Las dietas trataron sobre la posición de Lutero y los príncipes protestantes ante el emperador y el papa. La Dieta de Worms ratificó la posición de Lutero pero lo declaró hereje. En la Dieta de Nuremberg se intentó restablecer la obediencia al papa pero fracasó. La Dieta de Spira declaró herejes a los príncipes protestantes a pesar de su protesta. Finalmente, la Dieta de Augsburgo aprobó la convivencia entre católicos y protestantes.