La tecnología consiste en conocimientos técnicos que permiten crear bienes y servicios, como un modo de satisfacer necesidades humanas y adaptarse al medio ambiente. Además de su función práctica, los productos tecnológicos también cumplen funciones estéticas y simbólicas, influyendo en la percepción de estatus social. La interacción entre tecnología y medio ambiente puede generar un impacto negativo en los recursos naturales, aunque también se puede utilizar para su protección.