1. TEA TIME
Llega la hora del te. El aroma del te me recuerda a ti. A todas las tardes en tu
habitación, que todas olían a te de Tokio.
Maldita. Esa sensación se ha transformado en un instante. Un instante o
recuerdo que ahora solo me hace pensar en ti.
Quizás no sea tan malo y sea una buena forma de buscar en la cajita de los
recuerdos. Y así poder regresar. Como cuando guardas aquel chocolate como
un tesoro, y recurres a él para conseguir esos instantes de felicidad.
Qué difícil. Pero me parece que aún es más difícil quedármelo para mí sola.
Tus palabras fueron cortas. Cortas y eficaces. Nadie podría a ver hecho sentir
tan mal a una persona, como tu. En un instante tu universo se desmorona y
unas palabras pueden romper tu equilibrio. O ese falso abandono. Pasas al
punto zero. Puede pasar de todo ¿ verdad ? Cualquier cosa.
Y ahora después de haber llorado lo suficiente me atrevo a hablar. No se si
para poder superarlo o para convertir en palabras esos sentimientos que en
aquel instante no pude decir.
Tú siempre me preguntabas si era feliz contigo. No lo he sabido hasta que me
tú me dejaste. No era feliz ni soy feliz ahora. Ni siquiera se si lo seré nunca.
Solo se que continuaré aprendiendo. No se si volverás a mi vida y me
enseñaras un libro nuevo. O si me olvidaré de tu boca, tu ternura y tu aliento.
Pero me basta con saber que yo estaré siempre conmigo. Que quiero convertir
cada paso en un acto creativo. Soñando siempre despierta.
Se que han pasado muchos días, horas y segundos des de que nos vimos.
Pero siento que tengo que decirte las cosas que no te dije.
Comenzaré escribiéndote una carta. Quizás un poco de romanticismo nos
remueva pasiones olvidadas.
Gato te echa de menos. Se pasa los días entre la cama y la silla de mi
habitación. Ya sabes, en ese rincón que tanto odiaba. Igual Gato no entiende
que dos personas que se querían puedan separarse de un día para otro. Pero
a veces pasa. Gato no debería comprenderlo. El sabe vivir el instante, el día a
día y sabe agarrar la felicidad y vivirla intensamente. Saltando de un lado para
el otro. Como solíamos hacerlo nosotros.
Cuando estés leyendo esta carta yo estaré en la teteria dónde solíamos ir.
Pasaré todas las tardes a la misma hora. A las 19:30. Gato estará conmigo.
No. No se trata de volver a lo mismo. Hay que derrotar ese miedo a la soledad.
Tampoco se trata de explicarle viejas emociones a partir de Gato.
Comenzaré de nuevo.
¿ Te acuerdas de aquellos puzles que vimos en Paris que tanto me gustaban?
Ahora me gustan más. Cada pieza me recuerda a un trozo de nuestra vida
juntos. He tratado de olvidarte pero me es imposible. Recuerdo que siempre
me decías que me querías y en el momento de dejarme pensé que solo había
sido una mentira. Pero no. Se que a tu manera lo hiciste. Pero quizás teníamos
2. que coger caminos distintos. Hemos aprendido tanto el uno del otro, que ahora
se había agotado el tiempo de amar.
Quiero recordarte con buenos ojos. Aunque se que no te volveré a ver quiero
que estés bien. Que el final de lo nuestro sea la oportunidad de algo nuevo.
Ahora que no estas en mi vida. Quiero que sepas que finalmente he
comprendido que el amor no se va. Siempre esta ahí, escondido. Y a veces,
renace en otros besos, otros abrazos y lamentos. Como el universo el amor
nunca muere y se transforma.
Tonterías….
Llámame, necesito verte.
Maravilloso. Aún no te conozco lo suficiente. Se que tú serás el motivo por el
cual sacare una foto que se convertirá en mi foto preferida. Tú eres con quien
sueñe siempre, tú me quitaras el sueño. Estoy completamente segura de que
eres tú quien terminara mis frases.
Sé que eres real, que existes y que me estas esperando en algún lugar del
mundo. Quiero que sepas que espero impaciente el segundo en el que me
mires y descubra que eres tú y que por fin te encontré.