Este poema habla sobre una persona que se siente cansada y sin fuerzas para continuar su camino. Pide al lector que la motive recordándole cómo es un nuevo comienzo, desafiándola e impulsándola para que pueda encender su lámpara internamente, volverse fuerte de nuevo y reanudar su caminar. Sugiere que traiga recuerdos de que siempre hay puentes y alas aunque no se vean, para que así pueda recuperar la esperanza que creyó haber perdido.