La crisis de 1929 en Estados Unidos se debió a la especulación en la bolsa y al deterioro de la economía, lo que llevó a los inversionistas a vender sus acciones precipitando el colapso de la bolsa. Esto provocó que millones perdieran sus trabajos y viviendas. Franklin D. Roosevelt implementó el New Deal para otorgar subsidios, pensiones y garantizar depósitos bancarios, lo que estimuló la producción y tuvo un efecto positivo en la economía.