La relación de terceros con respecto al suicidio en España es discutida. No evitar un suicidio que se puede prevenir podría considerarse como una omisión del deber de socorro y constituir un delito. Sin embargo, si el acto de suicidio se comete en pleno uso de las facultades mentales, nadie podría impedirlo ya que hacerlo podría constituir un delito.