Jesús le pide a su discípulo que comparta el mensaje de salvación con las personas en su vecindario, trabajo y escuela. Jesús se preocupa por los perdidos y confundidos, por lo que los seguidores de Jesús deben preocuparse genuinamente por los demás y ser amigos de los pecadores. Antes de hacer algo importante, Jesús oraba a su Padre.