Diseñé este libro de poemas escrito por mi hermana Isabel Escribano. La foto de la portada es de Dichato, exactamente el día después del tsunami del 27 de febrero del 2010. Me encontraba en aquel balneario realizando una serie de murales y el terremoto de 8,8 grados fue más impresionante que cualquier film hollywodense. Mi casa desapareció y también mi deseo de seguir viviendo tan al borde de ese universo acuático.
El poeta (por definición enamorado) subió a la internet durante 2 años periódicamente estos mal trazados versos en honor de su musa inspiradora -lejana y luminosa como todas ellas-. Unidos en éste poemario virtual que seguramente se irá expandiendo con el paso de los tormentosos tiempos del amor.
Recopilación de poemas para la concentración convocada por Electra Teatro y el mundo de la cultura salmantina de apoyo a #LibertadTitiriteros (14 de febrero 2016)
Poesías de la Idea, de la Reflexión y del Sentimiento Personal que me embarga mediante la provocación de mis propias indagaciones intersubjetivas en torno a las vinculaciones entre mi persona, mis seres queridos, la Naturaleza toda y el enigma del Ser Humano, como agrupación sociocultural y al mismo tiempo como una entidad psicobiológica terrestre, que las Ciencias Sociales están intentando "explicar" y a la vez "interpretar" en este confuso contexto actual del Posmodernismo Occidental.
Cuento de ciencia ficción ciberpunk, escrito por Luis Bermer. En un futuro consumido por la lluvia ácida, entre otros horrores, cada uno sobrevive como puede.
El poeta (por definición enamorado) subió a la internet durante 2 años periódicamente estos mal trazados versos en honor de su musa inspiradora -lejana y luminosa como todas ellas-. Unidos en éste poemario virtual que seguramente se irá expandiendo con el paso de los tormentosos tiempos del amor.
Recopilación de poemas para la concentración convocada por Electra Teatro y el mundo de la cultura salmantina de apoyo a #LibertadTitiriteros (14 de febrero 2016)
Poesías de la Idea, de la Reflexión y del Sentimiento Personal que me embarga mediante la provocación de mis propias indagaciones intersubjetivas en torno a las vinculaciones entre mi persona, mis seres queridos, la Naturaleza toda y el enigma del Ser Humano, como agrupación sociocultural y al mismo tiempo como una entidad psicobiológica terrestre, que las Ciencias Sociales están intentando "explicar" y a la vez "interpretar" en este confuso contexto actual del Posmodernismo Occidental.
Cuento de ciencia ficción ciberpunk, escrito por Luis Bermer. En un futuro consumido por la lluvia ácida, entre otros horrores, cada uno sobrevive como puede.
Equivalencias (dos mundos) Gerardo Pastorino NievesLudivan IV
Equivalencias.
Donde anida esa energía espiritual que es la sabiduría, está la belleza. Y la mas alta meta del hombre es plasmar la realidad en un arte que enseñe lo profundo y lo hermoso que es ser real. La poesía así se presenta como instrumento de revelado de un saber que está en el inconciente, en el mas allá de la mente, que fué quien vivió cada instante presencialmente y de allí extrajo su deducción universal. Asi es que los hechos no son suficientemente fieles a cada momento por no incluír en ellos la presencia de ese espíritu que posee el ser por inmanente cósmico. Las palabras, aunque no son amigas del todo, pues son apenas puntos de una imagen inmensa que tratan de simbolizar, sí son guía suficiente aliadas al impresionismo literario para mostrar entre sus intersticios, la dimensión verdadera de lo real: el sublime ilusionismo de ser testigo de lo inabarcable y lo asombroso.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
3. I
Para no morir escarbo en la muerte,
miro por sus ojos
para sostener la vida,
disfrazo sus palabras
para no enmudecer la boca de los medios vivos,
pues los vivos tienen su propio diccionario
y nunca mueren,
porque van a dar al cielo,
y tienen aviones, muchos aviones,
y siempre serán clones
infinitos y aburridos clones.
Para no morir jugueteo
con la muerte,
inventándole falsa poesía,
me subo a su espalda
y me dejo arrastrar como derrotada,
abro los ojos,
me desprendo
y la dejo tirada.
Para no morir le he dicho
que es la SOLUCIÓN,
4. me sonríe la desdentada,
y descansa plácida a mi lado.
Mientras tanto,
ganamos tiempo:
tú y yo,
y los científicos en los cementerios,
y los pobres
crean el reino de los cielos en las
poblaciones,
y Dios asume su condición
de buen cuento.
Así ganamos tiempo,
mientras la tengo sosegada,
mientras cuento historias como estas:
historias para no morir.
5. II
Los muertos dirán que estoy viva
los vivos dirán:
¡dónde está la muerta
para celebrar su entierro!
los muertos querrán reanimarme
los vivos tomarán mi oxígeno.
me acompañarán los muertos,
me olvidarán los vivos
6. III
Si te llamas vida,
porqué cuando niña
te dedicaste sólo a mostrarme muertos,
muertos que se reían en mi cara,
que bailaban con mi llanto,
muertos con los ojos rojos,
muertos que sabía muertos.
Que no es vida lo que me mostraste,
eran sólo muertos
que cargantes en mi infancia.
Me enseñaste vida,
que todo es muerte,
hacia donde mire,
Ay!, Vida, yo sé
que tu única esperanza es la muerte por
eso me castigas con desvelos.
Por eso,
trato de entenderte,
maldita loca desquiciada,
esquizofrénica,
retardada,
7. derrotada,
asume que nunca has ganado una batalla,
Para qué seguir con esta historia,
por qué no te suicidas, vida,
para encontrar la paz de los muertos,
y me dejas descansar
en esta larga noche de varias décadas.
¿Dónde estabas, vida,
cuando venía la muerte a buscarme?.
Seguro te escondías debajo de la cama
mientras yo cerraba fuerte los ojos,
me ayudaban los curas
regándome de agua bendita,
que más parecía agua maldita,
que me entumecía hasta los huesos,
y paralizaba mi inocencia.
La muerte era sólo un niño
igual que yo,
con pantalones celeste,
que tú , vida, entregaste
sin piedad a la muerte;
porque la muerte siempre triunfa al fin y al
cabo,
Vida, necia,
8. cobarde,
de falsa apariencia,
deja de tiritar de miedo,
o será demasiado tarde
para cuando la muerte te descubra
y te arranque el corazón.
9. IV
Caminando por las calles de Coronel,
de pronto me sentí muy pequeña,
miré a mí alrededor
y todos habían empequeñecidos.
Cayó sobre mi cabeza
ese cielo tan alto e inalcanzable
que lo podía tocar con las manos,
era un duro cascarón plomo asfixiante,
que me hundía en la tierra.
Corrí a esconderme
debajo de un gran castaño;
e imaginé un ejército de dinosaurios
que pasaban caminando por mi lado,
les sonreí y me fui tras ellos,
porque con su fuerza
levantaron el pesado cielo;
fue así, como poniéndome en la fila de los
dinosaurios
ellos me fueron a dejar en puerta de mi
casa.
10. V
La vida es el espejo de la muerte,
mira desde donde estés,
y nos verás a todos,
aún a los que tú piensas
que estamos vivos
están muertos contigo.
11. VI
Para estar bien informada,
me escondo
bajo la ventana
y desde ahí acurrucada,
a través de los vidrios empañados
veo pasar los barcos,
que van cargados de muertos,
muertos que me miran asustados
sin saber su destino.
12. VII
Mi mar está en mi pecho,
cuando se enloquece,
se agita embravecido
y escapa por mis ojos.
Está lleno de cadáveres
que comen mis "viditas"
mis "viditas" navegan en un bote,
chocan en mi continente...
me duele el pecho.
13. VIII
Cansada de tanto andar;
con ganas de yacer,
no importa donde,
sólo les pido
que no me cubran de tierra,
quiero yacer de cara al cielo,
para poder guerrear
con el brillo de las estrellas.
14. IX
En los amaneceres de Santiago,
de camino al trabajo,
por las calles van conmigo,
los colores,
la cordillera,
y los humanos,
vamos todos como un gran río.
En la corriente de este río
puedes ver unos
cuerpecitos entumecidos,
atrasados,
empujados por los otros.
Van llorando,
van llorando,
porque se los lleva el río.
15. X
Para saber que aún vivo
repaso los sentidos,
grito hacia mis huecos internos,
me enrosco como serpiente acalambrada,
huyo como hormiga
en busca de su fila,
busco en el silencio
el ladrido de algún perro,
hasta que al amanecer
siento el ruido de los carretones en la
calle,
que me indican
que pronto van armar la feria.
16. XI
De los días de la semana,
el domingo es el peor de todos,
lo declaro día de los “muertivos”,
o de los más muertos que vivos.
La raíz de la palabra “DO”,
Dolor de estómago
Dormir sobresaltado
Dominio en el trabajo
Dolo cuando quieren tu empleo.
Propongo una semana de un solo día,
y ese día se llame:
Don Ocio
17. XII
Para no morir,
me he bastado a mí misma,
me hago la muerta,
endurecida frente a los dogmas,
me apago consumiendo un cigarro,
miro a los pájaros
molestando a los pescadores,
convierto la emoción en lágrimas
y la echo ha correr por mis ojos,
vuelo en la oscuridad de la noche,
y me alejo de las estrellas muertas
que nos atraen con su luz,
grito muda y adolorida.
Para no morir,
he derribado muros
silbando entre los trenes,
rumiando flores,
camino bajo la tierra,
18. cavo túneles en el espacio
entre tu alma y la mía.
Para no morir,
me he convertido
en una cuenta cuentos.
Para no morir simplemente
Por ahora, he de no morir.
19. XIII
La tierra de estómago insatisfecho está
llena de muertos;
en los cementerios hacen
grandes filas para su ingreso,
y tú los recibes envueltos en bellas
cajitas cuadradas;
sólo para embellecerte de grandes
y coloridos vegetales.
Yo lo decidí tarde,
pero pido a todos
que ni un humano más,
pueda entrar a los cementerios
si no lo hace caminando.
20. XIV
Para no despegarme de este mundo
aún,
me voy inventando miles de ojos,
mientras unos duermen
otros me vigilan
(cómo saber que no estás ahí)
Para no morir escapo por las ventanas
que habitan en tus ojos
pegados en los muros.
Para no morir, historias como estas
alimentan mis desvelos.
21. XV
A veces me da por pensar en el
infinito,
pero me aferro a la cama,
me invade el universo
y no puedo contenerlo,
vomito estrellas,
escapan cometas por mis ojos,
me alimenta la oscuridad.
A veces me da por pensar en el
infinito,
pero no puedo,
mañana debo ir a trabajar.
22. XVI
Llevo musgos en el corazón.
Haz visto dónde crecen los musgos?
crecen en lugares recónditos, solitarios,
escondidos.
Musgos, bajitos, perfectos
y más brillantes que el sol.
Dime vida
¿Por qué crecen musgos en el corazón?
¿Cuál fue el abono que le distes?
¿Por qué no tienen flores estos
pequeñitos prados?
Yo se que las flores viven poco
y se abren paso dejando una herida,
y el musgo es eterno,
no daña, sólo produce asombro.
Yo sé que a ti y a mí
nos alfombra un musgo en el corazón,
porque tenemos el espacio ideal
y todos los ingredientes para su
desarrollo:
un corazón a la sombra y solitario,
23. la sonrisa chispeante,
los torrentosos llantos de inviernos,
los abandonos en islas desconocidas,
nuestros viaje extraplanetarios,
la soledad interior en busca de
noticias,
la luz tenue que te inunda en otoño,
los amores tibios,
la pobreza del alma que nos traen los
nuevos tiempos,
la oscuridad de la especie humana
aunque llenemos las ciudades de
luces.
Yo prefiero mi prado sin flores,
dejaré para mi muerte que me
entierren flores en el cuerpo;
porque cuando yazga sobre la tierra
quiero yacer sobre mi musgo.
24. XVII
Me comenzaron a crecer ramas,
en el cuerpo,
cada mañana en la ducha,
asustada las iba cortando
y tirando a la basura,
¿de dónde vienen?
secas y verdes,
con hojas y sin ellas,
sin frutos.
Me encerré horas,
días,
semanas,
años.
Ya eran tantas las ramas
que cubrían mi cuerpo,
que debía ocultarlo.
Solitaria
en la noche recorría las calles,
25. buscando un lugar donde quedarme,
mis piernas se cubrieron de corteza,
rígidas, pesadas.
De día dormía entre lo matorrales
de los parques;
por las noches deambulaba
buscando mi lugar en el mundo,
fue así como llegué
al Cementerio General,
escarbé entre los cadáveres,
hasta que se hundieron mis raíces
en la tierra blanda,
y ahí me quedé para siempre.
Ahora, veo pasar
miles de humanos con ramas
en su cuerpo,
unos van y vuelven,
otros se han ido quedando a mi lado,
y a mi lado, está mi lápida,
ensombrecida por un sauce.
26. XVIII
Les cuento un secreto,
tengo unas alas poderosas,
con las que puedo viajar
muy lejos,
por lugares oscuros,
cuando me dejo arrastrar
por el pensamiento.
Mi error,
es el miedo a perderme,
entonces amarro un hilito,
a la cama
y luego escapo,
el viaje es veloz,
le gano a los pájaros,
rompo las nubes,
dejo atrás a las estrellas,
27. y he visto el cadáver,
de Ícaro y otros alados
flotando en el espacio;
lo hago porque
no entiendo lo del infinito,
me aburre la vida en la tierra
que limita mi vuelo,
pero mientras más lejos llego,
mayor oscuridad,
allá sólo navego en un mar sin agua,
que me llama a adentrarme,
he estado dispuesta a hacerlo
pero siento un tirón del hilito
amarrado a mi cama.
28. XIX
¿Has escuchado el ruido del silencio?
Ensordecedor y a veces aterrador,
Canto:
la, la, la.
Se pierde mi canto
entre las voces del silencio,
que me grita entero en mis oídos,
trato de entender qué dicen esa voces,
de dónde provienen,
porque sólo a veces se dejan oír.
A veces la voz del silencio
me obliga a escucharlo,
le digo que me hable en mi idioma,
que pronuncie bien las palabras,
que no me obligue a llamarlo ruido del silencio.
Sólo una vez me susurró al oído,
para decirme
ilusa no soy el silencio,
29. soy el Universo,
Me dijo: ¿Por qué he de ser mudo?
mi lenguaje es tu lenguaje.
Ahora, cada vez al que llamaba
el ruido del silencio,
lo busco por todos lados
en las calles,
en las casas,
entre las sábanas,
tendida en el pasto,
gritándole al cielo que haga el
contacto.
Una vez llegó a mí
cuando iba cruzando el puente del río
Mapocho,
iba olvidada a prisa
a tomar el metro Cal y Canto,
tapó mis oídos de todo el ruido de la
ciudad,
y sólo escuché el ruido del agua
que chocaba con pequeñas piedras.
Ahora, voy por la vida buscándolo
y cuando lo encuentro
entiendo su idioma,
le cuento mis cosas,
30. no sé si me escucha,
sólo sé que me invade el universo.
31. XX
Mi útero estaba lleno de guagüitas,
sólo a dos dejé salir,
a conocer este mundo.
No sé si fue castigo o amor.
A veces los veo,
y me siento culpable.
Se ríen de mí,
me río de ellos,
nos reímos juntos,
cómplices de un destino sin destino,
de navegar cada uno
por diferentes lugares,
por rumbos siempre oscuros,
por eso llenamos la casa
de lámparas y luces,
siempre encendidas,
de día y de noche,
siempre con los ojos apuntados con luz,
mientras dormimos.
Siempre río con ellos,
32. pero también los he escuchado llorar
solos,
yo también lloro sin ellos,
¿Por qué de todas las guagüitas
los elegí a ellos?
Me trato de convencer que fueron
elegidos por amor;
pero la triste verdad;
es que al darles la vida,
los condené a la muerte.
33. XXI
El sol que habita en ti
y en mí, es negro
El sol que habita en ti
y en mí, irradia luz oscura
El sol que habita en ti
y en mí, es frío como el hielo
El sol que habita en ti
y en mí, es estático
El sol que habita en ti
y en mí, está sólo,
no lo siguen ni los planetas ni las estrellas.
El sol que habita en ti
y en mí, está en vigilia,
no se esconde por la noche,
ni te inunda de luz por las mañanas.
El sol que habita en ti
y en mí, está muerto,
esperando que tú y yo
también lo estemos.
34. XXII
Querida Gabriela,
no era necesario pedir a Cristo
“Bájame los párpados pon en la
boca escarcha”.
Cristo ya no existe,
cuando se lo pediste tampoco,
Hace siglos alguien hizo con él
lo que tú le pediste,
por eso no acudió a tu llamado,
porque nadie podría bajarte
nunca los párpados,
porque naciste muerta.
Tú siempre supiste que naciste
muerta,
como todos en este mundo,
Muchos al igual que tú
queremos liberarnos de la luz
brutal del día,
luz que no es necesaria,
para qué, no es necesaria.
35. XXIII
Ya vienen mariposas,
a vigilar mis sueños.
Yo no sé si vienen llenas de colores
o traen nubes.
Ya estarán aquí las mariposas
en la luz de mis pupilas,
bajo mi cama,
y sobre el techo.
Vienen siempre las mariposas,
a acompañarme en mis desvelos.
36. XXIV
Llega harapienta y turbia la poesía,
llega en invierno siempre en invierno.
En invierno,
siempre en invierno.
¡Maldita!
me golpea el hombro.
Yo maldita,
la espanto con una escoba.
¡Maldita!
se asoma en invierno.
Yo maldita,
la confundo con la muerte.
¡Maldita!
me hiere el corazón,
37. Estos golpes de dolor
del alma,
que hacen saltar lágrimas,
yo no sé de dónde vienen;
siempre dispuestos
a interrumpir
cada instante de alivio,
cada segundo de olvido,
cada distracción pasajera.
Estos golpes de dolor
del alma,
están desmoronando
mi pecho.
39. I
Preferirte vivo, no.
De beberte otra, no.
De saber
que caminas por las calles,
y no voy contigo, no.
De saber que otros ojos te hipnotizan,
no.
De saber
tu sonrisa para otras, no.
De saber,
tu silencio a la noche, no.
De saber,
tu amor enrarecido.
Preferirte vivo, no.
40. II
Cada día nazco y muero
ahogada en tu mar azul,
y me dejas morir en la
oscuridad,
y me dejas nacer en la
oscuridad,
negándome la luz,
que me puede llevar a la
orilla
41. III
A veces por uno no pasan los años,
se quedan los siglos.
A mí el tiempo me detuvo
me dejó anclada en el dolor
de estar en tu olvido,
por los siglos de los siglos, en tu
olvido.
Suspendida en el tiempo
veo caer la lluvia.,
veo los pájaros volar en cámara
lenta.
Tú intacto, olvidado
y yo aquí quieta,
detenida en tu olvido.
42. IV
Siempre pensé que el amor,
era el mejor ejemplo de
vida.
Pero ahora, que lo he
conocido,
creo que es ejemplo de
muerte.
Muerte de uno para existir
en el otro.
El amor siempre acaba
entregándonos los
cadáveres
de los más enamorados.
43. V
¿Qué es el amor si no la muerte?
¿Qué es la muerte, si no tu olvido?
el saber la vida sin aire,
el saber la muerte con flores.
El saber que cada paso
me acerca al terrible destino.
El saber que mi amor
tiene el sentido de la muerte.
44. VI
Te quiero contar que hoy mi
ventana
amaneció cubierta de rocío,
amaneció con silenciosa miel,
amaneció con encanto
provocado,
amaneció con más vida que esta
vida,
amaneció con magia cristalina,
amaneció con gotitas de agua,
que dejaron música en mi alma,
y se llevaron las rocas más
grandes
que dejaste como recuerdo de
tu amor,
alivianando mi memoria.
45. VII
Partida en miles.
multiplicada y unificada,
colgando en el vacío.
Aprendí del amor
con fiebre y escalofríos,
temblé como la tierra,
cuando dijiste:
que no me amabas,
arrancada,
acuchillada,
deshojada…
Deliré abrazada a los
árboles,
de una alameda sin
sombras
y desnuda fui en tu
busca
para vestirme de tu
amor,
El sol cobarde,
siempre escondiéndose,
no me acompañó,
como tanta otras veces,
46. entonces,
vociferé garabatos
a los esquivos cometas,
maldije a la luna
tirándole piedras,
Y así partida en miles,
no sé si tan unificada,
logré oscurecer el sol,
atemoricé a los cometas,
y dejé la luna trisada.
47. VIII
Quiero decir que llegó el amor
pero no puedo,
las mariposas que revolotean en mi
estómago
vomitan manchas raras,
algunas no tienen alas,
otras me miran con sus ojos tristes;
no las quiero encarceladas en mi
estómago,
por eso les indico las salidas,
pero no obedecen,
temen a la luz del día.
Quiero decir que llegó el amor
pero las mariposas que revolotean
en mi estómago me lo impiden,
golpean mis paredes,
me manchan con polvos de colores,
los colores en lo oscuro no existen.
Quiero decir que llegó el amor
pero no puedo,
mis mariposas agonizan.
48. IX
Yo soñé que no me amabas,
desperté y no me amabas.
Yo soñé que estabas con otra
desperté y estabas con otra
Yo soñé que te ibas
desperté y te habías ido.
Prefiero soñar despierta.
49. X
Hoy me miro fijo a los ojos,
los míos huyeron asustados:
para no sumirme en ese mar azul
y perderme para siempre,
perderme en el otro,
perderme a mí misma,
y nunca encontrarme.
Hoy me miro a los ojos,
el tiempo se detuvo,
como la muerte que todo lo
detiene,
caí en la inmensidad por unos
segundos,
me arrastraron las olas,
pero corrí a la orilla.
Hoy me miró a los ojos,
cayó un bosque verde entero
en mi pecho,
aún lo memorizan mis huesos.
Hoy me miró a los ojos,
ardieron mis pupilas,
y aún sacudo los colores
que invadieron mi cabeza.
50. XI
Un día más sin saber si escuchas las
canciones
que busco para ti en youtube,
un día más sin que sepas
que la razón de vivir eres tú,
la razón y la sin razón de amarte,
la sin razón del beso que me distes
en la oreja,
que me hinchó el corazón
y se me salió por los costados,
la locura de cruzar el callejón oscuro
para atraparte como las luciérnagas,
y robar tu luz.
Pero al final de estos versos,
siento que ya no me importa que
sepas
que tejí todas estas letras,
para decir que la razón de vivir eres
tú.
51. XII
En mi muerte sólo me faltas tú,
para no olvidar que te retengo
en algún rincón celular.
Acá no necesitaré nada,
porque aquí me quedo
acompañada de otros miles.
Morí por ti,
morí sin tu amor,
por eso en mi muerte,
necesito tu muerte.
52. XIII
Sucede que todas la palomas del
mundo
no me traen la paz necesaria
cuando estoy contigo;
porque estás plagado de palomas.
Me delata el miedo a la guerra,
tu paz golpea contra mis paredes,
que es un muro deshecho.
Sucede que un día armé mis maletas
y me fui feliz a la guerra.
Sucede que me mataron de la peor
forma que se puede dar muerte…
Sucede que mi amado traicionero
disparó contra mi pecho.
53. XIV
Dos pájaros volaban juntos por
el cielo,
rozaron tan fuerte que un
pájaro cayó herido.
No dijiste nada.
No dije nada.
En su caída el pájaro botaba
sus plumas,
como hojas secas.
Seguiste tu vuelo.
No dijiste nada.
No dije nada.
54. XV
Porqué habitas tan alto,
tan alto,
como el vuelo de los
cóndores,
que retuve en mi retina
y luego se esfumaron en las
nubes.
No es acaso el amor como
el temor
que a veces me embarga en
la noche
cuando pienso en la
muerte;
se parecen tanto,
ay!, vida,
mi amor se perdió en las
nubes.
55. XVI
Nací en invierno,
el invierno llevo en mí.
Invierno frío como el hombre
que me arrancó el corazón
y lo escondió en la nieve.
El invierno se queda en mí,
y descorazonada
sólo me mueven los
temporales
que traen tu recuerdo.
El invierno se queda en mí
y yo me voy quedando en
invierno.
56. XVII
Perdida
como ojos frente a una
lámpara.
Yo no sé de esta existencia,
tan amante de secretos.
Confusa,
siempre confusa.
Porqué se extinguieron los
dinosaurios,
porqué se acabó nuestro amor,
porqué la lluvia siempre la
lluvia en mi alma,
porqué la pena es eterna.
Siento vientos suaves que
vienen a despejarme,
veo moverse las telas de
arañas,
que cuelgan del pasado;
veo venir miles y miles de
enredaderas que entran
por todos los huecos de mi
casa,
casa que en tu ausencia
se fue cayendo a pedazos.
58. I
Padre te vas cargado
de estrellas y poesía,
que es el espacio donde te guardo
vivo,
es todo lo que puedo darte.
El hilo celular de tu sangre,
que corre como río,
nunca se cortará,
en el futuro se asoman
ya seres pequeñitos,
semillas de tu vida,
que infinitamente esparciste.
Hoy me siento sola,
la verdad que en días como estos se
toma conciencia,
de lo solo que somos,
sólo con nosotros mismos;
desde mi sola soledad,
te digo que fuerzas invisibles
me empujan al encuentro con mis
muertos,
donde espero encontrarte,
en algún tiempo y en algún lugar,
59. El tiempo para mí,
va demasiado rápido,
te llamo a no detenerte,
has lo tuyo y yo lo mío,
sigue cavando túneles en la
oscuridad
hasta encontrar la salida,
la salida que es luz y poesía,
porque sólo la poesía traspasa
mundo,
porque sólo la poesía
te permite transitar libre
por entre los vivos y los muertos,
por entre los sueños y la
realidad.
por entre tu soledad y la mía.
60. II
Ahora que ya te fuiste madre,
todo queda en paz;
es la primera vez que he sentido
detenerse el tiempo,
sé que moviste el árbol
para que cayeran tus hojas secas,
mientras yo me mordía entera
por dentro.
Me quedo con tus ojos tristes
mirándome desde la lluvia,
a la espera de tu llamado.
Mientras tanto tu distancia me
tranquiliza.
61. III
Muere en una batalla
el pintor Alejandro,
en una guerra de colores,
nunca pudo imponer su
razón.
En esta guerra de colores,
el pintor fue derrotado,
su nombre yace oscuro
en algún rincón del campo
de batalla.
62. IV
Mi primo José,
murió a los 16 años, electrocutado,
Salió a coger moras
para cambiarlas por pan blandito,
para su mamá Corina
que se quedó sin dientes,
Pero detrás de un poste,
lo esperaba la muerte,
que lo estrechó en sus brazos hasta
verlo desvanecido,
luego se sentó a su lado
y muy lento le comió las moras.
Allá en el campamento donde vivía,
lo velaron en una mesa:
los ataúdes eran caros.
Así lo encontré yo,
tendido en una mesa,
me acerqué,
63. le susurré al oído:
que no podía irse de este mundo,
que aún le faltaba leerme más
historietas,
y que a cambio de eso
yo le daría un pan con ají,
bueno podían ser dos panes con ají.
Me sacaron de su lado,
me explicaron que ahora estaba
descansando,
y que luego subiría a los cielos.
Me mintieron,
lo supe a los días siguientes,
cuando vino a verme;
le pregunté muchas cosas
que nunca fueron respondidas,
había perdido los sentidos,
pero tenía poderes especiales,
aparecía y desaparecía
cuando menos lo esperaba,
64. Un día llegó con una vela encendida en la
mano,
y me indicaba en la oscuridad del patio de
mi casa,
el camino hacia donde debía seguirlo,
otro día llegó a ofrecerme una cesta con
moras,
la última vez que lo vi quería que atravesara
la ventana y nos fuéramos juntos,
le dije, que era imposible
porque debía rendir un examen al día
siguiente.
Luego abandoné por años la ciudad,
sin dejar de pensar que con sus poderes
sabría como encontrarme.
He vuelto a la casa a buscarlo,
he gritado su nombre en la oscuridad,
a veces confundo mi sombra
con su sombra.
Lo he perdido dos veces,
primero, se lo lleva La Muerte,
luego, la vida provoca el desencuentro;
Mi muerto amado
se me ha perdido.
65. V
En el fondo de la fuente
me costó encontrar mi memoria,
me sonrieron muchos rostros,
yo sonreí feliz a todos,
porque ahora sí los tengo para
siempre,
a mis muertos que mantengo vivos,
de extraña manera pero están
conmigo.
67. Me voy,
pero pensando en volver,
no sé cómo,
pero la vida me sirvió para vivir
lo invivible,
lo invivible, es sinónimo de
muerte,
de haber muerto
y haber resucitado muchas
veces.
Vengo acorazada,
fusilada por amores,
desesperada de problemas
cotidianos,
feliz de haberme construido a
desechos
68. cargada de cosas insensibles;
traigo todo lo que necesito
para vivir mi muerte,
ganas, estrellas, cielo, sol, poesía,
semillas de altos bosques verdes,
y el alma húmeda y fértil
si he de florecer de nuevo,
es todo lo que necesito,
más el amor infinito, vuestro.
que por si acaso lo traje olvidado,
Me traje el musgo verde en el corazón,
y las areolas de colores que formaba el
aceite en las charcas
de calle Mendoza, en el sur,
donde nací.
Ya todo lo hice,
lo que no,
me fue imposible,
pero todo lo intenté;
caminé entre la tierra y el cielo
con diferentes climas,
caminé bajo la tierra,
y volé sobre ella,
69. No necesito paz para vivir esta nueva
existencia;
necesito urgente aprender el idioma de
las estrellas
necesito urgente saber como llegar a
ellas,
necesito saber,
hijos míos,
que al instante
de cumplirse la condena de sus muertes,
correrán contentos
por el cielo iluminado,
para encontrarnos,
no será difícil,
he aprendido de la muerte todo lo
necesario,
porque esta vida traicionera cuando nací
me entregó a la muerte.
Nos encontraremos en esa estrella que
siempre
les he indicado con el dedo,
ese será nuestro lugar de encuentro,
para planear nuestro regreso.