Este poema describe la belleza y el efecto embriagador de la sonrisa y los ojos de la amada. El poeta se siente cautivado por la luna en la sonrisa de ella, que lanza flechas de amor en su jardín y desafía a la verdadera luna en el cielo. Al mirar en sus ojos profundos como el agua, el poeta pierde la noción del tiempo y siente que su corazón y sangre enloquecen por el amor y el deseo por ella.