquí no te quedas.
Es que, no entiendes…
que la vida es breve,
y la muerte eterna.
¿Por qué anhelar burbujas?
¿Por qué pisar huellas,
que se hunden en arena?
Cuando, tú, puedes volar,
sin tocar tierra.
¡Despierta ya! y comprende que
aquí estás de paso,
y es tu pasar tan corto,
que un sueño es más largo.
39. 39
A LO LEJOS…
A lo lejos, tu sombra,
cual mancha violácea
llena el horizonte.
Camino hacia ella,
y cuando mis brazos abiertos
te alcanzan,
Tú, espectro de ti, te desvaneces.
40. 40
SOÑAR
Soñar con
sueños dorados, blancos
o negros ¿Qué más da?
Soñar en un mundo distinto,
con velos de misterio.
Andar, por el camino de la vida
sin importarme el tiempo,
sintiendo en la carne el miedo
y en el corazón fuego.
Soñadora, me dicen.
Y yo contesto.
Dejadme hacer, dejadme ser
pájaro errante,
exploradora de anchos cielos,
pues no deseo arrastrar mis pies
y que mis pensamientos enmohecidos,
encogidos, respiren polvo,
ni aprisionarme entre los barrotes
de una razón, sin razón.
Quiero creer en mi credo,
aunque nada sea cierto.
Porque verdad es,
que será más cierto mi soñar,
que la realidad que veo.
41. 41
¿TE ACORDARÁS DE MÍ?
Dime ¿Te acordarás de mí
cuando el viento del recuerdo,
se lleve mi nombre?
Dime ¿Podrás arrancar al tiempo
mi rostro?
42. 42
CALLE MOJADA
Aquella calle mojada,
el chirriar de los coches,
Ir y venir de unas gentes,
perdidas ente abrigos,
escondidas en los hongos
de sus paraguas.
Pensamientos limpios,
como el de ese cielo
color plomizo.
Embriago de humedad,
olor a tierra, cielo, y espejo.
Un paso, detrás otro,
otro y otro, respiro.
Siento el palpitar
de ese mundo, escondido
entre arbustos, traspaso el aire.
¡Cuánta magia encierra
y qué sugestivo es tu color cenizo!
43. 43
HOY PENSABA EN TI
Hoy pensaba en ti,
Y en una nube volé a tu encuentro.
Recorrí la ciudad, escrutando rostros,
Pero el tuyo no estaba en ellos.
Te llamé, te grité, hasta enronquecer
Y tú sin aparecer.
Y sentí el vacío de tu ausencia.
Tu recuerdo revoloteaba en mil pájaros.
Y se deshizo la nube en mis ojos,
Y tuve que bajar, rápido,
Al llegar a casa, el teléfono sonaba,
¡Eras tú!
Con voz cálida, dijiste mi nombre
Y los dos, el tuyo y el mío se fundieron.
44. 44
SIN COMPRENDERTE…
Hoy, cuando el parque se quedó quieto,
y las luces de la ciudad se encendieron.
Cuando te vi, y en tus ojos no había luz alguna,
y cuando tu boca no pronunció mi nombre.
Ni tus labios sonrieron al verme,
entendí, sin comprenderte.
45. 45
CORREN LAS HORAS
Las horas corren atrapándose una tras otra,
el día agota su tiempo.
Estoy en la cama, pensando, leyendo.
Quisiera poder secuestrar a los minutos,
hacer añicos el segundero.
-------------------
Hoy te oí, y tu voz sonó cálida.
Mi nombre, y tus labios se confundieron
46. 46
CHISPAZO DE LUZ
La claridad asoma
en el horizonte.
Poco a poco,
el agujero luminoso
rasga la tela
de la noche.
La ciudad quieta
grita silencio.
Mañana de domingo,
primavera en la sangre.
Lentamente camino.
Golpe de sol y aire
en mi cuerpo.
Aquella casa baja, el altozano,
y al lado
el pequeño parque.
El sol acaricia las calles;
siembra de colores,
en el cielo, en el monte y el valle.
47. 47
Sensaciones fáciles
se elevan alto, muy alto,
mientras se embriaga
el asfalto de silencio.
Así ando yo,
cuando oigo, percibo y siento
un coche, otro y otro.
El encanto de los sueños
se rompe y estalla…
Y voy deshilachándome
mientras las emociones se escapan
en el andar mañanero.
48. 48
APATÍA
Andamos, corremos,
sufrimos, lloramos
y reímos.
Un día tras otro
va ardiendo nuestra existencia.
Ser esto, lo otro.
Alcanzar aquello.
Saltar fechas.
Apatía, hastío
cansancio de vida muerta.
Y seguimos afanados,
buscando grandezas,
subiendo altas escaleras.
Alocados empezamos la carrera.
Nadie nos para ya.
Nadie ya nos frena.
¡Apatía, hastío, cansancio de vida muerta!
49. 49
REALIDAD-SUEÑO
La desintegración del sueño eres tú, realidad,
pues celosa de la fragata de cristal y azul
que el sueño enarbola, lanzas escarlata flor,
golpeas con nudillos de fiera,
socavas raíz.
Tú, sueño, eres frenesí de sentidos
que revierte en cada minuto,
como jinete en el azul espoleando a la noche.
Sueña, sueño,
pues la realidad espera un ligero temblor
para reptar como escalofrío perenne
y ser vocero que adormece alma.
50. 50
¿ES QUE TE INVENTÉ?
¿Es que te inventé?
Porque pareces un gélido viento
que busca sentido en el aire,
que astilla la presencia.
¿Es qué te inventé?
Cuando tus ojos eran mares abiertos
y nuestras manos amaneceres.
¡No te inventé!
Existes en el principio, en el lugar,
y ahora existe tu recuerdo y el ayer,
con la verdad,
de un amor sin aniversario.
51. 51
MAÑANA
No violentes nuestro despertar,
¡mañana!
Respira lentamente, abre tu color
de mariposa azul y cúbrenos.
Otra vez, empiezas, monótona,
reptando desde tu trenza ceniza.
Hoy ¡detente!,
déjanos pensar.
Piensa, tú, mañana,
como poder cambiar el signo de la costumbre,
salvarte,
salvarnos.
Mira cómo respiran los escaparates
midiendo el tiempo de su cuadratura de cristal,
y el quiosco airea la noticia interminable
de la existencia.
Nuestra mirada es una recta doblada que jadea
en el laberinto de tu rosa malva;
somos burbuja que se tambalea en tu vientre:
la última esperanza.
Te estás multiplicando,
mañana;
tus moléculas se abren
¡Detente!
Juntos nos salvaremos de la esclavitud de siglos,
de la cadena que oprime el ayer y el futuro.
Escucha el silbido del hombre,
cubriendo los pliegues de la atmósfera.
Eres mástil arrastrando,
pero también resultas cemento hiriente.
52. 52
EN EL DOLOR DEL MAR
El constante balbuceo de la palabra
es débil queja que no sabe,
que no se sabe dónde, cómo ni a quién enviarla
sentimiento desbordado en historia de afecto,
donde la jara fue lecho de silencio;
lloró en prisión el abedul,
el sufrimiento tuvo cómplice
con golpe de preguntas,
refluyendo en copia adivinada.
Como ánfora sumergida entre tus manos
limpiaste cruel huella,
espeso germen, escuela pegada
al barro más fino.
Apenas se respetó aurora,
sólo olas
resbalando por ladera de vivencia.
La muerte, abierta, avanzó
con sello de lenta agonía.
dudas, muñeca rota;
tragedia diluida en escucha.
¿Cómo quieres que mire en ausencia
si mis manos son golondrinas planeando
en el dolor del mar?
53. 53
ES EL MUNDO UN PAÑUELO DE AMOR
Hoy es el mundo un pañuelo de amor,
en donde mi cara, mis manos y yo entera
me envuelvo
en la tibia caricia de su ser.
Hoy es un día en que mi amor,
como el sol, cálido, lleno de luz,
te abraza a ti; luego, ese amor
extenderá su pobre savia,
y la flor blanca, hermosa, crecerá
en la campiña de cada corazón.
54. 54
EN TU RECUERDO
La mañana es reflejo que revienta,
que te dibuja en la bóveda del agua,
y el espacio agita dolido
tu recuerdo.
55. 55
SOMOS, NADA
Adelantamos el tiempo
del rechazo,
y miramos con ojos incrédulos.
Sembramos raciocinios,
oteamos el mundo
con pañuelo de imposibles;
luego,
porque subimos un punto a tiempo,
creemos que el sol estará siempre
presente,
y nuestra barbilla es flecha.
Apostamos por la felicidad
porque la caverna se iluminó
y azuzamos la vanidad
por un pan a destiempo.
De repente
volcanes de soledad nos ciegan.
No seamos incrédulos,
sólo somos una brizna de universo,
y nuestro placer es un
espejismo
si la “Lluvia”
no llena el pozo de nuestro anhelo.
56. 56
SOY
Soy espuma
y cogiéndome a la crin
de una nube,
me pregunto,
¿soy, pues,
cascada o viento?
¿o río manso?
Soy todo y nada.
Pradera donde comer
en mi regazo
o escarpada roca.
Soy…
Sí.
Todo lo soy,
y de repente vacía,
me escapo
y el aire se anida por dentro;
pese al misterio de ser
y no ser,
soy y seré en el espacio.
57. 57
SOLAMENTE
La carne,
rompiente de amargura,
ojos en vela
en el amarillento crepúsculo
del día;
es un pasar en
el cerrojo de la angustia,
la que ayudará a sepultarla.
Solamente una mano,
una palabra,
una sonrisa,
el sitio en el lugar que habita
un alma dormida.
Y a veces no hay nada.
Somnolientos adelantamos
la noche,
y nos sumimos en penumbra.
Somos caparazón.
La costumbre nos marca
y el otro sigue en amargura repetitiva
inventados agujeros.
Solamente una mano,
una sonrisa,
una palabra.
¿Es que es tan difícil
que nos ayuden a volar de nuevo?
58. 58
EL AMOR
El amor
es una copa
que se nos puede
romper entre los dedos
de nuestro egoísmo
60. 60
UTOPÍA
¡Utopía!
Y nos desnudamos de hambre,
sonriendo delante
de nuestra imagen.
No nos molestamos
en mirar los peldaños
que quedan.
Simulamos que podemos
alcanzar un pedazo del mundo,
con palabras escritas,
con fórmulas aprendidas.
Y a los pasillos
de nuestras quimeras,
al bucear en las venas,
al tic-tac del infinito
y al convertir nuestro mundo
en promesa,
le decimos
¡Utopía!
61. 61
NO PIDAS MÁS
Sube,
desgrana tu mirada por los campos
de trenzas
y llénate,
acepta,
pero no pidas más
que aquello que te pertenece.
Acepta el cofre que cada cual posee.
Alguna vez, alguien, te dará
la Luz.
62. 62
TENDREMOS QUE ACOSTUMBRARNOS
Tendremos que dejar el amor
… tendremos que negarnos a él,
porque no hay campo,
porque nunca el grano llegará a ser
espiga.
Tendremos que decir adiós al amor
porque nadie lo llama
y cuando él
traspasa el umbral
empequeñecemos
su sombra.
Tendremos que acostumbrarnos
a no sentir ese influjo,
esa brisa que nos sumerge en otra
latitud, que nos hace sentir ese influjo,
esa brisa que nos sumerge en otra
latitud, que nos hace cambiar cada poro
y que nos hace comprender a Dios.
Tendremos que acostumbrarnos a que
el amor sean sólo palabras,
cantares,
sueños,
porque nuestra oscuridad es
más grande.
63. 63
CUANDO NUESTRO YO
Cuando nuestro yo es un yo blanco,
sin vetas, sin artificios…
cuando creemos en la misión del momento y
lanzamos la flecha
con el arco de nuestra voluntad…
Y cuando somos el otro, y uno mismo,
y ninguno al mismo tiempo,
y hacemos yugo de nuestros deseos
con los rayos de una tormenta
pasajera…
Y cuando defendemos
el pensamiento que nos quema
como verdad,
clavada en la concha que encerraba
nuestro dogma;
es cuando entendemos que la realidad
es amalgama de posibilidades;
y lo que hoy es nuestro molde
puede no serlo mañana.
64. 64
DESPERTAR
Despierto dejando los sueños
en el blanco;
son mis pasos rituales de una repetición.
Subo peldaños de alegría,
exploro cavernas
donde la roca aprisiona la cordura.
Y así seguiré mientras queden hojas
y el horizonte se desnude.
Cuando no tenga
vetas en mi carne,
y el verde se tiña
de carmín,
y las palabras no se pronuncien
porque se sequen los labios,
cuando el fuego quede fundido por
lágrimas,
entonces
buscaré
otra estrella.
65. 65
DESILUSIÓN
…dejaron clavada la razón
y manchas en el lienzo,
el suspiro se apagó
para robar la sonrisa
a la mañana.
Sangraron las azucenas
y quedó un amuleto
de dolor.
Nuestro pedazo se astilló
y el grito hizo
conjunción con el trueno;
perdimos la esencia
de la realidad.
A nuestro anhelo
le mutilaron el latido.
El fuego es recorte de ayer:
sólo la presencia,
el sueño y la realidad;
pero se levantó el telón
y la nueva escena iluminó…
66. 66
VEJEZ
Miro tu frente llena de arrugas,
tus manos agrietadas.
Tu figura encorvada
pasos menudos, quietos,
cruzando la calle ancha.
Palabras entrecortadas, memoria corta,
vista cansada.
Nadie te mira ya, nadie ya te habla.
Pero tú sigues y sigues,
andando solo, cada mañana.
De repente, siento pavor, hielo en el alma
y la certeza invade mi ser,
lentamente mis venas.
Me veo en el espejo del tiempo,
fiel copia de tu cuerpo desgastado.
67. 67
RECONCILIACIÓN
Despertar de un día claro,
diáfano, limpio,
con aroma de aire nuevo.
Atrás quedan las nubes
cenicientas y grises,
repletas de todo.
Atrás las tormentas
de nuestro espíritu,
descargado de soberbia.
Atrás va quedando
nuestro fango,
nuestra miseria.
Hoy, abrimos los ojos
al nuevo día
azul y oro.
Las heridas se cierran
se olvidan, se cambian
nombres, portes, grandezas.
Un paso, otro y otro.
Quedamos desnudos,
y se eleva nuestro espíritu.
68. 68
SOLIDARIDAD
Solidaridad es
carroza en cabalgata,
de ideas lanzadas
con los caballos blancos
del diálogo.
Solidaridad es
armonía de manos
que tejen,
pañuelos de verdades,
de pan y libertad.
Solidaridad es
cópula de fuerzas
para levantar de la inmundicia,
de la intolerancia,
al amordazado de palabras,
a millones de seres que
gimen
en un laberinto de miedos.
Solidaridad es
corona de amaneceres para
los que mueren
sin apurar el primer sorbo del vivir.
Y mi voz quisiera
ser huracán que
conmocionará almas asentadas
en sus lugares privilegiadas;
agua para rostros,
y tenazas para abrir argollas que
aprisionan
69. 69
-hebras son mis entrañas-
al ver que tenemos azul, unos
y otros negros;
que el collar de delicias
sólo es para no ver
que la mitad de nuestra concha
ni ventana tiene
para un aire renovador.
¡Basta ya!
Y es mi basta -alarido-
por no desear
aire fétido.
Y lloro mi impotencia
por este mundo miope
de realidades.
70. 70
MÚSICA
Suena la música.
Los sonidos metálicos,
limpios, se filtran
en la estancia.
El alma sube
a los picos de la
imaginación.
Una suave paz
me deja flácida,
desecha entre los
almohadones del butacón.
71. 71
EL AIRE ESPESO
El aire espeso
rezuma sabor a sal,
y en la lejanía, la línea azul del cielo
se besa con el azul del mar.
72. 72
CORREN, CORREN LOS DÍAS
Corren, corren los días,
trenzándose las manos,
perdiéndose en la lejanía.
Hoy niño, mañana adulto
y pasado Dios dirá.
Las horas como
gotas de rocío
se evaporan en la nada.
Aprisionemos, estrujemos el tiempo
del caminar.
Construyamos hoy,
porque mañana no sabemos si llegará.
73. 73
DICEN QUE…
Dicen que esta vida,
no es vida.
Dicen que como gusanos
nos arrastramos.
Dicen que todo es amargo.
Dicen, ¿qué sé yo, lo que dicen
por ahí?
Pero yo bebo de esa agua
cual cántaro sin fin.
74. 74
EL ABUELO
Espalda encorvada,
frente arrugada,
manos temblonas,
mirada lejana.
Dime abuelo ¿Qué piensas?
¿Acaso en tus años mozos
cuando luchabas
lejos de la patria?
Y con aquellas manos
vigorosas y templadas
ponías el fusil en marcha.
Dime abuelo ¿Qué piensas?
¿Cuándo cargabas aquellos sacos a tus espaldas
y nos llevabas en tus hombros por la casa,
o bien piensas en aquel sol caliente,
que hacía brotar de tu frente
aquellas gotas de agua…?
No digas nada, abuelo,
no hace falta.
Toma, coge al chiquitín
y ponlo en tus rodillas;
fíjate en su frente,
fíjate en sus manos,
y en su sonrisa,
y en esos ojos, abuelo, que son vida;
y te verás en ellos, abuelo.
¡Ya tu mirada no estará perdida!
75. 75
ESTACIÓN
Silbatos envueltos
en humo, en prisas,
en equipajes llenos de
sensaciones.
Una espera interminable
con minutos que agonizan,
entre miradas que saltan.
Un soldado,
con su saco lleno de hambre,
y alma de niño calzada
con botas de cansancio.
Alguien que enlaza
las manos mientras
fabrican palabras.
Ancianos incrustados
en sus ojos
de cristal arrugado.
Unos y otros
tropiezan, se miran,
se dan excusas y siguen
en espera del tren que
los llevará a un mismo lugar.
Las mismas montañas,
la estación, los vagones, el tren,
todo será un trenzado de realidades
diferentes en cada
palpitar y en cada rostro.
76. 76
QUIERO VIVIR
Quiero vivir entre
las estrellas, aunque me nieguen su luz.
Quiero vivir entre las horas del amanecer
y cada gota de rocío
enredarla en mi pelo,
aunque me roben la aurora.
Quiero vivir entre
nacimientos de sonrisas,
entre palabras compartidas, entre
cadenas de manos; aunque
la sonrisa sea careta,
la palabra mentira
y las manos tentáculos.
Quiero vivir pese a que nada exista,
pese a que yo no exista,
porque inventaré cada día,
y cada hora, y la eternidad y yo
seremos palomas que vuelen juntas.
77. 77
LA CAÍDA
De aquella escalera, vieja y sucia,
con los peldaños resquebrajados.
cayó la niña.
Fue en un minuto, en un segundo,
fue en un relámpago.
Su cuerpo frágil, pequeño,
rodó como un ovillo,
yendo a dar en el suelo:
tan sólo tenía diez años,
diez tan solo.
Y aquellas piernas de niña,
muertas ya, sin fuerzas,
ya no volvieron
a sostener su joven cuerpo.
78. 78
YO SOLA
Soy, yo sola, la que habla,
sola soy yo, la que grita,
la que llora, y la que ama.
---------------------
Feliz soy, de ser la que soy,
pese a los demás, y a mí.
---------------------
Me siento húmeda,
húmeda de ti,
de tus lágrimas,
de tu sal,
del cálido abrazo de tu piel
---------------------
No vengas a mí
con tu cara de paso,
ni tu piel de armiño.
A mí se me viene,
con cara alta,
y desnudo de orgullo.
Tu marcha hace sangrar
mis sentidos.
Pero, prefiero sangrar de ausencia,
que de olvido.
----------------------
Mis uñas clavadas
en la tierra, arañan,
y mis manos sangrantes
se llevan la semilla,
la semilla de una vida estancada.
79. 79
LA VIDA
Por el largo túnel
de la vida,
no hay paradas,
ni treguas.
Sin cesar seguimos,
cada vez más hondo,
cada vez más cerca.
Hoy, un poco,
mañana otro,
nuestra vida se desgrana
quedando suelta.
Nuestro humor,
qué fue de él,
se quedó tan lejos.
Jirones, pedazos,
nuestras carnes desechas.
Por el túnel de la vida
dejamos nuestras miserias.
80. 80
El recuerdo de la juventud
se aleja entre brumas,
nieblas, se borra.
Quieres parar, recuperar,
gritas, lloras,
y sigues caminando
rumbo a la muerte cierta.
Preguntas, recapacitas,
no entiendes, no sabes.
Pero tus pies continúan.
¡Dios mío! gritas,
el amor ¿dónde está?
Nadie responde.
Algunos sólo lo nombran.
Sigue el túnel,
caminas, caminas.
¿Para qué marchar?
Quisieras parar. No puedes.
Te arrastra como sea,
de pie, sentado, tumbado,
riendo, llorando, de inercia.
Te vuelves,
y entre las tinieblas
alguien emerge.
81. 81
LÁGRIMAS
Gotas de nuestro cántaro roto,
por un desdén,
por un olvido,
por un dolor,
que aprisiona nuestra ilusión
y deja caer la alegría.
Lenguaje
que descifra palabras ocultas,
y canta
melodías del ayer, del hoy,
del mañana…
82. 82
DESEARÍA ESCAPAR…
A veces,
desearía evadirme
de este influjo que
me arrastra llevándome
a mundos distintos,
a sensibilidades elevadas,
al vértice de lo infinito.
A veces desearía no andar
entre el filo de lo posible
e imposible.
A veces
no quisiera
llenarme de dudas,
y ahogarme en mis ansiedades.
A veces
no quisiera
traspasar el umbral
que me separa de la cordura,
para adentrarme
en el valle multicolor
y en caballo desbocado
arrancar la flor del poema.
¡Pero siempre estoy allí
donde debo de estar!
83. 83
NO DES LA ESPALDA
No des la espalda a la verdad
ni te cierres.
No niegues el agua
de otro manantial.
No digas no al secreto de la palabra,
ni te escapes de la mirada.
No juegues con un sí y un no.
Recoge el rocío.
No des la espalda,
porque la ausencia en tus ojos brotará,
al no poder sostener aquel sentimiento
que ya no anidará en tu alma.
84. 84
ESPERANZA
Manantial, arroyo, cascada,
Tú eres eso.
Jaspeado de colores,
un no sé qué.
un sinfín de cosas plenas.
Eres un querer amarlo todo.
Torbellino de ideas,
cuadro de ilusiones.
Tapiz de bellos sueños,
sonrisas, unión de cascabeles.
Miras y tus ojos
despiden destellos de osada
belleza.
Rosa, azul, verde,
amarillo y violeta.
Ríes, ríes, y ríes,
y es tu risa,
aire limpio para el llanto.
Abres puertas, ventanas
y entras con tu aire mañanero.
Eres, eres…
Jinete desbocado,
río contra corriente.
85. 85
Miras y tus ojos ascienden
más allá de valles y montes.
Dejaste estela de flores,
y
cuando faltas
la risa se asfixia diluyéndose en mueca,
el cielo ya no es azul,
y el amor se convierte en máscara.
La carcajada es burla
y
las ideas, muerte.
Tú, que, todavía,
estás aquí con nosotros.
Perdona, las veces
que no hemos sabido cómo conocerte.
¡Pero, ven, no te vayas!
Porque me aterra
la idea de que un día,
Tú, nuestro tesoro,
nuestra Esperanza
se difumine en la razón del hombre.
86. 86
¿NO TE DAS CUENTA?
Palabras sin pronunciar,
miradas cerradas.
A veces tú me peguntabas
¿No te das cuenta?
Y yo, entendiendo, sabiendo
que me amabas,
decía, no.
Quería la verdad expresada
en tus labios.
Quería una verdad sencilla,
nacida en tu corazón.
Pero tú, seguías
entre alegorías y juegos.
Y, así, los días
gastaron su precioso tiempo;
mientras tú,
parapetando los sentimientos,
sufrías, por no poder decirme:
¡te quiero!
87. 87
Y COMPRENDÍ…
Me hablaron del amor
y escuché.
Me dijeron: amor es…
Y asentí.
Pero al callar las voces
comprendí.
Que las palabras sobran:
¡Está en mí!
88. 88
TÚ Y YO
Tú y yo,
aquel sol,
y aquella mañana
caliente.
El ir juntos
mirándonos
más allá de nuestros ojos.
Los pájaros, las flores,
y la huella de nuestros pasos
en el prado verde.
Tú y yo
aquel sol
y aquella mañana
caliente.
89. 89
EN ALGÚN LUGAR
Miro las montañas
cubiertas de nieve.
Y los árboles
desprendiéndose de sus blancos mechones.
Y el sol retozando…
Y pienso en tu amor,
en algún fuera del mapa.
Sueño con otro planeta,
mundo o rincón, donde el amor
pueda alcanzar,
ese azul que corone las cimas más altas.
90. 90
ESE AMOR…
Cada día, cada instante,
acaricio como flor tempranera,
el amor que nace con la mañana.
Y a la vuelta de la esquina
abrazo el amor
que me da una gitana.
Más adelante,
unos ojos de niño
sonreirán a los míos.
Luego, alguien dirá, “buenas”
y yo seguiré mi camino encontrándome:
ojos, rostros, sonrisas, manos.
Pero el amor: ese amor
que convertirá el día en una fiesta,
ese amor que mostrará la perla…
Ese amor que hará que mi canto
remonte las nubes
y anide en las estrellas.
Ese amor que trocara mi triste, aburrida vida
en otra llena de aventuras.
Ese amor fuente de dicha, donde el sol
no tiene ocaso.
Ese amor, néctar de la vida,
ese amor, no quisiera perderlo nunca, nunca…
91. 91
CADA DÍA QUE PASA
Cada día que pasa somos
catedráticos de la especie
y son los lamentos
la mejor escuela
92. 92
AL COMPÁS DE LOS DÍAS
Al compás de los días somos
espeleólogos de costumbres
y se encienden las luces
de una incógnita.
Surgen montañas de algas
y una mirada nueva.
Las noches se funden entre
lamentos y risas.
Y hay sabores diferentes;
pero,
no hay imagen completa, cada paso
es una línea para descubrir.
Y en el colmo de la incógnita
el sol enloquece,
se abren puertas
y forjamos una llave nueva.
93. 93
TUS SUEÑOS
Apenas te das cuenta y los días
arañan el tiempo,
marchan deprisa.
Poner pétalos a tu vida, quisiste, pero,
te quedaste soñando, y así, en sueños,
marcharon tus ilusiones.
Nunca dibujaste tus proyectos,
en la gráfica de la existencia;
pues, pensaste, que sólo eran sueños,
y, ahora, ya viejo, con el cuerpo deforme,
comprendes que todo podía haber sido,
si la fe
hubiera acompañado tus sueños.
94. 94
CAMINO Y NO PARO
Camino.
No paro,
pero son ojos los que suplican,
manos llenas de soledad,
harapientas del dolor,
soledades encadenadas
¿Qué hacer?...
No puedo.
Sigo,
y me alejo de la feria del dolor,
aunque mi alma queda
presa entre sus dedos.
Sangro de voluntad
dándoles los anillos
de mis átomos,
pero sigo.
Perdón, Señor,
por no parar.
95. 95
SOY JOVEN
Observo mi rostro, mis manos,
y me digo, soy joven.
Pero, como la ilusión efímera
de la mariposa,
los colores, y el polvo de mis alas
se desvanecerán una tarde,
una tarde cualquiera.
96. 96
SUEÑOS DE NIÑO
Din, din,
suenan campanas de plata.
Voces de ángeles,
susurran canciones de cuna.
El cielo deja caer hilos dorados
y las nubes secan sus caras.
Pequeños capullos asoman
sus cabecillas color ámbar.
Sonidos suaves, limpios,
entonan misterios de vida.
Cisnes blancos,
deslizándose en espejos.
Besos que flotan en el aire,
mariposas que bailan
hasta el tapiz de un cielo azulado.
Fantasía de colores,
explosión de estrellas.
Sueños de niño, grandes, blancos,
como la fuerza del espíritu que encierran.
97. 97
DIOS
Sí, ¡existes! Estás ahí
en la nube de mi existencia,
dentro de mi psique,
dentro de mi todo.
Te siento envoltorio,
sombra, caricia,
perfumes, sabores,
eslabones unidos de mi libertad.
Eres eso y el todo,
estás aquí y allá,
en la flor y en el río.
Huracán de estrellas,
galaxias enteras,
risas, llantos, sinfín de amor.
Te siento ¿sabes?
Aquí, dentro, fuera,
lejos, cerca, en todo mi contorno.
Te acercas suave,
ondulaciones de un mar
que llega y rompe en las rocas…:
agua, sal, arena.
98. 98
¿Dudas? Sí
¿Veces?
¡Miles tal vez!
¿qué se yo? Un pensamiento
es más rápido que una sonrisa,
que una lágrima, que una mirada.
Pero vuelve
y seguirá volviendo
en mí, en ti,
y en la circunferencia del cosmos.
Estás aquí y allá,
en la estrella y en el átomo:
fuera de leyes, normas,
religiones, cultos.
Más allá de todo,
remontado cielo y tierra,
infinito del firmamento,
donde nadie sabe ni conoce;
sin comprensión, fuera de toda lógica,
ahí estas Tú,
donde la razón aniquilada, rota,
es superada por tu existencia.
¡Dios existe!
en mi misma raíz,
y
en la raíz del amor.
99. 99
ANOCHECE
La tarde se encoge
acurrucándose en el horizonte.
Nubes cenicientas, blancas, violetas
cruzan lentas la seda azul del cielo.
Melancolía de día agonizante,
sombras que se abren paso…
100. 100
ESTÍMULOS DORMIDOS
A veces, no tengo nada,
sólo el vacío.
Triste nada, sentidos
dormidos.
Pienso, medito,
pantalla negra, estéril.
Ni estrellas ni sol
ni luna.
Ni tormenta
ni calma.
Triste despertar
sin sueños.
Polvorienta nube
cubriendo el camino.
Lejos,
la masa se deforma.
Las ideas
esconden el brillo
de su fuerza.
Y yo quedo aquí, sola,
entre las cenizas de mi mente.
101. 101
HIPOCRESÍA
Farsa, comedia.
desgaste de personajes,
puestos en escena.
Caretas, máscaras,
falacia de vida muestra.
Hoy aquí,
mañana allá;
la representación comienza.
Portes, ademanes, gestos estudiados,
controlados en cada esquina.
Tramoya, vestuario.
El telón se levanta.
Los actores comienzan.
Los hombres seguimos
día tras día
cambiando de comedia.
102. 102
SOLEDAD
En mi alcoba,
oyendo el silencio,
acariciando
tu muda presencia;
siento tu delicadeza,
tu dulce nombre soledad.
Minutos de pensamiento,
sueños olvidados
en un mundo lejano.
Los recuerdos se suceden,
se entremezclan pasiones,
y en el baile de tu casa,
la soledad, cruza deseos,
vestidos en trajes de máscara.
Te temen ¿Por qué?
No lo sé, y tú tampoco.
Necesitamos de ti,
pero no te queremos.
Huimos de tu sombra,
mientras, tú, cobijas,
lo más profundo de nosotros.
Soledad.
¡Quién pudiera
sentir la compañía
de tu presencia!
103. 103
AYER FUE, HOY YA NO
Rosa, rojo, azul.
Tarde con vetas moradas,
ilusión de horas pasadas.
Promesas desechas.
Amor, odio.
Odio, amor.
Tarde de ojos cerrados,
de ojos rotos por el llanto.
Horas engendradas de angustia.
Contradicciones de un existir sin sentido.
Amantes: el negro y el blanco,
enemigos: amor con amor.
Amigos disueltos en agua,
perdidos en la espuma del pasado.
Bocanadas de aire olvidado.
Ayer fue, hoy; hoy ya no.
Adiós, tarde venosa,
llevas en tu carne quebrada
nuestro vagar por senderos
de pesadilla continua.
Aparta, nuestra maraña de sentimientos.
Purifica, nuestra mente,
barre las almas de inmundicia.
Propaga, habla, grita, clama
estas horas vividas,
para que el alba eclipse nuestras dudas.
104. 104
HOY PENSABA EN TI
Hoy pensaba en ti,
y en una nube volé a tu encuentro.
Recorrí la ciudad, escrutando rostro,
pero el tuyo no estaba entre ellos.
Te llamé, grité, hasta enronquecer,
y tú sin aparecer.
Mi alma sentía el vacío…
y el recuerdo era presencia.
Mis lágrimas empezaron a deshacer la nube blanca
y bajé rápida.
Al llegar a casa, el teléfono sonaba;
eras tú:
y la voz cálida, dijo mi nombre;
y los dos: el tuyo y el mío
se fundieron, en un: te quiero
105. 105
HOY ENTENDÍ
Hoy, cuando el parque se quedó quieto,
y las luces de la ciudad se encendieron.
Cuando te vi y en tus ojos no había luz alguna
y tus labios quedaron mudos sin el marco de tu
sonrisa,
entendí, sin comprenderte.
----------------------
Siento pena,
por ti, por mí, por los dos.
Mis ojos están velados,
desde aquella tarde en que los tuyos dejaron de mirarme.
Me rompiste,
me dañaste
y ahora,
siento pena por ti, por mí, por los dos.
106. 106
SENTIMIENTOS
Aprisionados dentro de bóvedas,
yacéis mohosos,
enlazados, retorcidos, envilecidos,
dentro del espejo de vuestra amargura
dormitáis humillados.
Vosotros, salid de la sima,
resucitad vuestra fuerza
contra la cárcel
de esa carne terrosa.
Salid, dejad que la luz
abra vuestra ceguera.
Dejad que el sol y las estrellas,
llenen la
miseria.
¡Gritar, gritar!
La verdad que lleváis
impresa.
107. 107
No temáis al que
quisiera echar fango
aplastándoos a la tierra.
¡Reíd, sí reíd!
de grandezas.
Afrontar burlas,
sarcasmos, desprecios,
hipocresías, bajezas.
Alzad la voz,
gritando la luz
contra la caverna.
Sacudid el polvo
de la tibieza,
empujando el lodo
de vuestra miseria.
Sin temor, ¡salid!
donde el sol deje
clara vuestra silueta.
108. 108
LA MUERTE
Rojo, rosa,
ojos hermosos con vida,
azul de cielo,
verde mar,
negro noche.
Palabras, gemidos,
muecas, sonrisas,
gestos, gritos.
Movimientos pausados,
rápidos, frenéticos.
Amor, odio,
celos, grandezas,
miserias.
Ahora quiero,
ahora no quiero.
Sufrimientos olvidados,
alegrías desechas.
Saber, saber, saber,
andar, andar, andar.
109. 109
No parar es el lema.
Vagas respuestas a
preguntas concretas.
Unos creen
que llegaron a la cima
y otros llegando a ella
no se dan cuenta.
Sangre corriendo
por las venas.
La máquina funciona.
De pronto falla
esa máquina nuestra.
¡Dios! ¡Qué hacemos!
Allá se nos va la ciencia.
Nuestra existencia se vuelve pálida.
La sangre deja
de marcarse en la piel de cera
El cerebro ya no conoce de grandezas,
de odios, de miserias, envidias
ni bajezas.
Se va, se va
esta vida nuestra.
110. 110
Gritas, llamas,
no comprendes.
Pero si estabas aquí
en la tierra.
Te dijeron que todo lo podías;
eras grande, eras un dios,
eras, eras…
Pero se olvidaron
de la muerte.
Y ahí te quedas.
Sollozas y piensas
¡Si yo volviera!
Pero no vuelves
y notas como te vas
pausadamente.
Ya nada importa,
la ves, la hablas,
tienes la muerte cerca.
Y piensas en los hombres,
en los que se quedan.
y
no saben nada.
¡Dios Existes!
Porque si no es así,
esta vida es una mueca.
111. 111
ESPONTANEIDAD
Ríe, canta, habla,
sonríe, calla,
fabrica cada palabra,
y un nuevo espacio inventa en cada paso.
Como amapola, margarita,
azucena se muestra.
Se desprende de mil formas,
y
espera.
Se confía, se detiene
en el camino, escucha
y
espera.
Todo lo acepta. Ríe, baila,
chilla, habla,
sigue esperando.
Cree en la palabra del amigo,
confía su alma,
y sigue confiando
y llora.
112. 112
Abre sus manos,
entiende, comprende,
y llora.
No miente,
pues no sabe de eso,
como son las cosas
la cuenta.
Y confía en el amigo
y llora.
Un día las lágrimas cesan.
El corazón ya no sufre.
Ya no ríe, canta ni habla.
La palabra
deja de ser palabra,
Ni espera, ni llora.
El alma quedó quieta.
Ya es como tantas otras.
113. 113
DEJADME SER
Torbellino de duda
flagelan la raíz
de mi pensamiento,
agitando mi imagen
cual huracán en celo
¿qué hacer?
¿cómo ser agua que beban todos?
¿cómo ser grano que a todos sacie?
Sí un sí alegre escapa entre
la fila de marfil
hay negativas como cactus
que me asfixian,
y si mi sí no es rotundo
sonrisas abofetean mi dramatismo.
¡Basta ya!
yo seré yo, señores,
y cabalgaré tirando
de las riendas,
de los corceles de mi imaginación:
y mi risa formara remolinos
con el aire;
y nadie diga nada.
Dejadme ser catarata, dejadme ser niña.
¡Ahí, arropado por piel y huesos,
ya gastados, tenemos
un niño olvidado!
114. 114
YO SOY LA LLAMA
Yo soy la llama
cuando el aire enmudece
al filo de la tarde.
116. 116
TU NOMBRE ABIERTO
Cada hoja es pupila temblando
en témpano de flor gris,
en recuerdo de golondrinas
que camina en tu nombre abierto.
117. 117
OPTIMISMO
Miles de gargantas
en un grito;
buscadores de soledad
amparándose en la paz
y un paje de ilusión
robando el crepúsculo:
¡explosión de amaneceres!
Un dedo de imposibles
en la carpeta de la realidad.
Así, entre buceadores
de nuevos mundos,
arlequín de sensación,
y un rosario de lunas,
voy hacia una meta distinta.
118. 118
LA OBSCURIDAD Y LA LUZ
Sentimos los amaneceres
como crepúsculo;
mojamos cada latido,
en noches de incertidumbre
esperando
a que el tiempo se pare
y los jilgueros canten.
Parece que el hilo perdió su principio
y que la sintonía es cataclismo;
entonces,
se roba un punto en el espacio,
con nacimiento de luces
y vamos entre reflejos de plata.
Adelantamos la cúspide del goce
y nos bañan en el arco iris
de un amanecer.
Sentimos el tono
y cada imposible
lo pintamos con nuestros deseos.
119. 119
SI PUDIÉRAMOS TOCAR A LA MUERTE…
Si pudiéramos tocar a la muerte,
sentir su lamento, completando
la oración que traíamos,
se inventaría de nuevo la vida.
No se llegó a rozar
ni una esquina de mi sueño
ni se hicieron añicos mis venas;
pero, noté los latigazos
de su esfinge
y el aire de su cadencia.
Ahora,
sé que los colores son,
que nosotros fuimos los tejedores
de la impureza;
por eso,
quisiera seguir con mi carne
y remendarme día a día,
sin lágrimas en los rincones,
con una espada en la mano
y en la otra el pan que no se compra.
Y a lo mejor,
será liviano el viento
que enturbia mis ojos,
porque, aunque es poco lo que tengo,
lo tengo,
y no hay más prisas por lo de otros.
120. 120
NO SÉ SI MERECE LA PENA
No sé si merece la pena
ser alegría encarnada
y abortar los días nacidos
de la desgracia, aflojando sentimientos;
ser enemigo de los saltos en el vacío.
Hay armonía en el fondo y no hay rostros
que intimidan;
no sé si merece la pena ser
gacela alimentada dejando
las flores del alba.
Mi paz, es ahora, el logro del acero,
y no me apalean las cruces ni me siento
ultrajada.
Mi confianza se ha vuelto
por la senda
donde son claros los senderos
y el agua es mansa.
121. 121
YO PUEDO OPTAR
Yo puedo optar,
tú puedes,
todos podemos
silabear el aire, haciendo
una túnica de rayos.
Hoy creo
en un ramo de auroras
y en el pellizco del agua.
Por eso
en medio de cada esquina,
entre azules y ocres,
en el rojo más intenso,
escojo el número,
levanto el señuelo,
y como puedo optar, opto
y te elijo belleza en tu
nacimiento.
122. 122
Son los silencios capítulo aparte.
Y el diálogo vehículo donde
el amor empieza a despertar.
123. 123
EN SOLEDAD RENAZCO
En mi alcoba,
oyendo el silencio,
acariciando
tu muda presencia.
Siento tu delicadeza,
tu dulce nombre
Soledad.
Minutos de pensamiento,
sueños olvidados
en un mundo de ruido.
Los recuerdos se suceden.
Se entremezclan pasiones,
amor, ilusiones.
En el baile de tu casa,
Soledad, se cruzan deseos,
vestidos en trajes de máscara.
Te temen ¿Por qué?
No lo sé y, tú, tampoco.
Necesitamos de ti,
pero no te queremos.
Huimos de tu sombra
mientras tú cobijas,
lo más profundo
de nosotros.
Soledad, ¿Quién pudiera
sentir la compañía
de tu presencia?
Y destilar el néctar de la Vida.
124. 124
HOSPITAL
Hoy, contemplo a gente,
que antaño no veo.
Gente salpicada de infortunio,
envueltas en algodones nuevos.
Sólo unas horas,
y la triste realidad de unas existencias
truncadas por la fatalidad,
golpearon mis sentidos.
No quise ver y cerré los ojos,
pero veía; mis manos taponaron
los oídos, pero mi mente repetía
escena, tras escena.
Entonces, abrí los ojos; escuché,
y me llené del dolor, del sufrimiento
de unos pocos; comprendiendo,
que unos pocos, pueden ser muchos,
y pueden ser todo,
sí es uno quien está en ellos.
125. 125
EL LIENZO
Pinceladas de oro, tierra y cielo:
soplo de vida en el lienzo.
Pantalla transportadora de sueños.
Realidades y creación
de un algo que, existió, existe o
existirá en el tiempo.
126. 126
TU ROSTRO
Sentados en la orilla del camino,
vi una mañana tu rostro de ceniza,
tu rostro de sol apagado.
Y lloré, recordando,
aquel otro rostro,
que un día lleno mi vida
de reflejos dorados.
-------------------
Te quiero, me quieres,
no preguntes por qué,
ni ahondes en el saber.
Porque es hermoso querernos,
aunque no sepamos por qué.
127. 127
ANDENES DEL SENTIMIENTO
No quiero bajar la cabeza,
ni por nada, ni por nadie.
Ni comprimir el alma por necios miedos.
Sólo el amor,
burbuja de aire puro,
conseguirá que tuerza mi destino.
----------------------
No me hago ilusiones.
Hoy, alegre; mañana, triste;
a veces; el día claro, sin nubes,
llena de flores el camino;
otras, sólo son espinas
en campo trillado.
Una palabra, un gesto, una mano;
cosas triviales, pero ¡tan llenas de sentido!
que, o bien convierten mis horas,
en aleluyas o en llantos.
----------------------
128. 128
Me siento y buceo
en el fondo del pensamiento.
una frase, un rayo de creación
y con la pluma en la mano, escribo,
llenando cuartillas de negro.
A veces, no importan las palabras,
ni los signos, ni los gestos.
Sólo es mi alma vacía,
tras pedazos de sentimientos.
----------------------
Es mi corazón brasa encendida,
es ceniza rota,
es llanto y risa,
es pradera y estepa,
río manso y cascada viva,
y una caracola de sentidos
en el mar tumultuoso de la vida.
130. 130
ÍNDICE
Dedicatoria……………………………………………..……...3
Introducción…………………………………………..……….5
POEMAS
Aquel…………………………………………………………..9
¿Por qué no acostumbrarse?………………………………….10
No puedo olvidar……………………………………………..11
Hoy quise juzgar……………………………………………..12
¡Espectáculo de la imagen!…………………………..……....13
Desde el color de tus ojos…………………………………....14
Vosotros amigos……………………………………………...15
Y soy un punto…………………………………………….....16
Viaje……………………………………………………….....17
Ocaso……………………………………………………..…..19
Caíste en simas…………………………………………….....20
Ausencia……………………………………………………...21
Melancolía…………………………………………………....22
Recuerdo……………………………………………………..23
Depresión……………………………………………..……...24
Desde la orilla…………………….………………………….25
Me aferro a ti……………………………………………..…..26
Nostalgia……………………………………………………..27
Marginación………………………………………………….28
Ensoñación…………………………………………………...29
131. 131
La violación………………………………………………….30
Ceguera………………………………………………………31
Yo misma……………………………………………...……..32
Una mano húmeda………………………………………..….33
Tú, hombre………………………………………………...…34
Pueden……………………………………………………......35
El alma…………………….………………….……………...36
A partir de hoy………………………..……………………...37
¡Despierta ya!…………………..………………………….....38
A lo lejos……………………………………………………..39
Soñar………………………………………………………....40
¿Te acordarás de mí?……………………………………...….41
Calle mojada………………………………………………....42
Hoy pensaba en ti…………………………………………….43
Sin comprenderte…………………………………………….44
Corren las horas……………………………………………...45
Chispazo de luz……………………………………………....46
Apatía………………………………………………………...48
Realidad-sueño……………………………………………….49
¿Es que te inventé?…………………………………………...50
Mañana……………………………………………………….51
En el dolor del mar…………………………………………...52
Es el mundo un pañuelo de amor…………………………….53
En tu recuerdo…………………………..………………...….54
Somos, nada……………………………………………..…...55
Soy………......…………………………………………...…..56
Solamente…………………………………………………….57
El amor…………………………………………………...…..58
Manos………………………………………………………...59
Utopía……………………………………………………..….60
132. 132
No pidas más……………………………………………...….61
Tendremos que acostumbrarnos……………………………...62
Cuando nuestro yo………………….…………………….….63
Despertar……………………..…………………………...….64
Desilusión…………………………………………………....65
Vejez……………….………………………………………....66
Reconciliación…………………………………………….….67
Solidaridad…………………………………………………...68
Música………………………………..……………………....70
El aire espeso………………………………………………...71
Corren, corren los días……………………………………….72
Dicen que………………………………………………….....73
El abuelo……………………………………………………..74
Estación……………………………………………………....75
Quiero vivir……………….……………………………….....76
La caída……………………………………………………....77
Yo sola…………………………………………………….….78
La vida……………………………………………………….79
Lágrimas……………………………………………………..81
Desearía escapar……………………………………………...82
No des la espalda………………………………………….....83
Esperanza………………………………………………….....84
¿No te das cuenta?…………………………………………...86
Y comprendí………………………………………………….87
Tú y yo……………………………………………………….88
En algún lugar…………………………………………...…...89
Ese amor……………………..……………………………....90
Cada día que pasa………………………………………….....91
Al compás de los días……………………………………......92
Tus sueños…………………………………………………....93
133. 133
Camino y no paro…………………………………………….94
Soy joven………………………………………………….....95
Sueños de niño…………………………………………..…...96
Dios…………………………………………………………..97
Anochece……………………………………………………..99
Estímulos perdidos………………………………………….100
Hipocresía………………………………………………......101
Soledad……………………………………………………...102
Ayer fue, hoy ya no………………………………………....103
Hoy pensaba en ti………………………………………..….104
Hoy entendí………………………………………………....105
Sentimientos………………………………………….……..106
La muerte…………………………………………..……….108
Espontaneidad………………………………………...…….111
Dejadme ser………………………………………………....113
Yo soy la llama…………..…………..……………………...114
Ensueños………………….…………….…………………..115
Tu nombre abierto…………………………………………..116
Optimismo…………………………..…………………...….117
La obscuridad y la luz………………………………...…….118
Si pudiéramos tocar la muerte…………………………..…..119
No sé si merece la pena……………………………………..120
Yo puedo optar…………………………………………..….121
Son los silencios………………………………………….....122
En soledad renazco…………………………….…………...123
Hospital………………..……...………..………………..….124
El lienzo…………………………………………………….125
Tu rostro………………………………………………….....126
Andenes del sentimiento…………………………………....127