El Grito de Tarzán se originó en 1918 cuando el actor estadounidense Johnny Weissmuller interpretó por primera vez al personaje de Tarzán en el cine. Weissmuller aportó su propia versión del grito, que se convirtió en un sello distintivo del personaje. Desde entonces, el grito gutural y agudo de Tarzán se ha convertido en un icono de la cultura popular reconocido en todo el mundo.