La singularidad tecnológica predice que en un futuro no muy lejano la inteligencia artificial superará a la humana y comenzará a mejorarse a sí misma de forma exponencial hasta el punto de perder el control. Algunos ven esto como una etapa en nuestra evolución ligada a la tecnología, mientras que otros creen que podría conducir a la extinción humana o su subordinación a nuevas entidades inteligentes. Para 2050, el ser humano podría vencer a la enfermedad y el envejecimiento utilizando métodos como geles