Wi-Fi permite que dispositivos electrónicos como ordenadores, consolas de videojuegos, teléfonos inteligentes y reproductores de audio se conecten a Internet de forma inalámbrica a través de un punto de acceso con un alcance de 20 metros en interiores y mayor al aire libre. Múltiples puntos de acceso pueden cubrir grandes áreas mediante la superposición de sus señales.