El documento compara el software libre y el software privativo, señalando que el software libre otorga mayores libertades como ejecutar, copiar, editar y estudiar los programas, y que se caracteriza por tener una licencia gratuita y código abierto desarrollado por múltiples programadores, mientras que el software privativo solo permite ejecutar y copiar programas, sin poder editarlos ni ver su código, y requiere de una licencia de pago desarrollada por una sola empresa que no comparte el código fuente.